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A pesar que ya no me ignoran mis mensajes, no es igual, algo es Terriblemente diferente. Samael me manda fotos de Narcisse y nada más, en cambio antes me mandaba de cualquier estupidez, Eleanor es exactamente lo mismo.
- ¿con quién tanto chateas?– Alicia, se tira sobre la cama para cambiarle al televisor–
- Con un amigo, cuida a...– me detengo, no creo que aún sea momento de hablar sobre Narcisse ¿o si?– a mi perro–
- ¿tienes un perro?–
-Ajam. ¿No tenías una fiesta? Creo que me dijiste algo ¿no me invitarás?–
- Era una infantil– Rio– Ya ha pasado, el hijo de mi amigo cumplía nueve, pero fue en septiembre, tenía trabajo–
No fue una excusa, pero si podía posponer lo que me habían comisionado, es decir, Ell y Samael dejaron de ser mi familia a ser simples amigos, tal vez tardé un poco en asimilarlo, pero lo comprendí. Tenía que sacarlos de mi vida así como ellos lo hicieron conmigo, no los culpo, les hice daño.
- Oh, ¿el que tuvo mellizos?—
- Si, el mismo–
- aww, ¿y tienes fotos?–
- No, pero los conoceré cuando vaya al cumpleaños de mi hijo– Mierda, maldita lengua. La que antes era solo un objeto sexual y ahora mi novia, se levanta de inmediato sentándose– puedo explicarlo—
- ¿estás diciendo que si te mueres compartiré la herencia?–
- ¿eso fue una broma? Espera ¿no me molesta?–
Ríe y se tira el cabello hacia atrás.
- Bueno, un poco, no me dijiste nada, debiste decirlo. ¿Es con tu ex?–
- Si...–
- ¿y puedo verlo?–
La miro unos segundos, en verdad no está molesta, bueno, eso me demuestra lo madura que es. Busco una foto de Narcisse, le entrego mi celular.
- ¡Es tan lindo!– chilla–
- ¿te gustan los niños?–
- siempre quise uno– Siento pena por ella, verle la cara iluminada por algo que anhela es terrible– ¿puedo ir contigo a su cumpleaños?–
- Es un par de semanas, intenta pedir tu permiso–
- ¿¡en serio?!–
Me hace reír ante su efusividad.
- Eres mi novia ¿no?–
Me se tira encima para comenzar a llenarme de besos en la cara.
- Al fin me dejas entrar en tu vida, Ricky– me golpea el brazo– ¿no voy a incomodar? Porque si no...mejor no– Se quita de encima mío–
- No seas tonta, es mi ex, además, somos amigos, tranquila–
- genial, entonces pediré mi permiso–
Tal vez Alicia no es ella, pero es un hecho que me ha ayudado en mucho. He regresado a ser Richard Greene, pero con novia, o eso creo.
Alicia es ese clavo que sacó otro clavo y se lo agradezco, no solo porque la sacó de mi, si no porque me quitó todos esos fantasmas que me rodeaban, trajo a mi alivio que en algún momento desee recibir de ella. Le agradezco todo, por ello, decidí quedarme con ella y con su familia en lugar de ir a una fiesta infantil, quedarme a Halloween a ver películas de terror y pasar navidad con ella en lugar de ir corriendo a conocer a los hijos de mis amigos, decidí todo esto porque realmente ellos ya no son mi vida como lo eran antes, pero como buen amigo, he enviado lindos regalos.
Es difícil creerlo, pero Ell ahora es Solo la madre de mi hijo y una amiga. No olvido nuestra historia, pero ya no duele como antes. Yo ya no la amo y eso está bien. La quiero, es algo estupido creer dejar de sentir absolutamente algo por alguien en tan poco tiempo, ni siquiera en mucho, claro que la quiero. No puedo negarlo, vivimos mucho para solo olvidarla.
.................
Alicia salta emocionada a mi lado cuando algo le impresiona de la enorme Londres, me da tanta gracia que parezca una niña. No dudo en comprarle lo que desea, pero también está ansiosa de conocer a mi hijo. Pobre Ali, no merecía que le quitaran ese derecho.
A las tres de la tarde de un sábado estamos llegando a los portales de la enorme propiedad de mi ex esposa.
- ¿aquí es?–
- Así es– La miro divertido– ¿qué?–
- Wow– susurra–
Los guardias me saludan con alegría, ahora si han sido muchos meses los que me he ido, habrán pasado miles de cosas. Mi novia mira por la ventana todo a su alrededor, que la verdad no es mucho, pero el paisaje es mucho, hay sombra cuando entramos al tramo de árboles que poco a poco formaron un túnel.
- llevamos como diez minutos de camino, Tu ex es super mega rica–
- Si que lo es– Eleanor podría bañarme en champagne si quisiera–
- ¿avisaste que veníamos?–
- claro–
Es obvio, pero tal vez omití la parte que tenía  novia.
Llegamos al palacio, hay un auto que no reconozco. Aparco y bajamos.
- ¿en serio aquí vive?–
- Si, es bonita ¿cierto?–
- Carajo, me sentiría una princesa–
- Bueno, para mi lo eres– Me toma de la mano y me da un beso tierno– eso fue muy cursi ¿verdad?–
- demasiado para usted, mayor– Me da otro entre risas–
- Ya vamos, seguramente están por comer–
En silencio subimos la escalera, toco la puerta de madera un par de veces. Como lo supuse, nos recibe Fredrick.
- Señor Greene–
- Alfred– le doy un abrazo y él a mi– ¿no te olvidas de mi?–
- Para nada señor– dirige su vista a la mujer a lado de mi– Señorita–
- Oh, ella es mi novia Alicia. Ali, él es Alfred, Alfred, ella es Ali–
- ¿su qué?– suelta sorprendido–
- créame, es más fácil de atrapar de lo que aparenta– Ali bromea, Alfred me mira con una expresión que no entiendo–
- Ya entiendo– carraspea– pues bienvenida, la señora está en el estudio, lo están esperando–
Vuelve a su papel de mayordomo para guiarnos. Su reacción fue normal, no lo culpo. ¿Cuál será la de ella? Bueno, no es que me interese mucho.
Alfred nos deja en la puerta y se retira. Antes de tocar la puerta mi novia me detiene.
- oye, ¿y si no le agrado?–
- ¿a quién ?–
- A tu ex–
Resoplo
- cariño, no te preocupes por eso, tranquila. Aparte, ella es la mujer más dulce que existe, y recuerda, ella y yo somos muy buenos amigos. Tranquila— beso su frente– si te siente incomoda, nos iremos–
- Está bien, pero si me preocupo porque es la mamá de tu hijo, ella no lo dejará con alguien que no le agrade–
- Tranquila– insisto, toca la puerta dos veces y entro–
Dios, me tuviste todo este puto tiempo engañado, carajo. Eleanor está parada junto a su escritorio dirigiéndose a Pável , quien le pone toda su atención al igual que Samael, se detiene al escuchar la puerta. Se me para el corazón cuando me ve y sonríe.
- ¡Tony!–
Tony Tony Tony Tony. MIERDA. Casi corre hasta mi y me abraza. Este olor a fresas como lo extrañaba.
- Oye, que no ha pasado mucho tiempo– se separa de mi y me golpea el pecho– auch– finjo dolor–
- No seas cruel, yo si te extrañaba tonto–
- Pues ni nos acordábamos de ti y tu horrible sombrero– Samael se acerca siempre con esa cara de amargado–No viniste a conocer a nuestros bebés–
- Si, no debimos dejarte pasar por ello– Eleanor Bromea–
- Así que extrañaron a su Americano favorito ¿no?– abrazo a ambos, me separo, tomo de la mano a Alicia– Quiero presentarles a alguien–
Miro a la mujer que nadie había percatado– Es es Alicia, mi novia–
- ¿en serio?– Eleanor cuestiona ¿emocionada? ¿Por qué? Bueno, no es que me importe su reacción ¿o si? Maldita sea Richard. Extiende su mano– Soy Eleanor, un gusto– Alicia la recibe– y él mi  esposo, Samael–
- Richard con novia, wow– Samael es educado como siempre– ¿por qué él?–
Alicia ríe nerviosa
- ¿quieres que te mostremos la casa? Ahora Narcisse está dormido–
- ehm, yo prefiero esperar a...ehm...¿la señora? A la mamá de Narcisse–
Eleanor sonríe tierna, pero que linda está.
- Es que...soy yo–
- ¿cómo?– Alicia me mira unos segundos y después a Eleanor— ¿eres la ex de él?–
- Larga y aburrida historia pero si– 
- ¿aburrida? Eso duele, Ell–
- lo siento– sonríe– mejor comamos antes. La comida estará en hora y media. Podemos charlar ¿té?–
Al parecer soy el único que se siente incómodo. Muy en el fondo de mi egocéntrico corazón pensé que Ell sentiría al menos un poco de celos, pero no, se alegró más de lo que pensé, es más, jamás pensé esa reacción. Bien, los dos nos superamos, es lo que queríamos. ¿A quién engaño? Ella solo me ha superado, porque yo me estoy muriendo, me está doliendo verla tan feliz mientras yo me la viví engañado. Estoy realmente ofendido, dolido.
¿Por qué no me ama?
- ¿y en dónde se conocieron?–
Bueno, ¿y qué le importa no?–
Alicia me mira.
- Pues...en la base–
- genial, eres también una Marine. Admiro mucho a los mujeres en la milicia–
Tomo té antes que de mi boca salga alguna estupidez.
- ¿me perdí de algo?– Pável pasa hasta sentarse al otro lado de Ell–
- Le decía a Alicia que admiro a las mujeres militares–
- ¿en serio?– Pável le resta importancia–
- ¡Claro! Seguro sabes hacer muchas cosa pea defenderte, eso lo admiro mucho– ¿por qué es tan buena? Dios, sé grosera, por favor–Tú no necesitas conseguirte hombre de más de 1.90 para que te defiendan– Eleanor toca las piernas de los hombres a sus lados. Que maldito coraje, ahora Pável está en el lugar donde yo debería estar.
- Yo no estoy entendiendo– Alicia me vuelve a mirar en busca de respuesta– ¿quién es él?– Señala a Pável.
- Un idiota– lo miro–
- que agresivo– El rubio de mierda sonríe–
- él es mi esposo–
- pero...– mi novia mira a Samael–
- Igual– Eleanor suelta un risita– ¿si conoces las relaciones poliamor?–
- ohhhh, si claro, estuve en un par–
Eso me toma por sorpresa
- ¿cómo?–
- Si, en ninguna me avisaron que era eso–
Todos ríen por la broma.
- yo igual estuve en una, no me avisaron hasta después– Eleanor niega divertida–
- espero que no haya sido con él– Alicia me acaricia la barbilla–
- para nada, cuando él, fue a mi a quien no le avisaron– Samael deja la taza de té sobre la mesa de centro–
- No estoy entendiendo—
- No hay nada que entender, es pasado, ¿verdad, Tony ?– asiento disimulando mi mal humor. Ya me quiero ir y ya no quiero que me llame así–
- No creo que debas llamarlo así, Jefa, van de más los sobre nombres– Pável me mira, este imbécil y su gran bocota–
- A mi no me molesta–
- Pero tal vez a tu novia si– Samael apoya al imbécil, que rabia–
- ah si, claro, perdón, es solo...la costumbre–
Sus mejillas se ruborizan haciéndola ver aún más tierna, la han incomodado– Lo siento–
Cállate Richard, cállate, cállate. Tomo té antes que le responda a ese imbécil. Obvio que quiero que me llame Tony, Rick, amor, imbécil, no sé, cómo sea, maldita sea.
- ¿y qué más tienes que contarnos, Richard?– al levantar la mirada me encuentro con la de Samael, este de seguro ya notó mi molestia. Disimula Richard. Llevo mi brazo al respaldo del lado de Alicia, dejo el té y niego.
- No hay mucho que contar, solo mucho trabajo , gracias a eso conocí a esta bella mujer– Miro a Ali quien me sonríe– Fue en in Starbucks dentro de la base–
- ¿tú en un Starbucks?– Samael ríe, niego divertido–
- Sirven un excelente té– que mentiroso– deben ir a California, le enseñaré cosas divertidas–
- No me gusta America– Ell suelta nerviosa– pero gracias por la invitación–
- ¿quieres conocer a los bebés, Richard?–
- En realidad, Sam, nosotros solo veníamos por nuestra invitación al cumpleaños de Narcisse–
- Pues viniste en vano, la invitación pudimos enviártela por mensaje, Dah– Eleanor suelta obvia entregándole su celular a Samael– Es pasado mañana, 8:30 de la noche, es un poco formal–
- Pero es una fiesta infantil– Alicia se acerca a mi para ver la invitación que recién me llega–
- acordamos nada de esto– La miro–
- me dijiste que hiciera lo que quisiera–
- pero esto lo teníamos resuelto– me molesto aún más, mejor dicho, me da una válida razón para demostrar el enojo que no puedo demostrar–
- pues ya está hecho–
- Bien, cuando le hagas una fiesta real y no un evento de negocios con gente rica como tú, voy a venir–
- Bien– toma té, que británica es, ¡por Dios!– ¿cuánto tiempo estarás aquí? Puedes llevártelo el tiempo que quieras, Tony–
- ¿seguro que no vendrás?Te quitaremos de la lista–
Asiento ante la pregunta de Pável.
- Como desees—
- Es muy bonita la casa– Alicia trata que cambiemos de tema, creo que nota mi humo porque me acaricia la rodilla como si eso pudiera calmar todo lo que siento en estos momentos–
- Gracias, después de la comida te la enseñaremos–
- Es como un museo– añade Samael–
- Oh, Richard hizo una granja aquí, es linda–
- ¿en serio?– Mi novia me mira encantada–
- me aburría mucho, en realidad me sorprende que no la hayas desmontado–
- Quién cuida de ellos es Oliver, no sabes lo que me satisface ver a Eric molestarse porque su nieto es un granjero– Samael resopla divertido, mira su reloj– debe venir del club en poco tiempo–
- ¿no debería estar en Rusia?- cuestiono
- Hace un mes llegó, navidad la pasó solo, así que...decidimos traerlo–
- ¿solo? ¿En la academia?–
Pobre vaquero
- Los mellizos nacieron el 24 en Siberia, no pudimos ir a buscarlo, fue...inesperado– Samael explica–
- Isabell hacía corajes con nosotros y eso le provocó el parto– Pável añade, ella gira sus ojos–
- ¿y a ti te gustan los bebés, Alicia?–
- Claro que si, de verdad quiero uno. ¿Y tú vas a tener más?–
- Los bebés son muy lindos, y si, pronto– Pável la mira, eso jamás, primero muerto a que tenga un bebé con ese bastardo maldito–
- olvidaba que ahora le toca a él— comento, me inclino para tomar mi taza e ingerir lo que resta del líquido– ¿no debes esperar un tiempo?–
- Es cuando Dios  quiera–  sonríe–
- Por lo pronto sólo intentamos– Pável me mira, lo mataré–
- por mi salud mental, no hablen de eso frente a mi– El que era mi mejor amigo niega–
Charlamos por un rato más, deseo irme ya. Los temas de conversación van y vienen y yo sigo siendo el único que está incómodo. ¿Por qué estoy celoso? Maldita sea estuve meses fuera, se supone que volví a ser el que era antes, ese Richard no es celoso.
Para la comida, Alicia me insiste en que nos quedemos, le gusta convivir con los que yo les dije eran mis amigos, quiere estar más cerca de mi y llevarse bien con ellos supongo cree que ayuda. Nadie ha sido grosero con ella, y Dios sabe lo tan presumida y mala que puede llegar a ser Eleanor si le tocan su ego, pero esta vez no hay nada por parte de ella.
