013

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Varias lágrimas caen sobre la camiseta que sostenía en mis manos para dejarla sobre lo que ya había en la maleta. Tenía tres horas para irme, y tenía que buscar un transporte que me llevara hasta el aeropuerto de Seúl y luego tomar un avión.

Mi amiga Yeosin me había comprado el billete de avión para el día que esto acababa, pero ahora yo debía costear todo esto. No tenía nada de dinero, y si llamaba a mis padres me matarían. No sabía que podía hacer, estaba completamente en la calle.

No podía comunicarme con Dal para despedirme, todos habían bajado al pueblo, incluida Juna. ¿Qué iba a hacer? Ahora parecía que podría arreglar las cosas con Jungkook, pero iban a sacarme de aquí.

El sonido del motor de un vehículo capta mis oídos. Llevo mis ojos hacia la ventana para ver a Minjoon salir del asiento del conductor y acercarse a mi cabaña. Voy hacia la puerta y la abro antes de que pudiera pegar.

— ¡________! —mira mis ojos— ¿Qué pasa? ¿Estabas llorando? —asiento— ¿Por qué?

— Por mi expulsión... —abre su boca— ¿N-No lo sabías?

— No... mierda, no sabía nada —habla con preocupación— Yo había venido porque necesitábamos unas cuerdas y Dal dijo que ella agarró varias para... —suspira— ¿Cuándo te vas?

— En tres horas, como máximo.

— ¿Tienes cómo irte? —niego— Iré al pueblo y le diré a Jungkook...

— ¡No! —me da una mirada triste— No le digas nada... se va a enfadar y... —estallo en llanto— De verdad, lo siento, yo no quería causar problemas, Minjoon —me abraza.

— N-No has causado problemas... eso no es cierto —sollozo— No vayas a ningún lugar hasta que lo solucione —deja sus manos en mis hombros— Confía en mí.

— ¿Qué...? —sale corriendo hacia el vehículo— ¿¡Qué vas a hacer!? —hace sonar el claxon un par de veces antes de alejarse.

Me giro para volver a la cabaña. Ya estaba claro que me habían expulsado. La persona que tenía la última palabra era la directora y ya había firmado mi expulsión. Mi mayor problema era a donde ir ahora, y que no podría despedirme de nadie.

Arrastro mis pies hacia la habitación de nuevo. Tenía que acabar de empacar mis cosas pero me negaba a no poder despedirme. Miro mi cuaderno y el bolígrafo, al menos podría dejar unas notas.

***

NARRA JUNGKOOK.
— ¿Y no le enciende? —pregunta Taehyung mirando hacia la cocina de aquella anciana.

— No, hijo, ayer funcionaba, pero esta mañana ni siquiera pude hacerme el desayuno.

— ¿No ha desayunado? —niega hacia Namjoon— Iré a por algo para que coma, mirad que le ha pasado a la cocina —asentimos.

— Gracias, sois unos jovencitos muy apuestos —Taehyung sonríe levantando las rejillas del fuego— Iré al salón, podéis hacer lo que queráis.

— Sí, señora —aquella mujer se va— ¿Qué crees que ha podido pasar? —suspiro.

No me apetecía estar aquí. Hoy solo quería que llegara la hora del almuerzo para poder hablar con _________ pero los minutos parecían estar congelados. Estaba seguro de que me daría una oportunidad. ¿Tendría novia? Era una sensación extraña, pero me gustaba.

— Yo creo —abro el depósito del carbón— Que solo se ha quedado sin carbón —Taehyung ríe.

— Es muy mayor, seguro que ni se ha dado cuenta —caminamos hacia la sala— Señora, se ha quedado sin carbón —nos mira— Por eso no le funciona la cocina.

Amor de Verano +18 ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora