Arlene. 7°

🔥EPILOGO🔥

EDITADO.

3 años después...

😈<<{Mikhail}>>😈

Arlene: Más alto, Principessa.

Aleksander: Deja de jugar con los trillizos, Principessa y sube o me subo hasta allí y te tiró.

Le dicen a Amelie, la hija de Leo, están entrenando caídas desde la altura, pero ella y los trillizos están jugando mientras escalan.

Las gemelas, por otro lado, ya están arriba esperando a sus hermanos que siguen jugando.

Aleksander: Ya no quieren Caos, están cansados.

Mi fosforito mira a su hermano y sonríe.

Arlene: ¡El que no llega a la cima y cae en perfectas condiciones no come el postre que hizo Papá Bao!

Claro que con ese incentivo llegaron a la cima y saltaron como ya saben hacer.

Son dulceros como su madre, menos las gemelas, ellas son más de comidas saladas.

Adrien: ¡Tía! ¿Me enseñas a usar ambas manos para disparar? Mamá no quiere.

Arlene: Tu mamá es aburrida.

Adrien es el hijo mayor de Afrodita, ya tiene 7 años y es igual a los cuatrillizos, pelinegros de ojos celestes.

Aleksander: Yo te enseño, pero en la noche, cuando tu mamá se vaya, ahora con Caos nos vamos al Averno.

Adrien: ¿Puedo ir?

Amélie: ¿Y nosotros?

Mikhail: Ninguno de ustedes puede ir ahora pequeños, cuando sean más grandes.

Alessio: No se vale papi, el tío Alek va.

Aleksander: Yo voy por qué soy más grande y más cool que ustedes mocositos.

Alexei: Mami, ¿me traes dulces cuando vuelvas?

Arlene: Con su tío llenamos la despensa de dulces, saben cómo sacarlos.

Gaia: ¿Y nosotras?

Aleksander: A mis niñas les trajimos muchos snacks salados.

Todos los niños salen corriendo a la pecera de las pirañas dónde está la "despensa" de dulces y snacks, para el pesar de Gian siguen escondiendo cosas ahí y los niños meten su mano y las comen, a escondidas de él.

Mikhail: Deben dejar de consentirlos tanto, saldrán caprichosos.

Aleksander: Para eso estoy y si de grandes siguen caprichosos, pues seguiré cumpliéndoles sus gustos.

Mikhail: A veces no entiendo cómo no te mato todavía, mocoso.

Arlene: Por qué no te dejo.

Oh, sí, cierto.

Mikhail: ¿Vamos?

Arlene: Sí, quiero saber cómo va mi suegrito.

Aleksander: Los hombres me dijeron que tuvieron que atarlo otra vez, intentó matarse.

Estúpido, quiere morirse como un cobarde, ¿Por qué? Porque le están haciendo lo mismo que quiso hacerle a mi mujer durante casi 5 años.