EL PRÍNCIPE DE ONDINA ● taekook

17

En cuanto cerró la cubierta del barco, Jungkook saltó en su lugar al notar la presencia de Yoongi a un lado de las puertas de los camarotes, tomando pausadamente de una botella de cerveza.

"¿A qué estás jugando, Jeon?" masculló Yoongi después de un trago. "No es que me importe mucho porque Taehyung es un adulto, pero me parece curioso que tu actitud hacia él siempre haya sido tan rehacía y de la nada, seas un caramelo"

"El que estés aquí significa que puedo dormir en la litera con Hoseok, ¿verdad? Creo que es más soportable que tú" contestó en cambio Jungkook, ignorándolo al tratar de pasar. Falló en el intento, pues el mayor se había recargado en todo el marco de la puerta. "Déjame dormir, de verdad no quiero iniciar esta conversación de nuevo"

"Pues yo sí, y no te haré que te disculpes por toda la mierda que me hiciste pasar" dijo Yoongi con desdén, casi escupiendo las palabras. "Puedo fingir soportarte porque no me queda de otra, puedes destruir mi vida una y otra vez hasta que tú y tu hermanita se cansen, pero no te perdonaré si le tocas un maldito cabello a Taehyung o a Hoseok" acercó su rostro al de Jungkook, señalándolo con el dedo. "Eso te lo juro"

"Bah, ¿esa botella era de alcohol o de hierba azul?" se burló Jungkook al tiempo que se alejaba. "Somos prófugos de un reino entero, prácticamente retamos a mi padre y a su paciencia, ¿por qué querría hacerles algo? ¡Estoy de su lado!" exclamó exasperado. "No sabes de lo que hablas, más bien soy yo el que debería de desconfiar de ti, ¿qué ganabas al fingir que Taehyung era un príncipe y todo el cuento del cortejo?"

"Él ya te lo dijo, ¿no?"

 "Siempre lo supe, es parte de mi encanto, Yoon" murmuró ladino Jungkook, sonriendo. "Todo eso ya lo hablé con él y terminamos en... muy buenos términos, la verdad. Sé que no me vas a creer un carajo de lo que te diga, pero Taehyung ahora es todo para mí, no entiendo cómo es que puedo sentir esto, pero él me gusta"

Yoongi se echó a reír lo más bajo que pudo, hasta el punto de agarrarse el abdomen por lo que dolían sus carcajadas. No podía creer toda la ironía de la situación; la vida le estaba poniendo en bandeja de plata una tragicomedia y le encantaba estar participando en ella. 

"¿Te gusta?" dijo entre risas, negando con su cabeza. "No me digas eso, Jungkook, de verdad que me estás dando motivos para burlarme"

"¿Piensas que no es mutuo? ¿Piensas que él no querría andar con alguien como yo y por eso te da gracia?" inquirió con dejes de molestia el príncipe, cruzando sus brazos.

"No, da gracia porque estás haciendo lo que tanto criticaste en el pasado" respondió Yoongi, adquiriendo de repente un semblante absolutamente serio. "¿Te acuerdas? Cuando tú me gritaste en el coliseo, reclamándome lo mal amigo que era y lo mucho que te daba asco"

"Eso no-"

"Cuando fuiste al día siguiente a decirle a tu inocente hermana lo que yo había hecho y entonces ella decidió acusarme" dijo Yoongi, con la voz tan tranquila, que a Jungkook le logró provocar miedo. "Ni siquiera por la memoria de tu abuelo se te ablandó el corazón cuando despidieron al mío de su puesto" añadió. "Es por eso que me da tanta risa que tú estés pasando por lo mismo que yo, casi como si fuera un karma. Te gusta el prometido de tu hermana y cuando se llegue a saber, ella se irá en tu contra"

Jungkook se quedó mudo. Él estaba consciente de todo eso, de que poco a poco, el caparazón que tanto le había costado armar se estaba cayendo a pedazos cuando permanecía al lado de Taehyung, expuesto ante sus ojos y disponible para su tacto. Las consecuencias de sus sentimientos eran más grandes de lo que podía imaginar y aún con eso, el espectro de sus labios sobre los de Taehyung seguía presente y quería repetirlo una y mil veces.