Amor de Verano +18 ©JJK

012

NARRADOR.
Chul y Jia estaban en segundo plano, y detestaban esa posición. Nadie había pasado desapercibida la extraña conexión que habían desarrollado Jungkook y _________, y a ambos les molestaba.

Chul se sentía derrotado, se suponía que él era quien debía haber conseguido a la chica, pero una vez más Jeon Jungkook había sido más ágil en sus dotes de seducción. Su odio por el hombre de ojos oscuros iba en aumento cada hora que pasaba.

En su infancia comenzó a desarrollar un sentimiento fuerte y angustioso por aquel niño distante y frío al que todos intentaban acercarse. Él fue ignorado, todos querían conocer al chico nuevo que algún día sería dueño de la mayor fortuna del país, por eso comenzó a abalanzar su ira sobre él. Descubrió el secreto que hacía a Jungkook tambalear y lo usó a su contra durante años, pero aún así seguía quitándole a todas las mujeres a las que él veía.

Por otro lado Jia era una de las miles de mujeres que se insinuaban a Jungkook, pero que nunca conseguían nada. A los ojos del hombre que le gustaba solo era una desesperada que no valía la pena; aunque ella nunca se daba por vencido.

Desde el primer día que vio a _________ supo que le causaría problemas. Siempre la había visto vulgar por no callarse o por no importarle mancharse la ropa en los juegos con aquellos niños a los que detestaba.

Si aún seguía aquí era porque quería conseguir a Jungkook.

Ambos sentían rencor y odio por aquel par de jóvenes confusos e inexpertos que comenzaban a aceptar que sus corazones latían al mismo ritmo. Ellos querían que no volvieran a poder mirarse a la cara nunca más.

Por eso harían lo imposible para separarles.

Jia les da una mirada disgustada a los niños que seguían a Dal como si ella fuera su propia madre. No entendía como esos diablos podían querer tanto a esas dos ordinarias.

Estaban llegando de nuevo al campamento después de cenar en el prado de flores. Ella gira su rostro cuando un brazo se posa en sus hombros. Se mueve esquivando a Chul, a ella le producía repugnancia aquel hombre.

— Siempre fuiste tan fría... —ella sigue caminando— ¿Cómo te sientes al no tener extensiones? Ya deberías sentir la cabeza ligera... sin pelo y sin cerebro.

— Eres un hijo de puta —atrapa su mano antes de que le abofeteara— Suéltame, asqueroso —él sonríe— ¿Te crees especial o algo? Jungkook acaba de robarte a tu presa, eres penoso.

— Cierra la puta boca —aprieta el agarre en su muñeca— No quiero pelear, quiero que nos aliemos para destruirles.

— Ni te acerques a Jungkook —él sonríe.

— Tranquila, solo quiero separarlos, no me importa ninguno de los dos.

— Entonces yo me quedaré con él.

— Como quieras —caminan juntos.

— ¿Qué plan tienes? —la detiene para que viera a la directora caminar hacia las instalaciones— ¿La directora?

— Solo sígueme el juego —asiente.

Ambos comienzan a caminar hacia el despacho de aquella mujer adulta en sus cuarentas. Los dos esperan a que Minjoon se marchara, su plan sólo tenía de protagonista a la directora.

Chul golpea la puerta antes de entrar. Aquella mujer los mira mientras ordenaba sus cosas, esperando para poder irse a o cama también.

— Deberíais estar camino a las cabañas —dice.

— Tenemos que hablar con usted.

— Mañana, ahora iros a dormir.

— Señora, creo que le conviene sentarse y escucharnos —ella los mira. Los padres de ambos habían dejado bastante dinero en aquel lugar— Siéntese —obedece hacia Jia.