˚ · ༄ ── 𝐋𝐄𝐓 𝐈𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊
❛El mundo no estaba preparado para la revolución que dos bandas como Ivory Lace y Guns N' Roses supondría. Drogas, alcohol, sexo, música... No nos importaba nada, nos sentíamos invencibles. Alcanzamos la cima y nos hici...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── VIERNES POR LA NOCHE Y NECESITO UNA PELEA MI MOTOCICLETA Y UNA NAVAJA DE MUELLE
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los Angeles, California 7th March, 1987
MARIAN.
Duff hablaba como un loro. Hablaba y hablaba, pero no callaba. Si así conversaba estando sobrio, no quería ni imaginarme cómo sería borracho. Se le veía un tipo extrovertido, amable y sociable, tal y como me había imaginado. Por suerte, yo no solía molestarme mucho cuando una persona hablaba sin cesar, y Duff no sería la excepción. Era extraño que me quedara sin palabras en una conversación, pues normalmente solía ser yo la que hablaba sin parar, pero esta vez no fue así. Me gustaba escuchar a Duff y no sentía la necesidad de decir nada, pues él ya llenaba el aire y el ambiente con sus palabras. El rubio me contaba entusiasmado anécdotas divertidas que le habían sucedido en Sunset Strip y me iba señalando cada lugar destacable por el que pasábamos.
Llegamos hasta el Troubadour, un club bastante conocido por la ciudad y del que había escuchado mucho hablar. Duff me contó que él y sus compañeros de banda habían tocado en aquel club muchas veces, que era un sitio magnífico y que para triunfar en Los Ángeles desde luego tenías que tocar allí. No solamente era un lugar en el cual te lo pasabas bien y escuchabas buena música en directo, sino que era un lugar donde podías conocer a mucha gente, y, según Duff, los contactos en Los Ángeles eran esenciales. Lo cierto es que me preocupé un poco al escucharlo decir que para tener éxito teníamos que tocar en el club, pues veía el Troubadour tan grande para las chicas y para mí que ni siquiera podía imaginarnos sobre su escenario. Pero, no debía ser pesimista, pues aún teníamos mucho que mostrarle al mundo. De todas formas, Duff pareció no querer entrar allí. Según él, no era al Troubadour donde quería llevarme.
Dimos un rodeo insignificante a la avenida de Santa Mónica y volvimos a Sunset Strip por una calle de West Hollywood, pasando por el edificio de Tower Video y el apartamento de Vicky Hamilton, la antigua representante de Guns N' Roses. Ahora habían contratado a un tipo llamado Alan Nivel, o el menos eso había leído. Duff me explicó que estaban tratando de convencer a Geffen para grabar un álbum nuevo y que estaban a punto de conseguirlo. También me habló de su antigua manager, la muy nombrada Vicky, y de todas las veces que les había salvado el trasero, sobre todo a Axl. De nuevo, una mujer siendo la heroína sin capa de los protagonistas.
