˚ · ༄ ── 𝐋𝐄𝐓 𝐈𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊
❛El mundo no estaba preparado para la revolución que dos bandas como Ivory Lace y Guns N' Roses supondría. Drogas, alcohol, sexo, música... No nos importaba nada, nos sentíamos invencibles. Alcanzamos la cima y nos hici...
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── ESTOY CANSADO DE ESPERAR PACIENTEMENTE A ALGUIEN QUE NUNCA VA A LLEGAR
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Los Angeles, California 16th August, 1987
MARIAN.
El Seventh Veil: el club de strippers más famoso de toda California al completo. Había sido un club nocturno repugnante más en el que los tíos se divertían con las bailarinas para mí, pero, desde el día de hoy, no podía decir que era un simple club para mí. Si bien Izzy me advirtió y me dijo que no me acercara de ningún modo al local, no pude hacer nada para evitar presentarme por allí e intentar descubrir algo sobre mi padre. Sabía que lo enfurecería, que lo más adecuado sería hacerle caso, pero no podía, se me hacía totalmente imposible.
Además, el guitarrista me conocía de sobra, y sabía bien que no le obedecería. Hacía años que no veía a mi padre, cuatro para ser exactos. A pesar de todo lo que había pasado, la idea de verlo cara a cara y pedirle explicaciones me carcomía por dentro. Sentía que era una necesidad clara para mí encontrarme con mi padre y aclararlo todo, pues tenía la esperanza de que, muy en el fondo de mi ser, me escucharía y comprendería. Quería que me explicara por qué se marchó, por qué hizo lo que hizo, por qué me abandonó, por qué se convirtió en lo que se convirtió. Siempre será mi padre, siempre lo querré, pese a todo. Yo simplemente quería escucharlo, solamente escucharlo.
Botas a tacón, medias de rejilla y falda de cuero ajustada, todo del mismo color: negro. Mi cabello castaño cortado perfectamente a capas desmelenadas estaba notoriamente revuelto, como siempre. Jugaba con mis múltiples anillos que tenía entre mis dedos izquierdos y el guante de encaje negro que llevaba en mi mano derecha. Tenía frío, pues nada más que llevaba una chaqueta sobre mis hombros, aquella chaqueta americana color blanco con forro negro que pertenecía a Izzy. A causa del frío me abrazaba a mí misma con una expresión temerosa y de desconfianza, tiritando notoriamente y agachando mi cabeza al sentir muchas miradas indiscretas posadas en mí a medida que me acercaba a la entrada del club.
