Kim Yejun había sido su mejor amigo en la infancia y parte de la adolescencia junto con Jungkook. Ambos jugaban todos los días, luchaban con espadas de madera y robaban dulces de las cocinas del castillo Jeon.
Al final hubo situaciones que los llevó a separarse de la peor manera, así que, desde ese hecho, Yoongi jamás había vuelto a oír de Yejun; no sabía dónde vivía, qué hacía ni quien lo acompañaba.
Y de repente, siete años más tarde, llegaba un joven diciendo que era hijo de su ex mejor amigo. Se supone que Yejun actualmente tendría veintitrés años, ¿acaso este tipo estaba loco?
"¿Qué dijiste?"
"Soy el hijo de Kim Yejun" murmuró Taehyung . "Sé que puede sorprenderte pero digo la verdad, yo-"
"Yejun es muy joven para tener a un hijo con tu edad, tú... ¡tú estás loco! ¿Siquiera de dónde conoces la existencia de...?"
Taehyung suspiró rascando el dorso de su mano por la frustración. Confirmó que en este mundo el tiempo transcurría de diferente manera, así que Yoongi tenía un punto. Pero había algo con lo que sí o sí, su compañero le creería, y se encontraba dentro de su polvorienta mochila.
"Escucha, no sé qué pretendas pero ya te ayudé, estúpida o sabiamente" se quejó Yoongi. "Así que debo irme, no debo dejar que la princesa me vea, además si te cortan la cabeza prefiero no salir perjudicado-"
Se calló cuando observó a Taehyung extenderle una pequeña caja maltratada de metal.
"Si tienes que irte, llévate esto. Lo que digo es cierto, Yejun es mi padre y ésta es la prueba, por eso sé cosas de ti, es la razón de mis casi nulos conocimientos del reino"
Yoongi la tomó inseguro de sus palabras, aunque en el fondo era consciente del parecido entre su amigo de la infancia y el chico frente a él.
"Bien" dijo con pesar. "Las reuniones como estas terminan al atardecer, cuando eso suceda, me vas a buscar en los jardines fuera del castillo. Iremos a mi casa de nuevo" Min se apresuró en su explicación, pues se escuchaban pasos cada vez más cerca del salón.
No podía dejar que la princesa lo viera y lo reconociera, aún no estaba listo y tal vez nunca lo estaría. Además de que sabría que no era el escudero del supuesto príncipe.
"Dime que revisarás el contenido de la caja" Taehyung dijo mirando cómo Yoongi casi corría alejándose más, no sin antes entregarle (o más bien aventarle) precipitadamente una gran bolsa de tela llena de... ¿de qué? No supo concluir en el momento.
"Lo haré" contestó Min, señalándolo con su dedo índice. "Pero tú promete no mencionar mi nombre a los Jeon"
"¿Por qué-"
No tuvo oportunidad de terminar la pregunta, ya que el chico se había ido y además, el rey Jeon junto con la princesa ya estaban entrando al salón, caminando con porte y constancia hacia donde Taehyung estaba.
No era menester decir que la princesa era una mujer hermosa; su vestido azul celeste era armonioso con su figura, no demasiado pomposo y con un diseño que dejaba al descubierto parte de sus clavículas. Y eso no era lo más llamativo, sino la misma dama, con su cabello totalmente negro y destellos azules en él y sus ojos con los mismos detalles (quizás una característica de los Jeon).
"Príncipe Taehyung, le presento a mi primogénita, la princesa Jeon Dae"
La mencionada hizo una reverencia, sus ojos denotaban aburrimiento, al menos hasta el momento en que se enderezó, ladeando su cabeza mientras observaba atenta al chico frente a ella.
"¿Y bien?" dijo ella tomando asiento en uno de los sillones del salón, junto con el rey y Kim. "¿No va a comenzar a chantajearme con regalos y promesas ostentosas?"
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EL PRÍNCIPE DE ONDINA ● taekook
FantasyTaehyung nunca creyó despertar en Ondina, el lugar que constantemente aparecía en las historias que su padre le contaba cuando era pequeño. Tampoco imaginó que los amigos de la infancia de su progenitor fueran un caballero valiente, una princesa dec...