No hay mucha gente en el comedor, algo bastante normal los fines de semana, pues cada quien se va a donde desea, solo está Sila, la esposa de Michael y Eric que no tiene ni treinta Minutos que llegó.
- ¿Dónde está Lucifer?– Sila pregunta a todos–
- Con Alex en el club– Eleanor responde– y deja de decirle así—
- Oye, Richard, antes de gustaba estar soltero y ahora buscas no estarlo, que extraño–
- Sila– Eleanor reprende–
- ¿qué? Tú casi le rogaste para que fuera tu novio–
- En eso estoy de acuerdo– bromeo– Tuvimos que tener un bebé para que medio aflojara–
- ja ja ja, gracioso–
Los dos sabemos la realidad, todos en la mesa han de saberlo.
- Todos sabemos que al único imbécil que le ha rogado es a Samael– Eric comenta–
- Quisieran–
- Si, yo tuve que embarazarla para que no me dejara, y sabemos que a Richard no le funcionó–
- que Chistoso, ja ja ja–
- Es bueno que tengas Novia, Richard, así dejas a mi hermana en paz–
- Sila, ya– Eleanor vuelve a reprenderlo– ¿por qué no sigues comiendo?–
Sila se para y agarra su plato
- Comeré en la cocina–
- Yo lo voy a acompañar– La esposa de Michael también se retira–
- Llegamos– volteo hacia la entrada lateral del comedor, Alexander vestía con su uniforme de polo al igual que Oliver.
- ¡Abuelo!–
- Ahí está el príncipe– Eric deja ser abrazado y hasta aplastado por Lio– ¿cómo te fue?–
Comienzan a hablar en ese idioma que yo no practico hace meses. Saca un aparato de su bolsillo y cuando se lo muestra descubro que es un celular. Eric mira mal a su rival.
-¿en serio?¿un celular?–
- ¿qué? El quería uno–
- Eleanor– Eric acusa al otro consentidor abuelo–
- lio ya tiene un celular–
- Pero este tiene para Netflix– El Niño que una vez se hubiera alegrado por verme, ahora me ignora. Se defiende con un simple argumento– Mamá–
- No empieces, eso es mucho para un niño, el abuelo te lo podrá dar cuando tengas al menos unos 12 años–
- agh– se cruza de brazos y frunce el ceño igual a su padre. Tres malditos años más y ese temperamento del demonio se multiplicará a mil–¿papá?– relaja un poco la expresión, solo busca su ayuda cuando le conviene. Eleanor lo mira pero Samael no hasta después de unos segundo.
- Mamá y yo lo hablaremos después. Entrega eso a Franco y vete a cambiar para comer–
- ya comí–
- Fuimos a Londres– Alexander explica– Obedece, anda–
Ahora que me doy cuenta, es la primera vez que veo a Alexander después de mucho tiempo. Oliver se retira.
- Te dije que estaba castigado–
- Si Bueno, pues para empezar no me lo hubieras dado– Veo cómo Eleanor suspira– por cierto¿tú no estabas en California?–
¿Me habla a mi? Miro hacia mis alados y hacia atrás como burla?–
- ¿me hablas a mi?–
- ¿ves a otro americano idiota por aquí?–
- En realidad su novia igual lo es, así qué hay dos– No volteo a ver a Pável porque lo mato, su voz me enferma– es decir, otro americano, porque idiota solo él–
- soy Alicia– Mi novia saluda al hombre que a pesar ser  menor que yo, le respeto un poco por ser padre de Eleanor– Un gusto–
- Pensé que mi hija era la única ciega por aquí–
- ¿no vas a saludar a tu nieto?– Lo molesto, me imita–
- Ese bebé ni es tuyo–
- Ya quisieras–
- yo ya lo superé, uno se acostumbra– Eric resopla– Ya cuando te das cuenta que la cría no es igual al papá se te pasa el coraje–
- Gracias por quererme tanto, suegros–
- Mira...mejor cállate– alex niega mirándome, me rio ante su expresión, creo que la única persona que sigue enojada por haber embarazado a Ell es él, ya ni siquiera Samael–
- Iré a ver a mis nietos–
- Están durmiendo– Eleanor Avisa–
- No creo–
- Oye, si despiertas al más grande, despiertas a los otros dos– Eric alarma parándose y siguiendo al otro que lo ignora–
Al terminar de comer, que por cierto ya extrañaba este tipo de comida, vuelve un silencio incómodo de un par de minutos.
- Yo tengo que resolver  algo, pero Richard– Al ser llamado le doy mi atención– ¿por qué no llevas a tu novia a conocer la propiedad? ¿Tú granja?–
- No lo creo, ya nos vamos...–
- Pero yo si quiero– La rubia a mi lado me contradice en muy mal momento, momento donde quiero huir de aquí. Jamás debí venir a pesar de sentirme tan seguro de haber sanado y olvidado a Ell.
- ¿irte?No seas tonto, quédate aquí. Somos amigos– Samael me propone, eso es una pésima idea si ya no quiero seguir torturándome–
- Es verdad, creo que aquí es mucho mejor que un hotel. Pueden quedarse los días que gusten– Maldita sea Eleanor, ¿alguna vez podrías ser una maldita perra? – Los choferes pueden llevarlos a donde quieran y cuando quieran–
- No, Eleanor, no es necesario–
- Insisto. Si cambias de opinión de asistir a la cena de nuestro hijo, puedo ir con Alicia de compras a París–
- Yo si quiero, Ricky ¿si?–
- Yo necesito regresar pronto, tengo trabajo y...–
- Ricky...¿por mi?¿si? Quiero ir a París–
- No seas malo, Richard, Dale gusto– Samael no ayuda– No es que vengas mucho por aquí–
Alicia me abraza del brazo y me mira como si fuera una niña.
- Está bien– cedo, mierda. Alicia celebra, no es que no me agrade hacerle sus caprichoso, llevo Meses consintiéndola como jamás pude con Eleanor, pero no era el momento.
- yo tengo que ir por unas cosas, pero se quedan en su casa. Frederick Les llevará a su habitación– Pável y Eleanor se paran–
- yo tengo que revisar unos trabajos– Samael igual lo hace–
- ¿nos nos acompañas a ver a los bebés?– no quiero que se vaya–
- Sabes el camino, pero si gustas esperarme, no tardo–
- Te esperamos– afirmo. Me da tanta curiosidad a dónde va con ese imbécil, pero debo aguantarme.
Quedamos solo nosotros dos en el gran comedor.
- Es fabuloso ¿aquí vivías?– ya comienzan las preguntas–
- Si–
- Wow. Enséñame, se ve gigante. Vamos a la granja–
- ¿en serio no te sientes incomoda?–
Mi novia niega con una sonrisa
- Te ex es muy amable, y parece como de 20 ¿cuántos años tiene?–
- 22– Tomo agua–
- ¡¿cómo crees?!–
- Shhh–
- Perdóname, es solo que...wow. Debió ser duro dejarla ir, cogias con una niña–
Hago una mueca
- Eso suena horrible, no lo digas así–
- se ve que se llevan bien–
- pues somos amigos– hablo obvio–
-quiero que vayas con nosotras de compras—
- No gracias–
- No seas malo, me gusta ir de compras contigo–
- No me gusta París, ya te lo dije. Mejor vamos a enseñarte el palacio–
Estoy como guía de museo, no es que sepa mucho de todos esos hombres y mujeres en cuadros enormes,las placas abajo de estas ni ayudan por estar en ruso, así que solo son bellas pinturas. Entramos al salón dónde está Eleanor, a todo estos si los conozco, ella misma me lo ha dicho, ese día de solo recordarlo me calienta, pues terminé en uno de los sofás siendo montado. Aveces pienso que Eleanor se aburrió de mi al no complacerla como debía, vamos, conocía la verga de Sam y mía, no tenía mucho de dónde escoger y de comparar, éramos lo suficiente para satisfacerla, pero ahora que ha experimentado su vida sexual con más de dos hombres, es imposible no sentirme inseguro. Tal vez ellos provocaron cosas en ella que yo no pude, tal vez perdí el toque o simplemente ella es mucha mujer para mi. Seguramente es la última, porque a la rubia que ahora hago llamar mi novia, disfruta con locura cuando me la cojo.
