˚ · ༄ ── 𝐋𝐄𝐓 𝐈𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊
❛El mundo no estaba preparado para la revolución que dos bandas como Ivory Lace y Guns N' Roses supondría. Drogas, alcohol, sexo, música... No nos importaba nada, nos sentíamos invencibles. Alcanzamos la cima y nos hici...
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── UN BUSCADOR CON FIEBRE DE FAMA ERA TODO LO QUE SIEMPRE QUISE DISPAREMOS EL ARMA, NO PARAREMOS HASTA QUE SEAMOS LEYENDAS
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Los Angeles, California 17th March, 1987
CLAUDIA.
Las chicas y yo estábamos a escasos minutos de actuar en «The Troubadour», uno de los sitios más importantes de la música si querías ser conocido en Sunset Strip, en el Estado de California y en el mundo, y si querías seguir ganando fama y tocar en el Whisky A Go Go, el rey y señor de los clubes de la música mundial.
Era lunes, el peor día de la semana para mí. Lo cierto es que no era lo ideal tocar un lunes, pero al menos habíamos conseguido tocar en The Troubadour. Los chicos nos habían conseguido este show, para ser sinceros. La pura verdad era que nadie apostaba mucho por nosotras, por el simple hecho de ser chicas, pero esta era nuestra oportunidad perfecta para impresionar a Sunset y a los directivos y productores musicales de por aquí, por ejemplo Tom Zutaut: el mayor descubridor de bandas del mundo. Quizás era algo exagerado, pero ese tipo había descubierto a los Crüe, a Death Angel y a Dokken, entre otros muchos. Era el mayor representador de Geffen Records y era muy poderoso. Decían que siempre andaba rondando por los clubes de Los Ángeles, así que ojalá nos echara el ojo.
Los chicos tocaron ayer en el Whisky y el espectáculo fue maravilloso. Agradecía infinitamente el sacrificio que hacían al volver a tocar hoy también en el Troubadour, pues apenas habían dormido. Pero, ellos sabían que este show era muy importante para nosotras y, a pesar de las negaciones de Axl, accedieron a tocar. Si Ivory Lace fuera el único grupo que tocara, nadie nos echaría cuenta, pero estando los Guns aquí esta noche, media ciudad se presentaría en The Troubadour. Era decepcionante, pero era la realidad.
Repartimos flyers por toda la ciudad para anunciar nuestro debut, pues, según los chicos, para marcar competencia en Sunset Strip debíamos jugar al publicity game. Todas las bandas batallaban por colgar más flyers, pero para mí esa competición era una estupidez. Lo único que disfruté de esos folletos fue hacer las fotos. Robert John, el gran amigo fotógrafo de los chicos, se prestó a hacernos a Ivory Lace una sesión de fotos, y nosotras encantadas aceptamos. Robert nos dijo que estábamos hechas para el foco, para las cámaras, y que teníamos una belleza especial y cautivadora. Lo valoraba mucho. Los flyers quedaron algo así:
