Arlene. 7°

🔥CAPITULO 5🔥

EDITADO.

Hace 4 años...

Arlene 21 años.

😈<<{Mikhail}>>😈

Me duele.

La puta erección es tan dolorosa y firme que me sorprende de dónde estoy sacando fuerzas para no masturbarme.

Cassius: Mikhail te va a enseñar cómo le gustaría que le chuparas la polla, demente, mientras yo te pruebo.

Joder, sí.

Ella me mira con esos ojos oscurecidos por la excitación, es la primera vez que va a hacer esto, está esperando que la guíe.

Aunque solo quiera agarrarla del cabello y enterrarme en lo profundo de su garganta.

Es una de las fantasías más recurrentes en las noches, porque yo tampoco he hecho nada de lo que estamos a punto de hacer.

Mikhail: Pasa tu lengua por todo el largo, fosforito.

Pasa su lengua por todo mi falo y cierra sus labios en la punta mirándome a los ojos.

Abre la  boca y ahora está alrededor de mi polla, sube y baja en un ritmo constante y lento.

Intenta aprender cómo hacerlo bien.

Se ve jodidamente preciosa tomando mi polla.

Gime con mi polla en la garganta y se ahoga.

Mierda, eso fue... mierda.

Cassius: Respira por la nariz demente, no te la saques de la boca por ningún motivo.

Así lo hace mientras sube y baja tomando más y más en su garganta.

Mikhail: Fosforito...

Puta madre, su boca es el infierno.

Quiero agarrarle el pelo, así que lo hago, ahueca sus mejillas haciéndome estremecer y con su cabello en mis manos apretó su cabeza y muevo mi pelvis, dejándole mi polla en la garganta.

Delicioso, necesito hacerlo otra vez.

Que jodido placer.

Gime en mi polla cuando se corre, y le entierro varias veces más mi polla en su garganta hasta que me corro ahí, no le pregunté si le molestaba, me hubiera sacado.

Cassius: Es... puta madre, es deliciosa.

Levantó su cabeza para sacarle mi polla y antes de que la saque raspa con sus dientes mi cabeza.

Puta.

Madre.

Se me vuelve a parar la polla rápidamente.

Cassius: ¿Serás capaz de montarlo?

Quizás no debería hacerlo así la primera vez, pero él la está retando, así que ella lo va a hacer.

Se subió a horcajadas y con su mano colocó mi falo en su virgen coño y se dejó caer.

Arlene: ¡Ah!

Cassius: ¿Qué haces? Demente, te lastimas así, tienes que bajar lento.

Miro nuestra unión, cuando sin importarle lo que dijo Cassius empieza a subir y bajar, tiene sangre, se está mordiendo el labio y tiene los ojos brillosos con lágrimas retenidas.

Llevo mi mano a su clítoris y lo masajeo como la he visto tocarse en su habitación, empieza a gemir por el placer.

Le estoy apretando la cadera con una mano, sacó la que tenía en su clítoris cuando sé que ya no lo necesita y aprieto sus pezones.

Tiene unos gloriosos pechos y unas nalgas que me dejan noches masturbándome cuando la veo en esos conjuntos que usa para entrenar.

Cassius: Quédate quieta un poco demente, así puedo prepararte para tenerme a mí también.

Agarra un pote de algo y se lo unta en los dedos.

Arlene: ¡Ah!

Cassius: Tranquila, demente, pasará rápido.

Mikhail: Dime qué quieres que haga para distraerte, fosforito.

Cierra los ojos, están hablando entre ellas.

Arlene: Quiero cortarte.

Diablos, sí.

Le asiento con la cabeza a Cassius quién le da una de las navajas que hay en la mesa de luz.

Mikhail: Corta fosforito.

Su mano se aprieta en la navaja dudando en hacerlo, así que le acercó la mano a mi pecho y ella pasa el filo por entre medio de mi pecho hasta que sangra.

Pone sus dedos en mi sangre y se los lleva a la boca, gimiendo y cerrando los ojos.

Mierda, puede ser más excitante.

Cassius: Voy a entrar demente, aguanta un poco.

No le hace caso, sigue sacando sangre con sus dedos y chupando, hasta que un grito profundo sale de ella.

Cassius: Ya está toda adentro, demente, lo hiciste muy bien.

Mikhail: Necesito moverme.

Ambos la embestimos, no empezamos lentos, fuimos rápidos, duros, algo me dice que así es como le gusta, por qué está gimiendo sin parar.

Pone el filo de su navaja en su palma y aprieta para cortarse, y esa misma sangre que le sale de ahí, la pasa por mis abdominales y rodea mi cuello como si me ahorcara, pero no aprieta.

Quiero sangre en ella también.

La penetramos más fuerte y Cassius la hace acostarse en mi pecho, para que así esté mejor inclinada y pueda penetrar más profundo.

La beso cuando estoy cerca de correrme, le muerdo el labio hasta que le sangra, y se la chupo, es dulce, deliciosa.

La penetro más fuerte, al igual que Cassius cuando empieza a apretar, sus ojos  giran hacia el fondo de su cabeza del placer que siento cuando se corre y yo termino con ella.

Eso fue alucinante.

Su sangre es deliciosa.

Mikhail: Te amo fosforito, eres nuestra.

La beso.

🌗<<{Arlene}>>🌗

Veo a los dos hombres dormir cuando pude salirme del medio.

Mis piernas y todo mi cuerpo está adolorido, pero tomé una decisión.

Lo lastimé.

Me voy a ir para aprender a controlar esos impulsos, lejos de los daños colaterales que no soy capaz de tomar.

Puedo matar a cualquier persona del mundo, menos a ellos, menos a alguien de mi familia.

Y los pensamientos malos están dominando.

Di lo que es, tu mente está empezando a pensar como la mía.

Somos la misma.

Pero no lo aceptas, Arlene, no tiene nada de malo matar.

Sí, lo tiene idiota.

También pegarles a los niños, ¿Tengo que recordarte cómo aparecí? O porque crees que te gusta que te azoten, piensa, Arlene, prefieres sufrir de placer.

Lo cortaste, némesis.

Le gustó.

Lo asustaste.

A ti te asustó lo mucho que te gustó, Arlene, si nos tenemos que ir para que entiendas que a ti también te gusta, lo hacemos, pero no me eches de todo la culpa a mí.

Nos gustó, a él también, solo tienes que aceptarlo.

Nos vamos a ir.

Bueno.