- ¡aquí estás tú!– dejo de pensar en idioteces, dejo de mirar a la nada y la miro a ella, ah encontrado mi pintura– si hubiera terminado contigo, quemaría esto–
- Que graciosa– me acerco a ella– No sé porqué no la quita aún. tenía dos ojos aquí–
Me extraño, tal vez si estuviera así, ella no me hubiera dejado. Maldita cicatriz.
En un cuadro más pequeño, pero lo suficiente grande, estamos Sam, Ell y yo. Nos vemos como toda una familia seria de modales hasta entre nosotros, pero la realidad es que, en la sesión de fotos, hay un montón donde Ninguno de los tres tomaba seriedad, mucho menos Sam y yo, quienes hacíamos reír a Ell arruinando la mayoría de fotos, las otras fue ella y por milagro salió esta después de dos horas.
Alicia no comenta nada hasta que llega a una de cuerpo completo de Samael.
- Se parece al príncipe de cenicienta–
- No concuerdo– Samael tenía la cara, el cabello, la educación y el porte de un príncipe, o cómo es en realidad, de un duque.En fin británico. Somos completamente polos apuestos, mi pintura de cuerpo completo si bien es igual en traje, no doy ese aspecto de Niño bonito. En la pared principal. Está un cuadro dónde Eleanor, Oliver y Samael representan la élite rusa en Inglaterra. Que maldita envidia no estar en ese cuadro. Finjo no ver dónde Ell está sola, se ve bellísima y podría quedarme horas contemplándola.
Sigo viendo algunos otros cuadros y fotografías que son nuevos. Narcisse ya tiene los suyos.
Me ahogo con mi propia saliva al ver un cuadro con ese ruso ¿por qué diablos lo tiene aquí?¡¿por qué?! Que coraje, que rabia, estoy que la sangre hierve por mis venas. Y no solo hay uno, si no también de cuerpo completo y una con ella.Él no se merece estar aquí, él no debería estar aquí y ni en su vida.
Mi yo del interior está haciendo una rabieta de lo peor.
- Ella Los quiere mucho a todos– Disimulo que ardo en coraje–
- Si...–
-tiene muchos cuadros de ustedes y de ella son muy pocos. Los ama mucho– Si, ¿pero entonces por qué el rubio está aquí? A él no lo ama– tengo varias dudas– ¿Por qué debe él estar aquí? Yo tuve que morir para estarlo.–¿donde están sus padres?–
- ¿de quién?– pregunto sin entender
- De tu ex—
- ah ya, es el francés y el que me odia. Son sus papás, su mamá murió–
- ¿y tiene todo esto para ella sola?–
- Es herencia–
- que afortunada– susurra. Si supiera que todo este dinero no sustituye todo lo que Ell a pasado– Enséñame más–
- Este lugar es enorme, ¿no te has aburrido?–
- pues no mucho. Es divertido conocer de gente  millonaria, es más, conozco más de tu ex esposa que de ti– se cruza de brazos y me mira– ¿ya me dirás algo de tú familia?–
- Ya te dije que no tengo– Sonrío, llevo mi brazo a sus hombres, la jalo para salir de ahí– Excepto por Narcisse, él es mi familia–
- ¿murieron tus padres?–
Asiento.
- Nunca me hablas de ellos–
- No hay mucho que contar– Insisto. La llevo a otros salones, el que está aburrido soy yo. Salimos para ir a donde me la pasé meses, cuando entramos al lugar, me impresiona ver a Samael y a Eric ahí, tienen una evidente cara de asco, aún más Eric, quien se tapaba la nariz y boca con la mano. Aún no se dan cuenta que entramos, así que caminamos hasta ahí.
- ¡Nació!– suelta Oliver en ruso, Eric se voltea para intentar vomitar y Samael se aleja un poco del establo, del espacio sale Oliver con un borrego en brazos.
Eric habla quien sabe qué en francés mientras trata de no escupir su estómago.
Oliver se acerca y los dos adultos se alejan.
- Bueno, pero si no les va a comer–
- Dios, vas a tener un baño en cloro– El que era mi mejor amigo termina a dos metros del niño junto a Eric–
- Voy a tener que alimentarlo, la mamá...no creo que viva–
- ¿quién es la mamá?– Todos me miran.
- Martha–
- ¿Martha? ¿Qué tiene?–
Me acerco a dónde está el pobre animal.
- Es que...el lobo de mamá casi se la come...está muy débil desde esa vez–
La observo, ni siquiera tiene una oreja y con trabajo puede respirar.
- Voy a tener que matarla—
- ¿qué? No–
- Está sufriendo. Lo voy a hacer–  me gira los ojos, extiende el animal hacia Samael–
- Ni de broma–
Eric vuelve a tratar de vomitar.
- Solo hazlo y vámonos, por el amor a Dios, Oliver–
- Si les da tanto asco váyanse–
- Si te pasa algo tu madre me asesina–
- Yo trato de convivir– El hombre ya está pálido–
Oliver mete al bebé al establo donde hay otros y una madre, regresa al de Martha.
- tal vez si llamamos a un vete...– No me deja terminar el hecho que el niño rubio que parece de 6, le rompe el cuello–
- Muy tarde–
- ¿sabes lo que me costó criarla?– me enfado–
- ¿y usted sabe lo que me costó cuidar a los demás? Lo siento, pero estaba débil y ya no servía–
- voy a acusarte con Eleanor–
Me gira los ojos y resopla.
- como si te fuera a hacer caso, no eres mi papá y ya no eres su novio–
- Ya veremos–
- Bueno–
- vas–
- vas– me señala la puerta con los ojos–
Se me cruza de brazos, ya no sé si es igual de caprichoso que Eleanor, berrinchudo cómo Samael, O altanero como...yo.
- ¿qué demonios significa " vas"?– Eric cuestiona a pesar de estar a punto de desmayarse–
- Ricky, es solo un niño, cálmate–
- Si, Ricky– Oliver se burla, sonríe– solo soy un niño–
- Te voy a acusar–
Suelta quien sabe que en ruso.
- Pues acúsame–
Me doy la media vuelta para salir.  No sé dónde diablos está Eleanor, pero si le pregunto a Alfred, seguro sabe, por lo que me encamino de nuevo a la mansión, por obra de Dios, me la encuentro en las escaleras con el idiota.
- Eleanor– llamo, se detiene, se gira–
- No le creas, mami–
Me sale de atrás El Niño.
- ¿qué sucede?– Preocupada comienza a bajar las escaleras–
- asesinó a Martha– Acuso–
- se estaba muriendo– Se defiende–
- Te dije claramente que no lo hicieras–
- ¡Eso ya no es tuyo!–
- ¡lo es!–
- No, ya no vives aquí, ¡eres un extraño!¿quién eres?– hace una mueca de desagrado– Mi padre no eres–
- Oliver– Lo regaña– Richard no es ningún desconocido en esta casa, y lo tienes que tratar con todo el respeto que se merece–
- pero...–
- pero nada, te recuerdo que él ha cuidado de ti más que tu propio padre, así que pídele disculpas–
-  no lo haré–
- Oliver–
- Yo no hice nada malo. ¡No voy a hacerlo!–
- No le grites a tu madre– Pável reprende. Bueno ¿y este con qué derecho?–
- Ahora, Oliver–
Oliver mira al suelo y después a mi.
- Perdón–
- Podíamos salvarla, Vaquero– el enojo ya no está en mi, Oliver es como mi hijo, no puedo ser duro con él. Esos ojos grises que me miraban con tanto enojo, ahora están llenos de lágrimas–
- No es Justo, ella estaba sufriendo–
- Vaquero...–
- Y ya no tengo 5 años– en eso tiene mucha razón, ya no soy pops, ya no soy tío Rick y mucho menos papi. Tal vez ha olvidado que alguna vez fui yo quien lo escuchó, y si es así estoy agradecido, porque eso significa que ha olvidado todo–
Sube las escaleras corriendo.
- Lo siento, Richard, pero te aseguro que fue duro también para él, yo iba a vender la granja entera y Oliver fue el único que se negó a hacerlo– Eleanor suspira– ah cuidado de tus Animales desde entonces a pesar que es igual a Samael–
- Ya llegamos– Alicia nos interrumpe, al girarme la veo y a los demás–
- ¿estás bien, Eric?– Eleanor baja los últimos escalones para llegar a su padre–
- Si, yo sólo estuve en ese lugar invadido de enfermedades–
- ¿un cigarrillo?–
Samael ofrece sacando una cigarrera de su pantalón.
- No quiero más porquería en mi sistema– Eleanor si toma uno.
- Ya relájate, nadie se ha muero por estar en una granja–
Samael me ofrece y niego.
Todos me miran como si fuera algo maravilloso negarme a fumar.
- Bien...– el escocés prende el cigarrillo de Ell y después el suyo– ¿qué no son los que te gustan?–
- Ricky está dejando de fumar–
Uno tiene que mejorar ¿no?
- Es un hábito terrible...sin ofender–
- Felicidades, Richard, eso es un gran cambio– Eleanor me sonríe tierna–
- Lo sé, es difícil, pero a ella no le gusta, así que...el cigarrillo o Ali–
- Gracias, Alicia, de verdad que nos preocupaba la salud de Richard, no queríamos que muriera–
- Es algo de equipo ¿verdad, amor?–
Asiento.
- Debiste conocerla antes de que quemaras cada alfombra y sofá de esta casa– Samael bromea– Hasta a mi me llegaste a quemar–
- Lo siento– Sonrió– Ya no volverá a pasar–
- ¿y cuánto tiempo llevas sin hacerlo?–
Eleanor me mira atenta poniéndome nervioso.
- Unos cinco meses, más o menos ¿no?–
creo que Alicia sabe realmente la cuenta-
- Si, unos cinco meses. Tuve que darle un vaso de agua con todas las colillas de su departamento–
Todos reímos. Dios sabe que el maldito cigarrillo es mi debilidad, si no lo hice por la mujer que amo, no lo haré por una que acabado de conocer, sin embargo, si he reducido la cantidad que consumo, pues lo hago a escondidas. ¿Por qué no me negué? Quiero sentir de nuevo que te cuiden, porque de Eleanor jamás recibí eso.
-Fue asqueroso–
- ¿tú puedes fumar? ¿Y tus bebés?–
- Si te refieres a la lactancia, Dios dijo que eso no era para mi– Eleanor ríe nerviosa. Con Narcisse le dio tanta pena no poder hacerlo porque simplemente no producía nada, tal vez algún efecto secundario de los medicamentos que consume, y aunque hubiera producido, no iba a poder porque necesitaba seguir consumiendo su tratamiento que suspendió a pesar de ser riesgoso por nuestro hijo–
- así somos menos para compartirte– Pável me revuelve el estómago por su disque broma–
- ¿quieres seguir viviendo? No hagas esos comentarios frente a mi– Eric gruñe, digo lo mismo–
- ¿cómo crees que hice a los bebés?–
- Te lo trajo la cigüeña. Iré a ducharme—
- Vamos a ver a los niños– Eleanor tira el cigarrillo, Samael lo aplasta junto al suyo–
- me emociona saber a quién se parece los mellizos– Sincero–
- Con el que más hice coraje durante el embarazo fue con Sam, así que a él– Eleanor es abrazada por el padre de sus hijos–
- Ya entiendo porqué Narcisse se parece a mi–
- Al parecer mis genes no san fuertes–
- O el laboratorio se equivocó– Samael insiste–
- Ya tienes dos, déjame a Narcisse en paz–
- Definitivamente no es mío– me mira divertido– A ese niño le encanta el contacto físico, y eso lo sacó de ti o de Eric–
- ¿no pudo sacarlo de mi?–Los tres hombres presentes resoplamos, fue un largo camino por recorrer para que Eleanor finalmente se dejase abrazar o acariciar más allá del sexo, y al parecer con los demás hombres en su vida ha sido igual. – Oigan, yo igual soy cariñosa– se hace la ofendida–
- La última vez que me diste un beso solo porque si, fue hace como dos meses– Pável la mira– Hasta aveces creo que te estorbo—
- debe ser, a mi estorbas– me mira, es el primero en llegar a la puerta–
- Es verdad, no me das amor— Samael la aleja un poco de él. De eso no me puedo quejar , si bien me costó que me aceptara, mientras las cosas estaban bien, me daba mucho cariño–
- nadie me enseñó, lo siento– se ríe, Pável abre la puerta -
- No te preocupes, ya sabemos que lo compensas con los autos que nos compras–
¿Igual le da regalos a él? no puede ser.
- ¿es tuyo el auto de afuera?– Cuestiono–
- Si, La Jefa me lo regaló–
- Está genial, ojalá te choques–
- Gracias por tus buenos deseos, envidioso—
- Ja, si como no– la verdad que si–
Subimos hasta la habitación de Narcisse, no ha cambiado mucho, eso le asegura que no ha pasado mucho tiempo desde que me fui.
Sila está ahí, pero como si me presencia le molestara, se retira de inmediato.
Mi hijo está en un pequeño sofá azul viendo un cuento de la pequeña biblioteca que le han puesto, se ve tierno con su chupete. Alza la mirada dejando ver sus extraños pero bonitos ojos, se le iluminan, pero no por verme a mi, se levanta y a pesar que aún su caminar no es Perfecto, trata de correr hasta Samael. El hombre que contrabajo le da cariño a su hijo mayor, lo levanta.
- ¿qué dijimos del chupete?–
Narcisse se lo quita.
- No es para niños grandes– Balbucea en un acento ruso, un poco más marcando que el Oliver–
- ¿ No vas a saludarme?– Llamo su atención tocándole el hombro, se aleja con una mueca y se queja–
- Narcisse, no seas grosero con papi– Eleanor le soba la espalda–
- No quiero a papi Richard–
- claro que si– Eleanor lo lleva a sus brazos y le da un beso, le susurra algunas cosas en su oreja que lo hace reír, se acerca a mi– Anda, ve con papi–
- No–
- Lo vas a poner triste–
- Si, y mucho– finjo una cara triste–
- ¿ves?–
- ¿Como...como...cuándo murió mi pez?–Asiente, y Mi hijo me mira - Si te quiero papi–
Ahora soy yo quien lo carga
- ¿se murió tu pez?–
Suelta un " Si " en ruso.
- Yo lo...yo lo...– Hace un tierno puchero y sus ojos se humedecen– Mi pecesito–
- No llores– Como si eso lo hiciera dejar de llorar– te compraré otro, amigo, tranquilo–
- Lleva una semana llorándole al pez– Ell comenta secándole las lágrimas a nuestro bebé –
- Bueno, hay que llevarlo a que escoja otro. - ¿quieres ir, Narcisse!– le cuestiono– asiente varias veces–
- ¿vas a ir con papi por un pez?–
- ¿Lucifer?–
- ya te dijimos que no le digas así a tu hermano– Samael lo reprende bastante dócil–
- Lio también puede ir– Mi hijo celebra–
- Lio no creo que quiera ir, pero pregúntale– Eleanor advierte, tiene razón, acabo de provocar lo regañaran, seguramente me deteste más de lo que ya lo hacía– ¿vamos con los bebés ?– asiento,  Alicia curiosea a mi hijo–
- Es muy lindo – susurra–
- Lo sé– Sonrío orgulloso,  esa belleza no es por mi, es por su madre–
- presumido– me da un beso tierno, se le ve lo emocionada–
Llegamos a la habitación de los mellizos, es la siguiente a la de Narcisse. Todo está tan silencioso, y el color azul casi blanco hace que haya calma. Hay dos cunas y en una de ellas se pueden ver un par de manos moverse.
- Hemanitos– Narccisse me obliga a bajarlos para correr hacia las cunas.
