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Taehyung no creyó que pudiera enterarse de tantas cosas en tan solo unos escasos treinta minutos, pero lo hizo, gracias a Dae Jeon, que no había dejado de platicar acerca de su vida como princesa y de sus costumbres; claro, no daba datos personales o familiares más allá de lo "importante", Taehyung se sintió a gusto con eso, se sentía como una clase de historia.

"¡Oh, príncipe! Espero que pueda visitar las cascadas Helmi en alguna oportunidad mientras se encuentre aquí, son hermosas de admirar aunque peligrosas para nadar" la princesa bromeó, dando otro sorbo a su taza de té. "Quizás yo pueda acompañarlo"

"Esa oferta es muy tentadora, su alteza, le agradezco" dijo Taehyung, notando cómo el atardecer se llevaba a cabo a través de las ventanas del salón. "Espero que se cumpla, me gustaría tener la oportunidad de verla de nuevo, pero por ahora me tengo que retirar"

La princesa asintió con calma al tiempo que sonreía, dejando su taza y su pequeño plato de galletas encima de la mesa ratona que estaba al frente. Taehyung imitó su acción, levantándose del sillón.

"No creo que mi padre vuelva para acompañarte a la puerta y despedirse como se debe, pero lo haré personalmente"

"No es necesario, su alteza. Mi intención no es causar molestias de ese tipo, sus guardias pueden acompañarme, usted puede reposar la pequeña merienda y disfrutar de mis humildes presentes" Taehyung le sugirió, sonriendo tranquilo mientras señalaba la bolsa que yacía en el piso.

Era una razón válida, aunque también influía un poco que no podía dejar que la princesa viera a Yoongi, aún no sabía por qué, pero no correría el riesgo.

"En verdad que eres un caballero" Dae murmuró con timidez. "Yo- yo enviaré a Hwan como tu compañía"

Acto seguido, un solo llamado de la princesa bastó para que el mencionado chico apareciera por la puerta del salón, saludando con una reverencia perfecta y una de sus manos en su pecho.

"Su alteza Kim, permítame indicarle la salida"

Taehyung se dirigió a Hwan, sintiendo cómo la tensión constante en su pecho iba desapareciendo poco a poco, quizás un poco entusiasmado por retirarse.

"Espero que no se acobarde y pueda volver a verlo pronto"

"Así será, princesa Jeon"

Con reverencias como despedida, Hwan guió a Taehyung por los pasillos, llegando finalmente a la puerta principal por donde había entrado, enfrente del monumental jardín de arbustos y flores de los Jeon.

"Es la primera vez que su alteza Jeon me pide que haga esto, así que deberá sentirse afortunado"

Hwan le entregó al chico un pequeño sobre color rosa pastel, sellado con una brillante perla.

"Vuelva pronto, su alteza Kim" Hwan musitó, retirándose después.

¿Qué?

Taehyung no entendía el significado de aquel trato tan extraño ni de ese sobre, pero no podía importarle más que su angustia al caminar por el jardín fuera del castillo, sin ver a Yoongi hacer acto de presencia.

¿Lo había abandonado a su suerte? ¿Había revisado las fotos de su caja? No culparía a Yoongi si lo hacía, ya que todo esto era igual de nuevo y sin sentido para él mismo.

La princesa de la que su padre le habló existía, y ahora se sentía como un pervertido por ir a cortejarla.

Quería saber más, más sobre los orígenes de su padre, porque tal vez de esa manera, estaría tranquilo.

Oh, ¿cómo estaría su madre ahora mismo?

Bajo la atenta mirada de los guardias, Taehyung se sentó en una jardinera, pudiendo manipular de esa forma su mochila que hasta el momento, a nadie parecía importarle que llevase.

EL PRÍNCIPE DE ONDINA ● taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora