˚ · ༄ ── 𝐋𝐄𝐓 𝐈𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊
❛El mundo no estaba preparado para la revolución que dos bandas como Ivory Lace y Guns N' Roses supondría. Drogas, alcohol, sexo, música... No nos importaba nada, nos sentíamos invencibles. Alcanzamos la cima y nos hici...
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── HE ESTADO PENSANDO EN TI DURANTE MUCHO TIEMPO NO QUIERO PERDERTE, ERES MI AMANTE
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Los Angeles, California 17th March, 1987
LINA.
Puse un pie sobre el iluminado escenario de The Troubadour, seguida por una nerviosa Marian que cargaba su guitarra Les Paul ya perfectamente afinada, por Claudia, que miraba fijamente al suelo mientras hacía girar sus baquetas con cada una de sus manos, y por Tiana, que se colocaba su bajo Harley Benton púrpura mientras lo afinaba algo estresada. Siempre dejaba todo para lo último... A veces incluso había afinado su bajo durante la actuación de una canción. Tiana Aguilar era un desastre sin solución, y que todos sus bajos fueran de tonos lilas y púrpuras lo confirmaba.
Agarré el micrófono con mi diestra y lo separé de la base que lo sujetaba, siempre mirando al frente, observando al público y buscando a los chicos, quienes, o al menos eso esperaba, estaban igual de emocionados que nosotras por vernos actuar y subidas al escenario de uno de los clubes más importantes de toda California.
—Cuando quieras —le dije a Claudia solamente con la comisura de mis labios, sin hacer ruido.
Mi amiga, siguiendo mis indicaciones, dio tres golpes chocando ambas de sus baquetas y la guitarra de Marian empezó a sonar al mismo tiempo que el bajo controlado por Tiana y los golpes de la batería a manos de Claudia. «Don't Call Me Your Woman», nuestra primera canción de la noche, empezó a sonar por todo The Troubadour.
Los nervios desaparecieron de todo mi ser cuando canté los primeros versos. Todo iba sobre ruedas entre nosotras y parecía que al público tampoco les estábamos disgustando, a pesar de ser un grupo de mujeres. Me alivió tal hecho, y estaba convencida de que a mis amigas también.
Los hombres nos miraban curiosos, aunque juraría que alguno que otro hizo algún comentario inadecuado, pero no nos podía importar menos. Sin embargo, las mujeres parecían estar pasando el rato de sus vidas. Especialmente, «Don't Call Me Your Woman» era una canción identificable para el género femenino, tal y como su nombre indicaba. Marian siempre se las apañaba para escribir canciones geniales, pero sobre todo verdaderas obras maestras feministas.
