˚ · ༄ ── 𝐋𝐄𝐓 𝐈𝐓 𝐑𝐎𝐂𝐊
❛El mundo no estaba preparado para la revolución que dos bandas como Ivory Lace y Guns N' Roses supondría. Drogas, alcohol, sexo, música... No nos importaba nada, nos sentíamos invencibles. Alcanzamos la cima y nos hici...
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── ABAJO EN LA COSTA OESTE, AMAN SUS PELÍCULAS SUS DIOSES DORADOS Y GROUPIES DEL ROCK N ROLL
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Los Angeles, California 1st August, 1987
STEVEN.
Por fin había llegado el día. 1 de agosto de 1987. Los chicos y yo habíamos estado muy emocionados con la grabación de Welcome To The Jungle, todos habíamos aportado un grano de arena al impulso locomotor que suponía grabar y producir el videoclip, pero lo veíamos totalmente necesario. Muchas bandas como «Skid Row» y «Cinderella» estaban reventando las listas gracias al impulso y popularización que sus videoclips tenían en MTV, así que Doug Goldstein, nuestro representante, pensó que nosotros no podíamos quedarnos atrás. Nigel Dick, el productor y director del vídeo, era un tío creativo y profesional en lo suyo, había conseguido captar nuestra esencia rápidamente, sin necesidad de pasar mucho rato con nosotros.
Sus ideas para el videoclip eran muy originales y concretas, nos gustaba cómo quería plasmar la esencia de la canción principal del Appetite For Destruction y la organización que nos recomendó para grabar el videoclip al completo. 1, 2 y 3 de agosto; el primer día tocaríamos en directo y se grabarían imágenes del concierto; 2 y 3, grabaríamos las escenas más dramáticas y casi de película, sobre todo con Axl de protagonista, ya que él siempre tenía que ser el centro de atención.
—¡Suerte, chicos! —nos gritó Tiana, quien se marchaba junto con las chicas por las escaleras del backstage hacia el público para visualizar con todo lujo de detalles nuestra actuación—. ¡No la caguéis, confiamos en vosotros! —nos tiraron besos y gritos de ánimo mezclados con algún que otro disparate, común en ellas.
—¡No os vayáis lejos! —advirtió Duff, a voces—. ¡Os queremos! —gritó finalmente el rubio ante los gestos divertidos y locos provenientes de las chicas.
Todos estábamos nerviosos, no podíamos negarlo. Los nervios estaban a flor de piel, y cada uno lo expresaba a su manera. Axl jugaba con sus miles de brazaletes y se cardaba su pelo pelirrojo aún más, pidiendo explicaciones y lamentándose porque no había traído un bote de laca con él.
