Advertencia: Entre la princesa Dae y Yejun hay una diferencia muy grande de edades y el que se hayan "enamorado" no justifica esta acción. Es una historia ficticia, sí, pero no tengo intención de romantizar o justificar esto, NO ES UNA RELACIÓN NORMAL NI SANA, aclarado esto, pueden continuar.
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La primera vez que Min Yoongi vio a Kim Yejun, fue en los alrededores del mercado de Ondina cerca del palacio, llamando la atención de cualquiera pues parecía asustado y molesto, peleando contra algo invisible pero existente, ya que el pequeño Yejun de en ese entonces catorce años era levantado en el aire bruscamente.
Los comerciantes y los habitantes del pueblo estaban atentos, con temor a lo que ese escenario significaba. No habían pasado más de veinte años luego de la última guerra con los huldras, la que se supone que habían vencido. Sin embargo, ahí estaba ese joven, defendiendo a los guardias que intentaban acercarse—¿o alejarse?—del monstruo.
Yoongi se había quedado con la boca abierta al ver cómo el chico favorecido le quitaba la espada a un guardia caído, adivinando que era para matar al huldra que los molestaba. Yejun con una valentía admirable estaba intentando enterrar el arma en el cuerpo del huldra, con mucho esfuerzo pues el chico no entendía por qué la criatura no mostraba tanta debilidad a sus ataques, casi riendo con esos dientes tan grandes y sangrientos que tenía, aunque no le tomó más de unos minutos terminar con su vida. Y cuando lo logró, fue que se dio cuenta de dónde estaba parado.
Se encontraba en una especie de mercado muy grande, lleno de gente peculiar. Es decir, peculiar en serio, la mayoría tenía el cabello de un color azulado o verdoso, con orejas puntiagudas como las que verías en un duende de jardín y con una vestimenta para nada... moderna. Parecía ser un pueblo, pero lo que lo extrañó y lo impresionó más fue que a lo lejos de ahí se veía la inmensa estructura de un castillo precioso. Kim Yejun no sabía bien a dónde lo había llevado su camino por aquella cueva en la playa, ya que en medio de su persecución con el monstruo, su atención no estaba precisamente en su destino.
Yoongi por otro lado, fue el primero el celebrar la victoria del chico, gritando un "¡así se hace!" con alegría, preguntándose dónde es que había sido entrenado aquel favorecido y por qué no lo había visto nunca antes, ni siquiera en una batalla de los juegos Hydor. La gente del pueblo que estaba ahí se le unió y pronto, Yejun estuvo rodeado de una gran cantidad de personas que no paraba de agradecerle por su acto.
"¡Muchas gracias por salvarnos!" soltó una mujer cargando a su bebé en brazos. "¡Hubiera sido terrible si no hubieras estado ahí!"
Los guardias del reino azul agradecieron igualmente, retirándose con prisa hacia el castillo Jeon a avisarle al rey lo sucedido y que por suerte, todavía había favorecidos por ahí. Era una oportunidad de estar preparados, de prevenir un futuro incierto, ese niño tenía que ser entrenado y usado para proteger a los demás.
El bullicio se calmó cuando una hermosa joven separó a las personas del chico, abrazándolo con fuerza pero sin llegar a lastimarlo, simplemente como si fuera una madre preocupada cuidando de su hijo.
"¡Aléjense de él!" gritó con molestia y ¿preocupación? Yejun se tensó bajo su toque, todo pasaba demasiado rápido y todavía no entendía nada. La mujer notó esto, por lo que aflojó su agarre y en un susurro suave le dijo: "Escucha, sé que estás asustado pero tengo que sacarte de aquí antes de que ellos vengan ¿está bien, cariño?"
Yejun la miró con atención, sin responder nada.
"No sientas miedo de mí, quiero protegerte. ¿Eres un Kim, no es así? Yo también lo soy" murmuró la mujer, tomándolo de la mano y alejándolo cada vez más de toda la gente del mercado quienes los veían con desconcierto. "Mi nombre es Kim Jiyu, te pondré a salvo, tienes que confiar en mí"
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EL PRÍNCIPE DE ONDINA ● taekook
FantasyTaehyung nunca creyó despertar en Ondina, el lugar que constantemente aparecía en las historias que su padre le contaba cuando era pequeño. Tampoco imaginó que los amigos de la infancia de su progenitor fueran un caballero valiente, una princesa dec...