Alexandra Jaime Morgan,es una chica que trata de llevar su vida como cualquier adolescente pero la profesión de su padre se lo impide. En el último año de instituto conoce a Emily una chica amable y extraña, la cual resulta ser la nueva hermanastra...
Emily, estacionó el auto y pude sentir el aire tan frío recorrer todo mi cuerpo, la mire fijó, arqueando la ceja.
—Listo, llegamos señorita Morgan—Dijo con sus ojos puestos en mi, buscaba una reacción de mi parte, pero solo me limite a salir.
Se me corto la respiración y abrí mucho los ojos. Estoy demasiado impresionada para resistirme a estar aquí, estaba enfrente de un lago pero no cualquier lago, este definitivamente esta conectado con la naturaleza, habían árboles al rededor, el sonido de los pájaros es música para mis oídos, es realmente hermoso. He ido a pocos pero a los que he ido tienen algunas casa al rededor, cables telefónicos, lo único que los diferenciaba de la ciudad era el agua.
—Esto..es genial—Dije girándome a verla, y sonreí ampliamente.
—Me alegra que te haya gustado—Se sonrojo, y camino hacia donde estaba yo—Vamos—Dijo
Camine a su lado y nos sentamos a la orilla del lago, es increíble la paz que hay en este lugar, la manera en que me siento ahora mismo es algo que no había experimentado jamás. Cerré mis ojos para conectar más con el sitio.
—Ya vuelvo—Dijo la rubia poniéndose de pie.
—¿A dónde vas?—Pregunté confundida
—Dijiste que tenias hambre, y la verdad yo igual. No tardaré nada—Dijo dirigiéndose al coche— Y no te preocupes, nadie vine aquí
Asentí y gire mi rostro hacia el frente, escuché como la rubia se marchaba. Tome mi bolso y lo coloque como almohada, luego de unos minutos se me ocurrió la grandiosa idea de meterme a nadar, comencé a quitarme los zapatos, la camiseta y el pantalón quedando solo con un top y un bóxer negro, entre y el agua comenzó a cubrir mi cuerpo, este lugar es maravilloso, no se cómo nunca supe de el. El agua no era tan profundo, hasta un niño puede estar aqui.
—¿Qué tal está el agua?—Preguntó la rubia desde la orilla, no niego que me asusto, no la esperaba tan pronto.
—Esta perfecta —Respondí
Se comenzó a desvestir y no pude evitar en quedarme viéndola. Tiene un buen físico. Termino y entro para llegar hasta donde estaba.
—¿Qué has traído de comer?—Pregunte al estar frente a frente con ella.
—Pollo con papas-Respondió, ella se habia quedado prácticamente en la orilla— ¿esta bien eso?
—Esta perfecto
Estuvimos un rato y luego salimos, me senté en la orilla dispuesta a comer, vi la mirada de Emily puesta en mis costilla.
—¿Qué es?—Preguntó señalado el tatuaje
—La muerte, sostiene un reloj y por debajo su Hoz—Dije mientras mordía una papa
—Esta genial, que significa —Dijo con curiosidad
—Sencillo, en esta vida, lo único seguro que existe es la muerte y nadie escapa de ella.
Parecía sorprendida por mi respuesta pero se limito asistir.
—Cuéntame de ti—Dije interrumpiendo el silencio
—No hay mucho que contar, vivo con mi madre, mi padrastro y su hija, hace poco me mude con ellos pero toda mi vida he vivido con mi padre.—Hablo mientras miraba a la nada.
—Y como te ha resultado el cambió?
—No me quejo—Dijo dándome una sonrisa—Ahora háblame de ti
—No hay nada interesante que decir acerca de mí —Dije
—No es justo—Protesto
—Vale, vale—Dije riéndome—Vivo con mi madre y mi hermano y toda mi vida he vivido aquí.
—Y tu padre?—Preguntó
—Es mejor no hablar de ese tema—Respondí fríamente
—Vale
—Creo que deberíamos irnos—Dije lentandome, ella solo asintió.
Ya estaba anocheciendo, subimos a su auto, me sentía agotada y lo único que quería era dormir, todo el camino ninguna de las dos habló.
—Te veré mañana?—Dijo mientras estacionaba el auto
Me causa mucha gracia su pregunta, ya que cuando estamos en el instituto, ni siquiera me vuelve a ver, iba a preguntarle por qué me ignoraba pero en eso alguien se asomo en la ventanilla.
—Hola, hermanita—Dijo Aaron—No me vas a presentar a tu amiga.
—ª —No supe que responder, no pude evitar avergonzarme.
—Me llamo Emily —Dijo la rubia sonriente
—Claro, ahora lo recuerdo—Dice mi hermano incorporándose.
—Que recuerdas?—Preguntó la rubia confundida
Seguro ya la reconoció, mierda, están indiscreto. Baje del auto lo más rápido que pude.
—Hora de entrar a casa—Dije tomándole la oreja- Emily nos vemos mañana
—Auch, me lastimas estúpida—Se quejo Aaron
—Adiós—Dijo sonriendo
Entramos a la casa y para mi sorpresa mi madre esta ahí. Raro ya que me dijo que su turno era en la noche. Solté al idiota y me dirigía hacia el cuarto, no estoy con ánimos de escuchar reclamos.
—Jaime, tengo que hablar contigo —Dijo mi madre en un tono serio
Suspire un par de veces, es obvio que si esta aquí es por algo, y aunque mi cara no lo muestre, estoy aterrorizada. Di media vuelta para mirarla y tanto como el rostro de mi hermano y el de ella solo me lo confirmaba.
—Es acerca de Javier—Escupió si asco.
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