Miedo (Spencer Reid)

Parte 14

Advertencia: voy a tocar algunos temas delicados en este capítulo. Leer a propia discresión.

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Una vez conseguida el alta en el hospital, Spencer fue llevado a su apartamento por un séquito de siete personas, que consistía en todo su equipo y Annie. Abrieron la puerta del apartamento y ayudaron al convaleciente a sentarse en su sofá.

- Uf, Reid, el aire aquí está muy encerrado. Deberías abrir las ventanas de vez en cuando, Annie se va a asfixiar. - comentó JJ, haciendo ademanes con la mano, como para abanicarse. 

Los aludidos, por su parte, se miraron y rieron, pues sabían que ambos vivían en las mismas condiciones. Luego de un rato, y no sin antes intercambiar números de teléfono con Annie, para que los tuviera ante cualquier eventualidad, el equipo de la UAC se retiró del lugar.

A partir de ese momento, la situación fue un poco tensa, ya que ninguno de los dos había olvidado el episodio ocurrido en el hospital, y mucho menos el de la mañana. Sin embargo, llámalo cobardía, llámalo timidez, o incluso falta de experiencia, ninguno de los dos se atrevió a decir nada. En lugar de eso, ambos evitaron mirarse por un rato, hasta que una lamparita brilló sobre la cabeza de Spencer. 

- Ah, es cierto. ¿No querías que te ayudara con estadística? - sugirió él, con la esperanza que de algunos números, con los que siempre había sido bueno, ocuparan su mente y le quitaran de encima el peso de la situación. 

- Oh, es cierto. Claro. Voy por mis cosas y vengo enseguida. - replicó ella, levantándose rápidamente. 

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Por otro lado, en las oficinas del FBI en Cuántico podía escucharse un coro coordinado por parte de los miembros de la UAC

— ¡¿Qué!? - casi gritaron todos al mismo tiempo, cuando Hotch terminó de hablar.

— ¿En serio me vas a decir que casualmente tienes un amigo en inmigración que casualmente te contó de los nuevos aspirantes extranjeros que había este año, que casualmente creaste un perfil de Annie luego de leer su expediente y que casualmente le pediste a tu amigo que lo arreglara todo para que, en lugar de vivir en el campus, viviera en el mismo edificio Y piso que Reid? — Puntualizó García, haciendo especial énfasis en los "casualmente".

— De hecho, sí. — Sonrió Hotch, acontecimiento verdaderamente memorable, ya que solía permanecer con la cara sería. — De hecho, eso no es todo. Cuando le dimos el día libre a Reid y él sugirió que iría a la biblioteca, asumí que iría a la que queda cerca de su casa, por lo que le envié un mensaje a mi amigo y le pedí que llamara al encargado de guiar y asesorar a los estudiantes extranjeros de la Universidad, y que le sugiriera a Annie ir a la biblioteca también. — agregó, dejando a todos completamente atónitos.

Luego de unos segundos de mantener la sorpresa, Morgan comentó:

— Tenemos un jefe realmente demoníaco — En voz baja, pero con la intención de que lo oyeran.

— Pues yo diría que es algo más como un cupido — Rio, JJ, nerviosamente.

— Espera, pero si Reid se entera de esto...

— No tiene por qué, y de todas formas, yo no forcé nada. — Se defendió el jefe de unidad. — Si no había posibilidades de que hubiera nada entre ellos, simplemente no hubiera pasado nada. Yo simplemente facilité las situaciones para que se conocieran, lo que surja a partir de ahora es su responsabilidad.

— Y vaya que están surgiendo cosas — comentó Morgan con una sonrisa pícara — ¿Les conté lo que pasó en el hospital? — dijo, captando la atención de todos hacia él.