Taehyung se quedó quieto una vez que Jungkook se desplomó a su lado, acostado sobre su brazo, completamente dormido. No tenía intenciones de despertarlo.
Sonrió inevitablemente al recordar los besos que compartieron después del hermoso obsequio que el príncipe le había dado, logrando conmover su corazón al igual que un cálido abrazo. Jungkook le había dicho con un susurro que a pesar de su charla días antes donde acordaron que las perlas no serían necesarias para darle "valor" a su relación, quería demostrarle lo profundo de su afecto.
«El príncipe Jeon me ama...»
No podía sentirse más tranquilo en ese momento y ciertamente no quería moverse de ahí jamás. Pensó que, en otra situación, si tal vez su padre le habría contado directamente sobre sus orígenes, él hubiera ido antes a Ondina y Jungkook y él... estarían mejor. Taehyung parpadeó incrédulo, era inútil imaginar algo como eso.
"¿En qué tanto piensas?" Jungkook murmuró, acariciando el pecho ajeno y apenas con los ojos abiertos.
"¿Mhm? En nada" respondió Taehyung, abrazando mejor el cuerpo contrario, como si tratase de arrullarlo. "Te amo"
El príncipe sonrió tímido, acariciando los cabellos ajenos, jugando con éstos entre sus dedos.
"Si una perla roja era todo lo que se necesitaba para que me dijeras esas palabras en voz alta, te la hubiera dado antes" replicó entonces Jungkook. Hizo una pausa al no recibir una respuesta juguetona típica de su novio. "¿Qué tienes?"
Taehyung siguió sin contestar, escondiendo su rostro en el cuello del príncipe.
"Sólo no quiero que te vayas de mi lado..." susurró luego de unos segundos. "Ya te dije que yo estaré contigo todo el tiempo que pueda, pero tengo miedo de no saber cómo protegerte. A ti y a los demás"
Jungkook apartó lentamente a Taehyung tomándolo de la barbilla, de manera que quedaron frente a frente. Cuando lo consiguió, le sonrió dulcemente.
"No nos tiene por qué pasar nada, tú eres un favorecido y yo soy un príncipe bueno con las espadas, me sé defender y sé cuidar de otros. Somos un equipo, todos estaremos intactos cuando este conflicto acabe. ¿Bien?"
Taehyung asintió débilmente, dejando un casto beso en los labios de su novio antes de levantarse de la cristalina roca. Jungkook rio cuando le dijo que deberían volver con los demás para comer algo, y tomados de la mano, emprendieron el camino de vuelta a la "cueva principal" donde su campamento aguardaba.
Yoongi y Hoseok se encontraban cantando viejas canciones típicas del pueblo de Ondina, mientras que Jimin les acompañaba con aplausos. Las sirenas por otro lado, se mantenían dentro de la laguna junto a las cascadas, solo manteniendo parte de su cabeza en la superficie, como si estuvieran vigilándolos.
"Se ven muy tranquilos. Es un escenario... interesante" comentó Jungkook alzando una ceja. Frotó la mano de Taehyung contra la suya y continuó: "Me temo que nuestra estadía aquí no durará hasta mañana temprano. Solo espero que recuperen energía"
Taehyung sonrió ladino, acercándose a su oído.
"Pues yo ya gasté toda mi energía contigo, mi príncipe"
Jungkook lo empujó después, mirándolo con reproche y acelerando sus pasos hasta la fogata.
"Vaya, han vuelto, creí que no nos acompañarían para la cena" dijo Jimin, rápidamente tomando un cuenco para servir un vanwak algo quemado y entregándoselo a Jungkook. "Yoongi quería comenzar ya pero insistí en esperarlos, ya estaba perdiendo la batalla" agregó vacilante.
"Esto no era en contra suya, príncipe" se defendió Yoongi. "Simplemente necesito mis alimentos a la hora correspondida, y si no es mucho pedir, sin personas desagradables a mi alrededor"
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EL PRÍNCIPE DE ONDINA ● taekook
FantasyTaehyung nunca creyó despertar en Ondina, el lugar que constantemente aparecía en las historias que su padre le contaba cuando era pequeño. Tampoco imaginó que los amigos de la infancia de su progenitor fueran un caballero valiente, una princesa dec...