Mierda, me he perdido esto con Sam y Ell, soy un estúpido, soy un pésimo amigo que no cumplió su promesa con ninguno de los dos. Carajo.
- ¿y cómo se llaman?–
- Él es Alexei– Me acerco a dónde está Eleanor, levanta al bebé que está despierto, no se nota mucho, pero estoy seguro tendrá unos ojos tan grises como el de sus padres.
- y este que se la vive durmiendo es Makari– Los dos sacan a unos bebés tan lindos.
- Ninguno fue niña para mi mala fortuna– Samael recibe una mala mirada de su esposa– es broma–
- ¿a cuál quieres cargar primero?— Ell me mira, sonrío emocionado. Me llevo a los brazos el que está totalmente despierto, son tan pequeños.
- Son muy lindos¿puedo tomar uno?– Alicia pide permiso, Samael le entrega al otro. No lloran, no hacen nada, muy diferente a los llantos de Narccise cuando estaba de este tamaño.
Ya no me quiero ir, quiero ver crece a estos bebés y que me digas papá como una vez Oliver lo hizo, o cómo Narcisse le dice "papi" a Samael . Carajo, quiero regresar el puto tiempo y jamás haber dicho lo que dije.
- Son hermosos, Eleanor–
- Gracias, nos esforzamos mucho ese día– Samael marca su territorio acercándose a nosotros y besando la mejilla de Ell.
- Yo no tuve que esforzarme y mira al Niño– me burlo guiñándole un ojo– seguro se parecen a ti, papi–
Eleanor suelta una risita.
- dudo que ustedes sean los responsables de la belleza de estos niños– Pável habla–
- Que sincero eres– Samael gruñe–
- No digas eso, que aún faltan los tuyos– ¿por qué insiste en tener hijos con este imbécil?
- Prefiero se parezcan a ti– A Samael no le cae bien la idea al igual que a mi, sabe disimular, pero yo lo conozco.– Es tarde ¿podemos irnos?–
Eleanor ve su reloj y asiente
- Si, solo déjame cambio a Narcisse para que se vaya con Richard–
- está bien, te espero en el auto–
Se retira.
- Espera, ¿no irás con nosotros?– La veo levantar a nuestro hijo–
- No puedo, tengo que trabajar. La escolta irá contigo si no te molesta–
No puedo verme tan interesado ¿cierto? Mucho menos molesto ¿verdad? Ella y yo ya no somos nada, solo compartimos al bebé.
- está bien– se retira apretando mi brazo–¿y tú no quieres ir?–
Samael niega.
- No gracias, tengo que quedarme con los bebés–
...................
No presento a Alicia como mi novia a mi hijo ¿qué tal si regreso con su madre? Sería una pena que recuerde que su padre andaba con otra mujer. Sé que es algo muy poco probable que pase, pero no es algo imposible. Dudo mucho tener su perdón, si a Samael aún no lo perdona a pesar de ser el amor de su vida, menos a mi.
Regresamos a la mansión a las nueve de la noche en compañía de George y Daniels, se me fue imposible sacarles información. Tardo un poco más de una hora en hacerlo dormir, ponerle la pijama en un reto enorme. Frederick al terminar nos lleva a la habitación dónde dormiremos. Me detengo en mi habitación, pero él sigue, ¿qué carajos? Sigo mi camino antes que se dé cuenta ¿me llevará a una de invitados? ¿Pero que le sucede?efectivamente, nos abre la puerta de una simple habitación de huéspedes, agh.
- Hay un mini refrigerador con golosinas y sodas. Hay agua caliente, sabanas limpias y productos de aseso personal en el cuarto de baño– Alfred indica cómo si esto fuera un hotel–
- ¿igual servicio a habitación?– Lo molesto cuando Alicia se aleja de nosotros–
- Para usted si, señor–
- ¿dónde está? Quiero mi habitación–
- Gracias a mi, usted no tiene habitación aquí, señor– me mira como jamás Alfred me había mirado, molesto– lo creí del señor Ryman, pero de usted– Niega– agradezca que no lo envié a un hotel–
- Alfred...–
- Frederick– Me interrumpe– Déjeme decirle que, usted y el señor siguen aquí porque yo lo he permito. Que descanse–
Cuando sale cierra la puerta.
- ¿qué te dijo?– Mi novia me cuestiona sacando cosas de su maleta–
- El desayuno mañana no lo sirven, nos toca comer en la cocina–
- bien, ¿qué haremos mañana después de ir de compras?–
- No lo sé, lo que desees, cariño– Me siento a la orilla de la cama.–¿estás cansado– me llega por la espalda–
- Si, un poco– Quiero mi habitación. Me acaricia el pecho, me besa el cuello mientras sus manos bajan a mi pantalón– ey, alto ahí–
- ¿qué?–
- aquí no–
- ¿por?– ríe– Lo hacemos en la base ¿y aquí no?–
- puede venir el mayordomo y vernos cogiendo, no quiero eso o los niños, no sé–
Me levanto
- iré con Sam, tal vez cuando regrese cambie de opinión– me giro un poco para darle un candente beso–
- Te detesto–
- yo sé que no–
Al encontrar a Sam en su estudio, donde sé que todos los libros están En inglés y algunos en francés, me mira por uno segundos y sigue con lo que esté haciendo.
- ¿y Eleanor?–
- Con Pável–
- pero dónde–
Se encoge de hombros
- No han llegado, supongo haciendo un bebé en algún motel– su tono de voz me indica que está molesto–
- ¿y tú qué haces?–
- que te importa, Richard–
- Hace algunas horas me tratabas bien ¿ahora que hice?–
- No seré grosero frente a tu novia, imbécil–
- Eso supuse– me siento en una de las sillas– Ella es linda ¿no?–
- No me gustan las mujeres altas y rubias–
- pero es bonita– tampoco a mi, créeme–
- Me distraes, Richard–
- ¿qué haces?–
- que te importa–
- Sam–
Suspira, se restriega la cara con la mano
- Richard, ya no soporto tu presencia ¿bien? Es como si te volviera a conocer, y sabes que te detestaba cuando te conocí–
- ¿a si?–
- Si–
- pues sería una lástima que se enteran que cogiste con el tipo que detestas–
Se mofa
- Yo no tengo la pinta de machito– se levanta, camina hasta mi y se apoya en los brazos de la silla– ¿crees que fuiste el primero? Soy yo quien fui tu primero, ¿o no?– se acerca más– Sería una lástima que se enteren todos que el macho de Richard Greene ah cogido con un hombre–
Maldito, tiene razón, le vale una mierda lo que digan de él, es más, aveces creo fielmente que la heterosexualidad de Samael no es al 100% o simplemente lo hace para joder.
Por lo cerca puedo ver cómo sus pupilas están tan dilatadas, debe estar hasta arriba de coca.
- No me amenaces–
- solo di que extrañaste a tu Americano favorito–
- Ya te he sacado de mi vida–
- ¿si?–
- Si–
Asiento, me paro haciendo que retroceda.
- ¿así de huevos, Sam? Te conviene tenerme de amigo– Lo hago retroceder más–
- Tú no me sirves de nada– Espeta con esa mirada tan altanera que tiene–
- ¿estás seguro, Niño bonito?–
- Si, americano imbécil– se detiene al pegar con el escritorio–
- ¿quieres ver a tus hijos crecer en esta casa o prefieres lejos de aquí?– me mira sin entender– corto más la distancia, me acerco hasta su oreja–
- seria una lástima que ella se enterara lo que le sucedió a Oliver– intenta empujarme pero no me dejo–
- tú también lo ocultaste–
- pero yo ya no vivo aquí, a mi ya no me importa lo que esa niña crea de mi–
- Te odio–
- pues no lo hagas tanto, que abriré la boca y este númerito de buen esposo se te va a la mierda– le tomo del hombro– ¿soy tu amigo, Sam?–Me mira con ganas de matarme– ¿Sam?–Asiente – Perfecto– está drogado, así que esto sería prácticamente abuso, pero mi yo antes de conocer a Ell y un poco del de ahora, lo cree correcto, así que, a pesar que ni siquiera me quiere cerca, estampo mis labios con los de él.
Se resiste al principio, pero termina siendo él quien toma el control metiendo su lengua. ¿Por qué es el único hombre al que no le tengo asco? Si fuera otro, seguramente lo mato a golpes si trata de hacer algo parecido.
Quita sus manos del escritorio, al notar movimiento entre nosotros me detengo.
- ¿qué haces?–
- Te fuiste mucho tiempo, de castigo vas a chupármela–
- Ni en mil años–
- Tú metes tu verga en una desconocida– Se gira y cuando regresa tiene un vaso con whisky– para que se te abra la garganta–
Mierda
- Alguien puede entrar–
- Es más divertido así– Carajo– Tú guardas mi secreto y yo guardaré este–
Le arrebato el vaso y me acabo el contenido
- No soy estúpido. Quieres asegurarte que cierre el pico– Se sorprende al verme hincándome– Pero está bien, trato Justo–
- Era Broma, Richard, jamás me han...– Ahoga lo que iba a decir, porque lo que estoy haciendo ahora mismo, sería la razón por la que mi padre me rompiera la cara– maldita sea–
He visto a Samael coger, pero provocarlo, es un nivel de morbo diferente. Al pasar unos minutos, que me parecen eternos, comienzo a sentir algo que realmente no quiero imaginarlo dentro de mi boca, pero como si la maldita jirafa frente a mi me leyera la mente, se viene en mi puta boca. Me alejo de él, pero antes que pueda escupir, ya lo tengo encima cubriéndome la boca con fuerza.
- Solo así vas a tener la boca cerrada, Greene. Trágatelo– Presiona cada vez más, hasta que ve como me lo paso, me suelta, y antes que esa estúpida sonrisa de haga más grande le jalo de la camisa para besarle con aún un poco de él en mi boca que termina en la suya.
- ¿crees que me molesta? A Eleanor le gusta hacer eso–
Se para, se arregla la ropa y me da la mano.
- Maldito– hago lo mismo– me trataste como una zorra–
- ¿qué no eres eso? vienes aquí presumiendo a una americana rubia ¿qué querías con eso?–
- ¿celoso?–
- por favor. Mejor vete a coger con tu Novia después de chupármela–
- Mejor con tu esposa ¿no?–
- ¿qué dijiste?–
- que mejor cogeré con tu esposa– sonrío–
- No te atrevas–
- ¿y a ese ruso si se lo permites? Pues que imbécil eres–
-No te importa, tú ya tienes novia, déjala en paz–
- Es broma, Sam, Eleanor a mi ya me da igual, ni siquiera me gusta ya–
Me mira, no me cree mi mentira, me vuelvo a sentirá y él tras su escritorio.
- pues ya que tu novia tiene más tetas que mi Eleanor, supongo que es cierto – Hace una mueca– No esperes a Eleanor si es que la buscas, no tiene hora de llegada– comienza a recoger sus cosas, de nuevo se para– si se te escapa algo, le diré a todos que somos novios–
- Nadie te va a creer–
- Cuando te trate como tal, me van creer. Buenas noches imbécil–
Checo la hora, no es tan tarde, son las once.
Después de tantas horas de espera, termino en la cocina, tomaré un vaso de limonada y me iré a dormir. Me sirvo un vaso y saco unos dulces, regreso al taburete, prendo un cigarrillo. No tengo sueño a pesar de ser casi las tres de la mañana. La única forma que podía y puedo conciliar el sueño y descansar es con Ell, ¿por qué? No lo sé, tal vez le estoy dando mucha importancia en mi vida a una mujer que ya no me quiere.
- ¿no que ya no fumabas?– me acomodo dejando de apoyarme en la isla. Viene de la misma forma que se fue con ese vestido floreado y converse. Suelta una risita abriendo la nevera y sacando una botella de agua– Es tarde ¿acaban de llegar?–
- ¿tú acabas de llegar?–
- Ajam–
- ¿a esta hora?¿A dónde fuiste?–
Toma de la botella y suspira, está acalorada, espero que no sea lo que estoy pensando.
- fui a un bar con Pável a ver un partido–
- cierto, el partido–
- ¿no lo viste?–Niego – ¿y el bebé?–
- durmiendo hace horas–
- Perfecto, yo ya me iré a dormir, descansa, y que tú novia no te vea–
- espera– Hablo de inmediato, ¿cómo la retengo aquí? Piensa Greene– ¿por qué no tengo mi habitación?–
- ¿no?–
- No–
Ríe nerviosa.
- Bueno, Frederick me dio algunas razones para no dártela–
- ¿no me digas?¿le haces caso a tu mayordomo?–
- Uy, ya regresó el Richard malo. Me dio razones válidas–
- ¿cómo cuáles?–
Suspira
- que ya no merecías una habitación porque una: ya no somos nada. Dos: solo eres el papá de mi bebé y tres: lo confirmaste con tu novia–
- pero somos amigos–
- Los amigos se quedan en habitaciones de invitados–
Hago una mueca. Me pongo nervioso al verla acercarse.
- No está tan mal esa habitación–
- pues no es la mía–
- Lo siento, no quiero que Fred me regañe– me quita el cigarrillo de los dedos, le da una calada– no deberías engañar a tu novia–
Me tira  el aire en la cara–
- ¿quieres dulces?–
- ¿me invitas de los dulces que robaste? Son míos– Ríe tomando un par–
- No es tan sencillo dejarlo–
- Si te importa, deberías intentarlo, ella lo hace para tu bien. Oye, que bonita es– le quita el exceso al cigarrillo–
- Por eso es mi novia– hablo obvio–
- Obviamente– me regresa el cigarrillo–
- Tus bebés son muy bonitos–
- Gracias, hago bebés bonitos ¿no crees?–
- Si– Los dos reímos– a pesar de cómo hicimos a Narcisse, es bastante lindo–
- Ya deberías darle uno a tu novia, quería comerse a los Míos–
- Ah, es que ella no puede tener hijos- se ruboriza–
- lo siento yo no sabía...perdón–
- No te preocupes, es la novia perfecta, bonita, le gusta coger y no se embaraza–
- Eso si. Después del bebé con Pável, haré lo mismo–
- oh antes si quieres–
- nah, si quiero tener un bebé con él–
Se me revuelve el estómago.
- No parece un buen padre– le jalo el taburete para que se siente, ella obedece.– Para nada-
- Es tierno, y se preocupa por sus hijos–
- lo dudo–
- ¿cómo has estado, Richard? Por mensajes no dices mucho–
- Extrañándote, obviamente–
- Que Gracioso, pero no viviste al cumpleaños de mi hijo. Se sintió mal, Richard, te quería aquí–
- ¿Oliver?–
- Te extraña mucho, se enojó conmigo y dijo que por mi culpa te fuiste–
- pero eso no es verdad–
- Es solo un niño,  te quiere más de lo que crees–
Se mete otro dulce a su boca.
- ¿y tú no me extrañaste?–
- Mmmh no mucho, me preocupaba que estuvieras solo por ahí, pero me alegro saber que estás acompañado–
- Gracias...pues yo si te extrañaba–
- Gracias– ríe–
- ¿en serio ni un poquito?–
- Un poquito si, estaba sentimental por los mellizos– los dos reímos– Bueno, yo ya me voy– se baja del taburete, la detengo atrayéndola hacia mi–
- quiero seguir hablando contigo–
- de lo único que nosotros podemos hablar es de nuestro bebé, eso puede esperar a mañana–
- Igual de otras cosas– 
- No creo–
- Yo creo que si–
- Richard Greene– me regañan alejándose–
- ¿qué?–
- Tienes novia, y aunque hace mucho no escuchaba ese tono de voz, si me acuerdo–  bajo y antes que pueda irse, ya la tengo de la cintura– Ya andas de zorro–
- Tú querías que volviera ese Richard  ¿no?– la acorralo con la isla  de trasera– te ves hermosa en este vestido–
- Richard– gruñe–
- ¿qué?–
- ya basta, respeta a tu novia por el amor a Dios–
- No quiero– Bajo hasta su hombro, llego hasta su cuello–
- ¿qué ella no es celosa?–
- Preciosa, si tú eres la competencia, obviamente es celosa– restriego mi verga en su trasero levantando ligeramente el vestido.
