EDITADO.
🌡️<<{Eric}>>🌡️
Mi calabacita baja del carro en el campo de tiro, al cual nos trajeron los mellizos.
Según ellos, necesitábamos ver esto, la vista tan placentera de Nemesis, la pesadilla hecha persona.
Agarra del maletero un cuerpo y lo carga en su hombro con una facilidad que asombra, la misma facilidad con la que cargo al teniente el día que nos conocimos, desde ese día entendí que esta mujer no es normal.
Es un ser extraño, único, tiene odio acumulado que la impulsa a hacer cosas que sobrepasan los límites de hasta el mejor soldado, ya no es tan voluble como lo era y eso, solo la hace peor.
Y mejor persona para ella.
Pasa frente a nosotros con una mirada decidida hacia lo que vaya a pasar adentro.
Nathan: Necesito ver eso.
Enzo: ¿Quién es la mujer?
Gianluca: La mujer con la que follaba el chino.
Enzo: ¿Los vio todas las veces?
Sí.
Asiente.
Aiden: ¿Por qué siguió mirando?
Stepan: El odio la motivó a amigarse con Nemesis.
Gianluca: Y no podía dejar de verlos y ayudarlos cuando tenían problemas.
Sí incluso desde el culo del mundo, durmiendo dos horas e incluso menos cuando intentaban matarla o propasarse, los vigilaba y procuraba su seguridad.
Enzo: ¿Ella fue la que mandó reforzar los aviones?
Eric: Había visto gente tocando los motores.
Entramos al no granero, la mujer está atada en una silla.
Nathan: ¿Me ayudó en algo mientras no estaba? No pude haberme mandado tantas cagadas.
Te sorprendería de lo que son capaces, la estresan más que si tuviera críos.
Gianluca: Te escapaste sin hombres a unas carreras clandestinas, te iban a matar.
Frunce el ceño.
Nathan: No me pasó nada.
Gianluca: Aja, dile gracias.
Por supuesto que así como los vigilaba, tenía hombres cuidando que nada les pasará, una llama, una palabra y esos hombres, incluso se interpondrán entre la bala y ellos, le temen lo suficiente para no fallarle.
Aiden: Yo mejor ni pregunto y agradezco, me conozco lo suficiente para saber que me mandó las mil y una.
Arlene: Haces bien, tesoro.
Sopla su nuca.
¿Cuándo llegó ahí?
Aiden: ¡Mierda! ¿Rojita quieres matarme?
Se toca el pecho.
Arlene: Hubiera dejado que me ahorrarán el trabajo, los de las apuestas por peleas, deja de ser descuidado e irte solo.
Acaricia su mejilla.
Enzo: ¿Quién eres tú y qué hiciste con Nemesis?
Ella se ríe.
El mejor sonido del mundo y eso es porque casi nunca se escucha, llega cuando menos lo esperas, tan único, tan vibrante y sagaz.
Arlene: Soy la misma, pero sin cambios, soy sentimental, atenta, cariñosa —lo que sigue lo dice en un tono bajo y frío, ese que impulsa miedo— también soy una psicópata, que le gusta la sangre, obsesionada con 9 hombres, llena de odio y ganas de venganza, porque no saben cumplir con su palabra.
Le muerde el labio hasta que la sangre sale y le pasa la lengua.
Aiden: Nos gustas como eres.
Se vuelve a reír, pero fue siniestra, de esas que te hielan la sangre.
Arlene: No tenían opción, tesoro, son mi capricho, mi obsesión, y así como los protejo, también puedo ser su ejecutora.
Le guiña el ojo y se aleja.
Aiden: Está loca —suelta un suspiro— y me encanta.
Enzo: Y a mí.
Stepan: Si les sirve, también dijo cosas buenas de ustedes.
Nathan: Me las cuentas después, quiero ver todo lo que va a hacer, ya me la puso dura y quiero masturbarme con su imagen.
Ruedo los ojos, al menos es sincero.
Yo voy a hacer lo mismo, pero no voy a andar gritando a los cuatro vientos.
Mi calabacita sale corriendo y vuelve minutos después de la misma forma con su cartera.
Cachetea a la mujer que está atada a la silla hasta que se despierta sobresaltada.
Chiara: ¿¡Qué haces loca!?
Arlene: No puedo contarte lo que voy a hacer si sigues desmayada, aunque te ibas a levantar del dolor, pero prefiero explicarte antes.
Saca un suero de la cartera.
<<Mi tía, la madre del que dices es tu novio —chasquea la lengua— error, castaña, todos ellos tienen dueña y a ti te va a tocar aprender lo que pasa por codiciar cosas tomadas.>>
<<Bueno a lo que venía, Mi tía, me dio este suero que fabricaron con mi madre, te mantendrá viva durante toda la tortura, me explico cómo colocártelo y aunque me encantaría reventarte todas las venas.>>
<< El suero perdería el efecto.>>
Le hace un torniquete un poco más arriba del codo y golpea con dos dedos la parte interna de su antebrazo para que las venas se noten bien.
<<Dato curioso que aprendí cuando me encerraron en un cubículo de 1 x 1 dos días con un libro que explica como desarmar y armar armas en menos de diez segundos.>>
Miro a Gianluca y Stepan, sin entender cuando sucedió eso, ambos niegan.
¿Cuándo le hicieron eso?
¿Por qué no sabíamos y por qué no la ayudamos?
<<Nemesis tiene memoria fotográfica, así que tú buena noticia es, que ahora que ambas estamos juntas, yo también aprendí perfectamente hace unos minutos por videollamada como colocarte esto.>>
Levanta la aguja mostrándole.
Se la coloca y la pega con una cinta.
Gianluca: Lo hiciste bien pequeña antorcha.
Arlene: Por supuesto que sí, corazón.
Stepan: ¿Cuándo te encerraron?
Arlene: Unos meses después de llegar.
Eric: ¿Por qué no nos dijiste nada?
Arlene: Recuerdan al teniente que le quebré el pie —asentimos— el último hueso que le crujió fue el cuello, cuando salí de allí, esperé dos días para saber cuánto tiempo pensaba dejarme.
Lo tiró y plantó toda la escena para que se acuse a un coronel que frenaba mi ascenso, e incluso así, no pude tomarlo, por qué cuando me lo volvieron a ofrecer, que fue más de tres años después, elegí venirme con ella.
Y lo volvería a hacer.
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Arlene. 7°
RomanceSéptimo libro de la saga Legado. (Independientes) 🌗{Arlene}🌗 Me niego a lastimarlos. Son mi más grande obsesión y mi más grande tormento. Me iré. Los dejaré. Coopera conmigo Nemesis, no quiero lastimarlos, los quiero vivos, los quiero conmigo. ~No...