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— ¿Entonces él no lo sabe? —niego— No se si es buena idea.

— No tiene nada de malo —detengo el vehículo— Solo vamos a ver cómo está —asiente— Quiero descubrir información.

Ambas abrimos las puertas para salir del vehículo. Le había pedido a Minjoon que me dejara acabar las tareas una hora antes para poder ir a aquel pueblo a ver a Chul. Tenía intenciones claras, solo comprobaría que estaba vivo, y le diría que dejara de ser un imbécil. Después volvería antes de que Jungkook acabara sus tareas.

Sabía que si él se enteraba que había venido hasta aquí se molestaría.

El mismo doctor que me ayudó a mí eleva su mirada y nos da una sonrisa amable.

— Hola.

— Buenos días, doctor —nos detenemos frente a su mesa— Veníamos a ver a Chul.

— Podéis pasar, es la tercera puerta.

— Gracias.

Caminamos hacia el pasillo para buscar aquella puerta. Doy dos suaves golpes antes de agarrar el pomo y entrar. Chul eleva su rostro dejándonos ver que su rostro estaba amoratado y su nariz vendada. Recibir puñetazos de Jungkook te dejaba peor de lo que pensaba.

Dal sonríe mientras cruzaba sus brazos, y Chul la miraba con frialdad.

— Por fin te dan tu merecido... —la codeo.

— ¿Podrías salir un momento? —mi amiga me mira. Le suplico con la mirada.

— No cerraré la puerta al salir —le da una última mirada antes de hacer lo que le había pedido.

Giro mi rostro para mirar a Chul. No le iba a mirar con preocupación o tristeza. Sabía que Jungkook tenía razón cuando dijo que tuvo malas intenciones cuando soltó al único caballo salvaje, además de que por su culpa Jungkook y yo habíamos pasado un mal momento en nuestra relación.

No sentía compasión, quería decirle que era la peor persona del mundo.

— Gracias por venir —me da una sonrisa cuando me acerco— Menos mal que no te pasó nada cuando te empujó de forma brusca —agarra mi mano.

— Deja de culparle, ¿Por qué soltaste al caballo? —me deshago de su agarre con enfado— ¿Querías ocasionar una tragedia tal vez? Has sido todo por tu culpa.

— ¿Qué? Yo no lo solté... —coloca una mueca preocupada— Yo solo fui a buscar a Jia y...

— Chul, deja de mentirme como si fuera imbécil —su rostro se vuelve frío— ¿Qué mierda planeas? Llevas mucho tiempo intentado herir a Jungkook, deja de pagarlo con él.

— Parece que ya te ha contado su versión de la historia —sonríe— Y yo soy el villano... —ahora estaba viendo su verdadera cara— Jungkook no es la persona que crees, _________ —sonríe de nuevo.

— Deja de hablar de él de esa manera —me mira.

— Ya llorarás cuando te deje al acabar el verano —frunzo mis cejas— Y me creerás cuando te digo que Jungkook solo mira por él mismo, nunca se ha preocupado por nadie excepto por él —me da una mirada de pies a cabeza— Y tú eres otra ilusa más que va a caer.

— Me dabas pena, pero veo que es inútil compadecerse por una rata como tú.

— Uh, que miedo, la puta de Jungkook cree que soy una rata —agarra mi muñeca antes de que pudiera abofetearle— Disfrutaré tanto viendo tu cara cuando pretenda no conocerte.

Tiro de mi mano. Chul era el mayor imbécil que había visto en mi vida. ¿Se creía que me iba a desmoronar o tragar que Jungkook haría algo así? Ya me había demostrado que me quería, estaba claro que nunca haría eso.

Amor de Verano +18 ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora