Amor de Verano +18 ©JJK

015

— ¡Jungkook! —llevo mis ojos hacia la ventana— ¡Vamos al río a nadar, vente! —estaba segura de que era uno de sus amigos.

Bajo la mirada, ni siquiera se había movido. Había estado toda la mañana trasladando sacos desde el almacén de las instalaciones hasta el del pueblo, y ahora estaba dormido mientras yo boceteaba siguiendo las órdenes de Juna.

— Jungkook... —dejo el lápiz a un lado para pasar mi mano por su pelo— Te están llamando para ir al río.

Tenía su cabeza en mi regazo y se abrazaba a mí con fuerza. Era extraño, nunca antes había estado así con alguien.

Se mueve quejándose. Eleva su rostro para mirar hacia la ventana abriendo solo uno de sus ojos con dificultad. De nuevo volvían a gritar su nombre en el exterior.

— No quiero ir... —vuelve a bajar su cabeza.

— ¿No te vendría bien el agua fría para los brazos? —asiente con los ojos cerrados— Pues vete.

— ¡Jungkook! —golpean la puerta.

Él gira sobre la cama haciendo que cerrara el cuaderno para dejarlo en la cama. Se queda sentado mirando a un punto fijo mientras me levantaba para ir a la puerta. Al abrirla todos estaban ahí hablando entre ellos.

— Oh, señora Jeon, disculpe la intrusión —Yoongi se adentra para ir al sillón.

— ¿Dónde está? —pregunta Jin.

— Preparándose en la habitación —antes de que pudiera cerrar la puerta alguien la empuja.

— ¡Hola! —Juna se adentra como Dal, quien parecía agotada.

— ¿A qué viene esa cara? —me mira.

— Es incansable... —solloza abrazándome— Necesito que vuelvas.

— No te quejes, me vuelvo mañana a Seúl —lleva sus manos a sus ojos— Os echaré de menos —me mira rápidamente— ¿Has hecho bocetos?

— Tres —celebra aplaudiendo.

— ¡Vamos a verlos! —choca con Jungkook cuando él sale de la habitación.

— Juna... —habla con cansancio.

— Quita —lo aparta para entrar a la habitación. Jungkook suspira dejando una toalla en su hombro.

— ¡Nos vamos! —todos se levantan para marcharse.

— Hoy no van los niños —dice Taehyung saliendo.

— Mejor, así no tenemos que vigilar que se ahoguen —Jimin le sigue.

— ¿No queréis venir? —Jungkook se detiene a nuestro lado. Miro a Dal, ella asiente.

— Vamos en cuanto veamos los diseños —asiente.

— Está bien, no te olvides la toalla —asiento con una sonrisa.

Se acerca hasta dejar sus labios sobre los míos de forma suave. Le doy una sonrisa a Dal cuando nos mira con una mueca molesta antes de girarse hacia la habitación. Corro hacia ella agarrándome a su brazo.

— Ahora me has cambiado por tu novio —me abrazo a ella— Me siento apartada.

— Es que es muy dulce... —me da una mueca desagradable.

— ¿Jungkook dulce? —asiento— Pero si da miedo.

— No lo da —miramos a Juna ver los bocetos sobre la silla— ¿Te gusta alguno? —asiente.

— Este —me lo muestra.

— Yo había pensado que en vez de vuelo en la falda, podrías llevar algo más ceñido.