Amantes [Dekutodo] [FINALIZADO]

Capítulo 16

Izuku se levantó como pudo, después de ese golpe tan fuerte y camino.

No iría a clases ese día, le dolía la cabeza, el cuerpo y sentía que en cualquier momento vomitaria en el taxi, que se movía de un lado a otro.

Pago cuando llego a su departamento, subió y se acostó en la cama. Recordo las palabras de la tonta de Uraraka que le carcomia la mente, saber que Enji tenía 4 amantes y no sabía de quiénes se trataban, no lo dejaba respirar en paz.

Vaya a saber que cualquiera de ellos o ellas podrían estar en esa reunión, hizo que Izuku frunciera el ceño y negara.

Solo esperaba conocer a las 4 personas que Enji se follaba y hacer hasta lo imposible para que no volvieran a pisar el piso de la empresa.

Se acomodo en la cama y envió un mensaje a Akiko, su gran amigo, para que le pase los apuntes de ese día de clases.

Se froto los ojos y los cerró, despertaría en unas horas, pero primero se bajaría por el olor a alcohol, se levantó a regañadientes y se fue al baño.

Abrió la canilla, de a poco de la ducha comenzó a salir agua caliente. Se desvistio, vio en el espejo, esos chupones y mordidas en su cuerpo.

Se metió a la bañera, sintio las gotas deslizarse, pasó un jabón que dejaba su piel perfumada, le gustaba.

Shoto había sido el último en llegar, veía como su padre tomaba el vino o alguna bebida como agua, se limpiaba el rostro con un papel y veía como Rei se reía, le sonreia a un hombre.

El bicolor sonrió, al ver como su madre ignoraba a su padre.

— Hermano... — Escucha a Natsuo. — Menos mal que llegaste... ves como esta nuestro viejo. — se ríe y ven al hombre. — parece que se le sale una vena.

— Si... esa es mi diversión. — los hermanos se rien y toman un vaso de gaseosa.

— Te presentaré a mi novia. — Natsuo ladea la cabeza a un lado para que lo acompañe. — Espero que te agrade y que seas honesto...

— ¿Tenías novia? Bien escondido lo tenías. — dijo el bicolor y siguió a su hermano.

Entre la música lenta y melodiosa, Enji sólo quería desaparecer, veía a su esposa coquetear descaradamente con él, Touya estaba con un humor pésimo, que de seguro estará por ahí, Fuyumi, a su hija no la veía en ese inmenso espacio.

Toma de su copa.

— ¿Cuántas más tomarás? — dijo el hombre al lado suyo, se había recostado en la pared y sus ojos azabaches lo miraban con cierta gracia.

— Eso importa. ¿Shōta? — dejó la copa a un lado y miro al hombre pelinegro que balanceaba una copa vacia.

— No lo sé. Dímelo vos. — le sonrie por segundos y volvió a hablar o eso intento. — ¿Te...

— Hola de nuevo, Suegro. — dijo Uraraka al meterse a la conversación.

Enji sólo gruño y fulmino a la chica, Shōta asintio con la cabeza.

— Uraraka... que gusto verte... pero ¿Qué haces aquí? Crei que la habias despedido. — miro al pelirojo que asintio y lo confirmo. — Y no estas de mesera. — dijo al mirar el vestido. — ... así que supongo que vienes acompañada... ohh espera ¿Suegro? ¿Con cual de tus hijos, sale? — se dio cuenta tarde.