Amor de Verano +18 ©JJK

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NARRA JUNGKOOK.
Sostengo la mano de _________ mientras la miraba fijamente y sin dejar de llorar. Casi moría del disgusto, me dolía demasiado el pecho.

— Está todo bien, pero se ha partido la pierna y el brazo... —habla el doctor— Despertará pronto, solo está inconsciente.

— Menos mal... —Dal toma asiento pasando sus manos por su rostro. Minjoon le da una mirada preocupada— No puedo borrar la imagen de cómo le caían los troncos encima.

— Ya no puedo hacer nada más por ella —sigue hablando el doctor— Es una mujer muy fuerte, le han pasado muchas cosas en este campamento —sonríe— Podría haber muerto... es un milagro que esté viva y con tan pocas lesiones —deja varias cosas sobre la mesa— Aún así su cuerpo parece estar muy débil, es mejor que descanse y que tome este remedio para el dolor.

— Gracias, le acompañaré a la salida, doctor —Minjoon sale al exterior con él.

Dal y yo nos quedamos solos en la enfermería con ella. Habían pasado dos horas. Ahora tenía un brazo y una pierna escayoladas y bastantes heridas en su rostro y por su cuerpo.

Esto me tendría que haber pasado a mí. Se suponía que ella iba a quedarse en la cabaña para dormir, si tan solo no hubiera salido ahora estaría bien. Pero se había metido en medio y de nuevo volvía a estar débil.

Escucho como Dal se levanta para acercarse a la cama. También tenía sus ojos llenos de lágrimas, pero se veía más calmada que antes.

— Está loca —suelta una risa mientras lloraba. Pasa su mano por su pelo— No esperaba que echaría a correr al ver como las cuerdas se partían.

— Es mi culpa —lágrimas vuelven a resbalar por mis mejillas— Está así por mi culpa —Dal no dice nada, solo deja su mano en mi hombro en señal de apoyo.

— Iré a la cafetería a por agua para ti —asiento.

Me da una última mirada antes de salir de la enfermería. Me quedo a solas con ella. Estaba tan confuso en este momento, mis sentimientos eran confusos. Estaba triste al verla así, enfadado porque hubiera hecho esa locura, preocupado por su estado y conmocionado porque ni siquiera se lo había pensado.

Yo hubiera hecho lo mismo por ella, estaba seguro.

Me levanto a toda velocidad al notar como apretaba mi mano. Se estaba despertando y su ceño se había fruncido. Comienza a sollozar sin ni siquiera abrir sus ojos.

— M-Me duele... —dice con dificultad.

— E-Estoy aquí... —estaba muy nervioso— Soy yo, _________, estoy aquí contigo.

Abre sus ojos y estalla en llanto. Me inclino para abrazarla. Noto como solo deja en mi espalda uno de sus dos brazos. No quería apretarla de más pero era imposible, había estado a punto de perderla. Entre su llanto deja apreciar una sonrisa cansada cuando comienzo a dejar besos por todas las partes de su rostro que no estaban heridas. No la iba a soltar nunca.

— ¿P-Por qué...? —lloro cerca de su oído. Me incorporo ayudándola a quedar sentada. Parecía mareada y dolorida mientras miraba su brazo y su pierna— ¿¡Por qué lo hiciste!? —me mira cuando elevo la voz tomando asiento sobre la silla. Me da una mirada triste— ¡Soy el doble de grande que tú, lo hubiera soportado! —le grito estallando por fin— ¡No puedes hacer lo que quieras, __________!

— P-Pero te iban a caer encima y...

— ¿¡Y qué!? —mira hacia su mano con tristeza, aún caían lágrimas por sus mejillas— ¡He estado a punto de perderte! ¿¡Qué habría pasado si hubieras muerto, joder!? —paso mis manos por mis ojos.