Lucy se apresuró por las escaleras del edificio de Annie, tratando de recordar dónde había dejado su chaqueta. A medida que subía, pensaba en lo mucho que odiaba tener que volver sobre sus pasos, especialmente después de haberse despedido de su amiga hace apenas unos minutos. Al llegar al piso de Annie, Lucy se detuvo brevemente para recuperar el aliento. Fue entonces cuando notó que algo estaba fuera de lugar.
Annie estaba parada frente a la puerta del departamento que estaba al lado del suyo, abrazada con un hombre. Lucy se quedó paralizada, sintiendo como si el tiempo se hubiera detenido. El hombre parecía tener unos pocos años más que ellas, pero eso no era un problema, pues no eran ningunas niñas.
Aun así, Lucy se sintió incómoda al verlos abrazados de esa manera, porque sentía que lo conocía. Lo conocía de algún lado... ¡Oh! Recordó de repente. Y lo siguiente que apareció en su cabeza fueron simplemente preguntas, preguntas y más preguntas.
¿Era una relación inapropiada? ¿Se estaban aprovechando el uno del otro de alguna manera? Lucy no sabía qué pensar. Annie y el hombre se dieron cuenta de la presencia de Lucy y se separaron rápidamente. La peli castaña miró a su amiga como si hubiera visto un fantasma.
- Yo... Lucy... No es lo que parece... - Fue lo primero que atinó a decir, pero se arrepintió instantáneamente. Qué tontería. Pensó. No es como que pueda parecer otra cosa. Ahora pensará que la estoy tomando por tonta.
Efectivamente, Lucy se sintió ofendida por el comentario.
— Oh, vaya, entonces solo te estabas despidiendo amistosamente de nuestro profesor antes de ir a dormir, ¿verdad? — contestó, saliendo de su trance. — Del que, por cierto, habías olvidado avisarme que vivías en el mismo edificio. Vaya secretito que te tenías guardado. — Finalizó. Lo cierto era que Lucy no sabía realmente por qué estaba enojada. ¿Debía estarlo? No era su vida, de todas formas, y tampoco podía esperar que la amiga que había conocido hacía apenas unas semanas le contara todos los secretos de la suya, pero aun así no se sentía bien con el asunto.
La sensación que le vino al estómago cuando los vio había disminuido, pero no se había ido del todo aún.Más calmada, luego de soltar su comentario, Lucy comenzó a analizar sus propias sensaciones, y se dio cuenta de que no era la primera vez que se sentía de esa forma. No, de hecho, le había sucedido años atrás, cuando al entrar a la universidad, vio como otra chica le daba un beso en la boca al muchacho que le gustaba.
¿Acaso estoy celosa? Tuvo que preguntarse, olvidando por un momento que era su profesor en quien estaba pensando. Era guapo, claro, pero eso no era realmente lo que le importaba a Lucy. No, la sensación era incluso más profunda que eso, esa sensación de siempre quedarse atrás, de ver cómo las otras chicas le ganaban los "buenos partidos" que se cruzaba por ahí.
Era su propia autoestima, claro, la que provocaba que se sintiera de esa forma. Eso, y que no tengo nada de suerte en el amor. Admitió para sí misma, apretando los puños.
Un poco más calmada, luego respirar hondo y decirse que nadie tenía la culpa de sus desgracias, agregó:
— No diré nada a nadie. — provocando que los dos aludidos, quienes habían bajado la cabeza como dos niños descubiertos por su madre, luego de cometer una travesura, la levantaran sorprendidos. Si no hubiera estado esforzándose por mantener una imagen estricta, definitivamente Lucy hubiera cedido a sus impulsos y soltado una carcajada ante el gesto sincronizado. — Sin embargo, quisiera una explicación. — Agregó con el mejor tono estoico que pudo. No sería buena en el amor, pero al menos no iba a perderse los chismes de otros, ¿no?
La pareja, luego de verse atrapada con las manos en la masa, no tuvo otro remedio más que asentir afirmativamente.
Por su parte, Lucy, contenta de haber obtenido lo que quería, se preparó mentalmente para escuchar la historia. Sin embargo, luego de un fuerte regaño por parte de una vecina, la conversación debió continuar adentro, en el apartamento de Spencer. Al parecer, el encuentro en el pasillo había ocasionado más ruido del que habían pensado. ¿O es que acaso las ancianitas tenían mejor oído que los jóvenes?
En cualquier caso, el agente del FBI se disculpó con su vecina, y sintiéndose muy avergonzado, y que jamás había tenido problemas con nadie en el edificio, invitó a las dos chicas a entrar. Sintiéndose cada vez más segura con el poder que su recién adquirido conocimiento le daba, Lucy se atrevió a comentar sin rodeos.