- aquí no, ya cálmate–
- Bien, aquí no– La levanto de la cintura para llevarla dentro de la despensa– aquí si–
- Richard...–
- aquí nadie nos ve, y yo ya no aguanto–
- Está bien– sonríe–
- ¿en serio?–
- Si– Carajo. Pongo seguro a la puerta y antes que se arrepienta ya la tengo contra la pared probando esa linda y cálida boca, me toma de las mejillas como me gusta, me pasa la lengua por los labios y sonríe, regresé a mi cielo.
- ¿me extrañaste?–
- puta madre, Eleanor, obviamente que si– ríe tan cínica que me encanta–
Me desabotonó la camisa más rápido que nunca, sin despegarme mucho de ella dejo que me aprecie, sus manos sobre mi piel me enciende cada vez más. Al alzar la mirada niega y quita sus Manos.
- tienes novia–Se arrepiente – y yo no me meto con hombres que tienen novia o esposa. Lo siento–
- ¿es eso o ya no te gusto?– Me molesto, le tomo la mano para ponerla sobre mi verga dura– pues a mi me sigues gustando–
- Tienes novia–
- y tú esposo. No se tienen que enterar–  Me mira, me mira y me mira–
- parecer perro en celo, y tienes con quién hacerlo. No tenemos condones–
- Si te embarazas, me quedo–
- o me compras una pastilla– frunce el ceño–
- lo que desees– me acerco a ella con una sonrisa que se le encanta, beso su mejilla y cuello para llevar una de mis manos a los tirantes de su vestido, lo jalo, me alejo y mi verga brinca de solo ver ese pecho descubierto, babeo de solo verlo, quito el otro y parece que voy a desmayarme. Dios mío.
Eleanor me saca de mi burbuja de lindos pezones jalándome de la camisa.
- ¿vamos a hacerlo o te quedarás ahí como idiota?–
- Perdón– la cargo para que enrolle sus piernas en mi cintura–
- Perdóname tú por ser un pitufo y hacer esto muy incómodo–
- Nada de eso, preciosa, así te tengo más cerca de mi, y mi verga no es tan corta para hacerlo imposible– sonríe tierna llevando sus brazos a mis hombros, con ella agarrándose y con ayuda de la pared, se me es posible poder desabrochar el cinturón y el pantalón. Trato de no parecer urgido, pero es que quiero ya estar dentro de ella. Hago a un lado sus bragas y comienzo a introducirme es su mojado coño.
Dios mío, apoyo mi mano en la pared para ver como su pequeña boca se abre, paso mi pulgar sobre sus precioso labios para comenzar a moverme, esto es el maldito paraíso o el puto infierno porque dudo haya tanto calor en el cielo. La quiero tan cerca de mi que la acorralo más contra la pared y mi cuerpo, sus pechos rozan con mi piel y en mi oreja puedo escuchar sus dulces gemidos. Se aleja dejándome apreciarla por unos momentos, maldita sea vestido. No sé cómo rayos sucede, pero termino sin camisa. Me besa como tanto extrañaba, pero ante tanto deseo siento dolor en mi labio y el sabor de la sangre en mi boca.
- ¿eres mío, Tony?–
Dios sabe que si.
- Si, niña linda, sabes que si–  
- ¿mi Tony?– me cuestiona lo obvio entre jadeos y chillidos que yo provoco–
-Tu Tony–  me sonríe como esa mujer que me encanta que me monte, yo estaré llevando el ritmo, pero ella está dominándome, me marca como quiere y como me gusta, me besa, y me deleita con sus gemidos. 
- No hagas tanto ruido– Me tapa la boca– Shhh, Tony– Dios, que rico, ah propósito no guardo silencio para que no quite su mano. La embisto tantas veces puedo con rapidez y dureza para provocar esos chillidos que me encantan, pero después de meses sin tenerla, resulté ser un maldito puberto precoz, por suerte, Mi niña linda no tarda en venirse. Termino con un gruñido del fondo de mi garganta pegando mi frente a la pared, esperando que todo mi líquido entre en ella, yo no me voy de aquí hasta que quede embarazada pero de mi, porque de ese ruso jamás.  Nuestras respiraciones están terribles, con trabajo y podemos respirar. 
- ¿estás bien,Tony?–
- Sí, niña linda– Le sonrió mirándola– eres increíble–
- Yo...creo que no debí– me toca el labio, el cuello y el pecho– perdóname, te meteré en problemas–
- No te preocupes, no pienso tocarla mientras esté contigo– Salgo de ella para dejarla en el suelo– Solo tuyo–
- Eso es muy dulce, Tony– me besa el pecho, donde puede alcanzarme. Se acomoda el vestido y se siente en el suelo, hago lo mismo, no podemos salir así de sudados y alterados–
- ¿un cigarrillo?–
- Mejor hagámoslo de nuevo–
- ¿qué?¿Ahora?– me sorprende–
- ¿no quieres?–
- Obvio que si– no me da tiempo de pararme, ella gatea hasta mi– Esto es mucho mejor–
- ¿esperamos más o ya estás listo?–
- No me ofendas– bajo de nuevo su vestido, y esta vez si me las meto a la boca, las saboreo, las adoro, son deliciosas, podría estar aquí pegado todo el día.
- con este bronceado que tienes, pareces a mi amigo Alemán– me detengo, ¿acaba de compararme? Alzo mi rostro–
- ¿si?–
- ¿Vas mucho a la playa?–
Relájate,Richard.
- No necesariamente, es California–
- Pues me gusta– Me comienza a quitar lo celoso con sus besos y movimientos de caderas rozando con mi verga, me va a montar, Dios.
- necesito...que te quites esto— Sin preguntarle saco el vestido– así está mejor–
Ríe, mientras me besa saca de mi erección, pone una mano frente a mi, la entiendo, escupo en su mano y unta mi saliva sobre mi verga, se introduce lentamente volviendo a provocarme todo en un solo momento.
Cuando comienza a montarme yo solo estoy aquí tratando de no morirme, pero carajos, se siente tan  rico, es incomparable. Su cuerpo me vuelve loco, es bellísima, bajo mis dedos hasta ese botón que sé muy bien lo que provoca, chilla, me levanto hasta poder estar junto a ella abrazándome. Me besa y juega con mis cabellos  a como quiere. Vuelvo a apoyarme en los estantes de madera, ella se detiene permitiéndome a mi embestirla varias veces, jadea en mi oreja volviéndome más loco, sigo haciéndolo tomándole del trasero con fuerza, la veo agarrarse del estante y con el movimiento se cae una lata que golpea Justamente la mano que Tenía en el suelo.
- mierda–
- Rick, Dios– hace que pare para verme la mano–
- No es nada–
- Rick–
- que no es nada–
La alejo de mi hasta hacerla apoyarme en mis piernas, puedo acariciarle todo mientras ella se clava mi verga. Me toma la mano que me he lastimado para besarla. Minutos más tarde vuelvo a llenarla de mi convidándome con ella.
- debe dolerte, Tony. Siempre tienes que lastimarte–
Me rio,
- solo han sido algunas veces– acaricio sus pechos– Vamos a mi habitación, podemos tener más que dos polvos–
- No, Tony, pero gracias por la oferta, debo dejarle algo a...¿cómo se llama?–
- Alicia–
- Alicia, si– me acaricia la barba– Que Nadie lo sepa ¿si?– Asiento– ¿cuándo te vas?–
- cuándo quieras que me vaya, niña linda–
- Rick– suelto aire
- Pedí permiso para una semana–
- Entonces será fácil para ti, porque esto no se repite–
- Ya veremos– se pone el vestido y se levanta–
- Mi Tony– me besa acariciando mis ante brazos–
- Sabes que tuyo–

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