Alexandra Jaime Morgan,es una chica que trata de llevar su vida como cualquier adolescente pero la profesión de su padre se lo impide. En el último año de instituto conoce a Emily una chica amable y extraña, la cual resulta ser la nueva hermanastra...
Cuando Sali del local, con desesperación quite mis gafas y el cubre boca, sentía que me estaban asfixiando.
—Su hermano Aaron desea comunicarse con usted—Dijo el chico
—Ahora no, no es el momento—dije aun tratando de tranquilizarme
—El insiste en hablar con usted, dice que es algo urgente—dijo haciendo una pausa—se trata de su otro hermano, Amaury, él ha despertado
Parpadeé repetidas veces. Una ola de frio invadió mis huesos.
—Hay que regresar ahora mismo a casa—dije aun tratando de asimilar, no ha pasado ni siquiera dos minutos desde que salimos de la cafetería, todo esta sucediendo demasiado rápido. Subimos al auto y nos dirigimos hacia el aeropuerto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Emily Hitsen (único cap., corto)
Hoy me toco cubrir el turno de Gabriela, así que tuve que faltar a mi ultima clases. Dejar todo atrás no ha sido nada fácil, estudiar en un lugar donde tienes que ser la nueva, se ha vuelto algo habitual en mi vida. He hecho algunos amigos, especialmente mi compañera de cuarto, Honey, una chica increíble, que en mi peor momento estuvo ahí.
Escuche la campanita de la puerta sonar, esta llamo mi atención, observe rápidamente, y al ver a la chica que estaba entrando, una extraña sensación inundo mi pecho, observe detenidamente sus movimientos, pero ella le dio el paso al grupo de chicos que venían entrando, aunque para mí no eran ningunos desconocidos, eran mis compañeros de clases, me agache para sacar algunos dulces, antes de que ellos se acercaran.
—Buenas tardes, ¿Qué se les ofrece? —dije automáticamente aun sabiendo que eran ellos.
—Lo mismo de siempre, mi chica guapa—dijo Moisés con una sonrisa
—Lo mismo de siempre—me burle
Mientras vacilaba con ellos, no podía dejar de ver a la chica que estaba detrás de ellos, aunque no podía ver su rostro, ni siquiera sus ojos por las gafas oscuras, esa sensación tan inquieta llamaba mi curiosidad. Luego de tomar las ordenes de los chicos, pedí a Sara que los dejara por mí, y rápidamente me dirigí hacia la chica
—Bienvenido, Que le ofrecemos? —dije mostrando una sonrisa sincera, ella dio un paso hacia a delante, pero su aroma se me hizo familiar, a pesar de no poder ver su rostro, ni sus ojos, tenia la certeza de que me observaba detenidamente, ella no dijo absolutamente nada, y eso me estaba poniendo nerviosa.
— Aún no decide que pedir, la entiendo, todo se ve apetitoso —Dije, observe sus manos, inconscientemente las unió, parecía nerviosa — pero le puedo ofrecer la especialidad de la casa—ofrecí
Luego de eso, dio un paso hacia atrás, como pretendiendo huir, pero un chico alto, la detuvo colocando una mano en su espalda, el chico no parecía de ser de aquí, su acento me lo confirmo.
—Dos cafés para llevar, y la especialidad de la casa —Dijo el con una sonrisa, asentí rápidamente
—5 minutos estará listo su pedido, ¿Para llevar? —pregunte, la chica no aparto su vista de él, me dio la sensación de que no quería verme, ¿Y si era ella? Y si es mi Alex, pero era imposible, el chico me saco de ese pensamiento. Ambos tomaron lugar en unas de las mesas, ella parecía decirle algo, pero desde esta distancia no podía escucharlos.
Luego de unos segundos la chica salió prácticamente corriendo, llame al chico para que retirara su pedido, pero mi curiosidad me gano.
—Ella esta bien? —pregunte —lo siento por la imprudencia
El me observo mientras paga y tomaba la bolsa.
—Lo estará —dijo sonriendo, una llamada lo distrajo—lo siento debo responder —Asentí, pero no se movió y ahí mismo contesto. (Señor Aaron) —dijo con formalidad (Si, ella se encuentra conmigo) —El nombre era el mismo que el hermano de Alex, pero podría ser una simple coincidencia, siguió hablando, hasta que el semblante del chico cambio, ni siquiera dijo nada y simplemente salió, la chica aún seguía despalda, pero luego de que él, le dijera algo, se dio la vuelta, en cuanto vi su rostro, no dude ni un segundo en correr hacia la salida, pero alguien que venía entrando impidió que saliera, me disculpe, y abrí rápidamente la puerta, pero el auto ya había arrancado, aun así trate de alcanzarlo, hasta que mis piernas dolieron, estoy segura que era ella, mi mente no puede inventar todo esto, ella vino por mí? Ella no esta enojada por a verla dejado, mis lagrimas comenzaron a salir.
—Por dios, chica, por que corres así —dijo Gaby, ella y los demás parecieron seguirme, coloco su mano
—Pensé ver a alguien —dije sin aliento
—Debió ser alguien importante, como para correr así —dijo
Luego de tranquilizarme, regrese a la habitación, no tenia ánimos de salir con los chicos, ellos lo entendieron y me vinieron a dejar. Me tiré a la cama, en cuanto puse un pie. Nada me asegura de que realmente fuera ella, pero no paraba de pensar en eso.
—Volviste temprano, Emy —dijo Honey saliendo del baño
—Hoy ha sido un día extremadamente extraño —dije —creo que me estoy volviendo loca
—Cuéntame —dijo sentándose en mi cama —Que te ha sucedido
—Te he contado sobre Alex —dije, ella supo los ojos en blanco y sonrió
—Por favor, si aun me sigo preguntando por que no te has tatuado su nombre, que llorabas como magdalena por haberte venido, —dijo ella —si no mal recuerdo es la misma chica a la que le has escrito 67 cartas cada día, aunque no ha respondido ninguna, ha y no olvidemos que lo acompañas con una hermoso tulipán cada mañana, aun sigo pensado como es que Paula (mi compañera antes de ti) se ha prestado para todo esto, así que no, no se quien sea Alex —dijo con sarcasmo
—Detallito —bromee
—La has visto —dijo ella, me incorpore rápidamente —ella vino a buscarte, es muy guapa eh
—Que? —dije —ella estuvo aquí?
—Si, incluso le di la dirección para que te encontrara
—Entonces no estoy loca —dije, era ella, mi corazón no palpito porque sí, sino porque se trataba de ella —debo de regresar —dije poniéndome de pie, mis pulsaciones estaban incontrolable.
—No puedes —dijo ella —aun falta un mes para que acabe el semestre
