🔥CAPITULO 43🔥

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EDITADO.

Dedicado a ValeriaMorenoRodrig3 es corto, pero aquí lo tienen...

2 meses después...

🌡️<<{Eric}>>🌡️

No mames.

No mames.

No mames.

¿Qué se hace en estos casos?

¿Corro, busco ayuda, qué, que hago?

Arlene: ¡Puedes moverte y buscar a mi tía Atenea!.

Bao: Yo voy.

Sale corriendo de nuestra habitación, todos nos levantamos de la cama y estamos viendo a nuestra esposa, pálidos y duros.

Estábamos acostados cuando sentimos que la cama se empezaba a mojar y nuestra esposa apretaba el brazo de Nathan tan fuerte que casi se lo rompe.

Rompió fuente, dijo Gian, quien ahora está ayudando a nuestra mujer, la levantó estilo princesa y está corriendo al quirófano, que está ambientado como sala de partos.

Nosotros les seguimos por detrás, la presión se me debe de haber bajado, pues el suelo me tiembla a veces.

Mikhail: ¿Podemos entrar?

Gianluca: Pónganse eso.

Nos señala unas bolsas con trajes verdes quirúrgicos dentro, nos los colocamos los ocho, porque Gian se lo puso ni bien llegó y está ahora con nuestra esposa.

Tengo un miedo de muerte.

Entramos y nos ponemos alrededor de mi calabacita, Gian está con la cabeza en su coño viendo algo, no sé qué, pero en este momento lo único que me importa es mi mujer.

Y mantener los dedos de mi mano intactos, aunque lo dudo por la fuerza con la que me aprieta.

Atenea: Vamos nena, respira como te hemos enseñado.

Inhala y exhala intentando estar tranquila, cierra los ojos, aprieta la mandíbula y la mano cuando el dolor la está superando.

Arlene: Puta madre.

Gianluca: Pequeña antorcha, cuando te digamos debes pujar.

Ella asiente, la transpiración se está haciendo presente en su frente.

Atenea: Ahora nena, puja.

Ella lo hace.

Arlene: ¡Ah!

No mames, me voy a desmayar y ni siquiera soy el que está entre sus piernas recibiendo al bebé.

Gianluca: Una vez más mi amor, ya vemos la cabeza.

Puja una vez más con todas sus fuerzas y se escucha un llanto parecido al maullido de un gato.

Atenea: Es uno de los trillizos, toma.

Se lo da a Aiden quien es el más cercano a ella, porque mi mujer sigue pujando.

La transpiración cae hacia su cuello y bajando a sus pechos, su cabello está húmedo por la misma.

Mi mano ya ha perdido color, ahora está blanca, seguro se murió, lo vale totalmente.

Tres veces más son las que necesita pujar antes que un llanto similar al anterior se escuche, nació nuestro segundo hijo.

Arlene. 7°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora