Amor de Verano +18 ©JJK

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— Están haciendo un gran trabajo para sólo llevar dos días —asiento impresionada.

Creo que todas las chicas que estábamos ahí teníamos las bocas abiertas por lo que estábamos viendo. ¿Cómo podían solo en dos días haber construido casi la mitad de aquella casa del árbol. Muchos niños saltaban y gritaban al ver cómo estaba quedando, y se veían emocionados de que les hubieran dicho que ellos la pintarían.

— ¿La terminarán? —miramos a otra chica— Si han hecho solo esto en dos días y quedan tres más —mira a sus amigas— Supongo que la acabarán.

— Son doce hombres... pueden acabarlo —Dal asiente escuchándolas.

— Se ven tan bien trabajando —sonrío. Las tres nos miran— ¿Queréis ayudarnos a traerles limonada?

— ¡Sí, qué buena idea! —sonrío comenzando a caminar tras ellas. Dal iba a mi lado.

Cuando Jia no estaba en medio el ambiente era bastante tranquilo entre las mujeres que había aquí. Pero obviamente nunca iba a haber ese ambiente por más de una hora. Todas miramos hacia la puerta cuando se abre y ella se adentra con su grupo de amigas. Se escuchan varios suspiros pesados haciéndome sonreír mientras cortaba varias rodajas de limón. Todas la odiaban.

— ¿Queréis llevaros todo el mérito por hacer limonada? —Dal suspira agarrando vasos— Si creéis que se van a fijar en vosotras por hacer esta basura, entonces vais muy mal en eso de ligar —ríen todas.

— Creo que la que va peor eres tú —Dal y yo miramos a otra chica— Al fin y al cabo ________ se ha quedado con el hombre que te gusta —ahora ríe aquel grupo de amigas.

Siempre tenían que meterme en estas peleas. Jia me da una mirada fría, seguía sin rendirse con eso de Jungkook. Frunzo mis cejas cuando sonríe.

— Se nota mucho que no conocéis a Jungkook —ríe— Ni siquiera su pasatiempo parece darse cuenta de todo lo que le pasará... —mira a aquel grupo— Seguid siendo penosas, adiós —se giran para salir de allí.

— La odio tanto —dice otra de las chicas de aquel grupo— Siempre es así, esté donde esté.

— ¿La conocéis? —Dal coloca una mueca de disgusto al morder un pedazo de limón haciéndome sonreír.

— Por desgracia sí... —suspiran— Siempre ha sido así, y siempre besa el suelo por el que pisa Jungkook, pero él la ignora —me mira— Vas a tener una garrapata como ella pegada por el resto de tu vida.

— A todos nos sorprendió que Jungkook saliera contigo, la verdad —miramos a otra— Pero no por ti, sino porque siempre ha rechazado a todas las mujeres que le pedían ser algo más, ya todas sabíamos que nunca buscaba compromiso.

— Eso es porque nunca se había enamorado —Dal me defiende, aquellas mujeres asienten.

— Se ve tan romántico cada vez que te mira... —todas se emocionan— Se preocupa mucho por ti —me sonrojo volviendo a mirar hacia los limones.

— ¡Sí, y cuando la besa! —une sus manos con otra de sus amigas— ¡Es un príncipe! —sonrío.

La gente nos miraba más de lo que pensaba, podría morir de vergüenza ahora. Aunque no se equivocaban, yo no era la única que veía que los ojos de Jungkook me miraban distinto que a los demás. Iba a gritar si seguía aquí dentro, necesitaba que dejaran de decir estas cosas que me ponían nerviosa.

Salimos al exterior de nuevo, pero esta vez sosteniendo jarras con limonada. Mis ojos chocan con Jia molestando a quienes trabajaban, todos la ignoraban, pero ella seguía a Jungkook como si fuera su novio. Le doy una mirada molesta, no me consideraba celosa, pero Jia sacaba lo peor de mí. Ahora podía entender lo que sentía Jungkook cuando Chul se acercaba a mí.