Amor de Verano +18 ©JJK

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Termino de colocar unas vendas en las manos de Jungkook mientras él seguía derramando lágrimas en silencio. ¿Tanto le había afectado un empujón? Me había dolido pero no lo había hecho a propósito.

Habían trasladado a Chul al centro de cuidados de la ciudad más cercana. Jungkook le había partido la nariz y le había dejado inconsciente por la hemorragia. Todos cuando llegamos le miraron con terror, pero yo le veía llorar y mi pecho se encogía, aunque supiera que su pena no era por Chul.

— No llores más —me mira cuando acaricio su mejilla— Ya todo ha pasado, no...

— Pero te he hecho daño —le doy una mirada triste.

— No lo hiciste a propósito... no te preocupes más —niega.

¿Acaso tenía una mala experiencia con algo así? Solo me había empujado un poco, pero lloraba como si yo hubiera sufrido los golpes de Chul.

— N-No me veas como un monstruo, yo no...

— ¿Qué?

— Y-Yo no quería... solo lo vi allí y...

— Jungkook...

— Él soltó al caballo, seguro quería que algo malo pasara... —seguía hablando a toda velocidad muy nervioso.

— Jungkook —me ignora.

— Quería hacerte algo malo, ya le dejé pasar lo de la expulsión y...

— ¡Cierra la boca! —elevo la voz. Él me mira obedeciendo— ¡Joder, no te callas!

Me levanto agarrando lo usado para limpiar sus heridas y el paquete de vendas vacías. Voy hacia la basura para tirarlas. No vuelve a hablar. Necesitaba que se callara un solo segundo para yo poder hablar. Dejo mis manos con frustración sobre la mesa de la enfermería. Cierro mis ojos suspirando.

— ¿No te das cuenta que lo importante aquí no soy yo? —le miro— ¡Es Chul! —agacha su cabeza— ¡Lo has dejado inconsciente!

— Intentaba hacerte...

— ¡Me da igual, Jungkook! —vuelve a callarse— ¡Ibas a matarlo! —no habla— ¡No pasó nada con ese caballo, vosotros podíais controlar la situación, no tenías que golpearle así! —paso mis manos por mi pelo girándome— ¿Qué pasa si te denuncia?

— No lo hará —susurra— Y si lo hace será imposible que me ocurra algo.

— Y eso es una buena excusa para golpear a alguien, según tú —me mira. Sus ojos estaban tristes y preocupados.

— Lo siento —vuelve a apartar la mirada.

— A mí no me lo digas, díselo a Chul.

— Nunca —sus manos se vuelven puños— Ese hijo de puta...

— Está bien —vuelve a mirarme— No lo hagas —me da una mirada triste hacia mi tono frío— No te veo como un monstruo por golpear a alguien, sino porque no te arrepientes de ¡casi matarlo!

— P-Pero él intentó...

— ¡Si vuelves a decir que intentó hacerme daño te dejo! —cierra su boca. Mis ojos se llenan de lágrimas, ¿Qué mierda había dicho?— E-Es decir... n-no quería decir eso... —retrocedo hasta la puerta muerta de nervios— Reflexiona, yo también lo haré.

— ________ —salgo de la enfermería— ¡________! —comienzo a correr hacia las cabañas.

Doy varios golpes en la que estaba Dal, ella abre la puerta rápidamente. No le da tiempo a hablar. Paso por su lado para encerrarme en la que fue mi habitación cerrando con seguro.