— Bueno, es mucho menos lujoso de lo que esperaba para alguien que tiene dos trabajos. — dijo la rubia, ganándose un codazo de su amiga, quién se había recuperado ya del susto inicial. Incapaz de contenerse ya, Lucy se echó a reír, desconcertando a sus anfitriones, que todavía no sabían muy bien como tomarse la situación. — Oh vamos, solo es una broma, y ya les dije que no le diré a nadie. ¡Solo quiero saber!
— Lucy... ¿Qué es lo que quieres saber, exactamente? — Preguntó Annie.
— Bueno, ¡todo! ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo pasó? ¿Están realmente enamorados o es... ya saben, por conveniencia? — dijo, ganándose una mirada de enojo de parte de sus interlocutores. — Oh vamos, no me miren así. Yo no estoy enterada de toda la situación como ustedes, por eso pregunto. Es que... Es que... me da curiosidad. — admitió con un par de lucecitas brillándole en los ojos, revelando al tiempo que su excesiva preocupación por las vidas ajenas era, probablemente, la causa de sus propios fracasos amorosos.
Los enamorados, por su parte, voltearon a verse el uno al otro, como buscando una confirmación de si sería sensato contarle todo a alguien como Lucy. Spencer buscó en Annie alguna señal, ya que era su amiga de quién estaban hablando. La chica, por su parte, buscó en él sus habilidades de perfilador, esperando que estas fueran capaces de determinar cómo proceder a continuación.
Incapaces de encontrar nada más que desconcierto en la cara del otro, soltaron un suspiro al unísono y le indicaron a Lucy que se sentara en el sofá.Una hora más tarde, la inesperada invitada temblaba de emoción.
- Oh, se conocieron en una biblioteca. Es de esas cosas que no le pasan a nadie, casi parece ficción. ¡Qué lindo! - Exclamó, imaginando la situación. - No es justo, ¡yo también quiero que me pasen cosas así! - Finalizó con un puchero, lo que provocó que Annie y Spencer rieran.
- Bueno, quizá deberías pasar más tiempo en bibliotecas para eso. - le contestó su amiga. - En cualquier caso, Lucy, por favor no le digas nada a nadie, al menos hasta que termine el semestre. Es un poco complicado, pero realmente queremos estar juntos, así que...
- Lo sé. Tranquila, tienes mi palabra. Después de escuchar la historia puedo ver lo bien que se ven ustedes dos juntos. Tienes mi palabra, no le diré a nadie. - Sonrió ella, tranquilizando a ambos.
Como ya se había hecho muy tarde, Lucy fue invitada a quedarse a dormir en el apartamento de Annie, y en la mañana, a pesar de haber recibido también una invitación a desayunar, se fue temprano. No es que no tuviera ganas de quedarse, pero con todo lo chismosa que podía llegar a ser, quería respetar aun así la privacidad de su amiga y su novio, especialmente sabiendo que este sería su último fin de semana de convivencia, antes de que él tuviera que volver a un trabajo en el que se la pasaría viajando y poniendo su vida en peligro.
Una vez en la calle, Lucy comenzó a caminar en dirección a su propia casa, que no quedaba demasiado lejos de allí. Luego de dar tres o cuatro pasos, suspiró. Realmente se sentía sola.
Ponerse feliz por los demás es genial, pero... me gustaría que al menos alguien estuviera interesado en mí. Eso fue lo último que tuvo tiempo a pensar cuando una mano la tomó con brusquedad del brazo y la arrastró hacia un callejón medio escondido entre dos edificios, tapándole inmediatamente la boca para impedirle gritar.
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Chan chan chaaaaan xd
Espero no haya sido muy corto, estoy medio mal de inspiración estos días... Es decir, el esqueleto de la historia ya lo tengo todo planteado, así que tranquilos que, aunque sea a paso de tortuga, la historia llegará a su fin. El problema es que a la hora de ponerme efectivamente a escribir, no logro decir las cosas exactamente de la forma en la que quisiera. Pero bueno, ya pasará el bloqueo.
¡Ojalá hayan disfrutado del capítulo! Voten si les gustó y sigan la historia para no perderse de los próximos capítulos (que sí, mejor tarde que nunca).
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Miedo (Spencer Reid)
FanficLuego de un año de la muerte de Maeve, Spencer conoce a alguien especial en la biblioteca, con ojos y palabras cautivadoras. La química surge de inmediato pero, ¿podrá el joven genio superar sus miedos y traumas del pasado para volver a enamorarse? ...