Hoseok adoraba la primavera, las flores de cerezo que caían sobre su humilde casa y el prado de acuarelas que atraía su curiosidad con frecuencia; adoraba la estación de suaves tonos pasteles que cubría su visión cada vez que observaba por su ventana y el aroma del rocío de la mañana que cubría los pétalos de rosa que existían en el jardín de sus vecinos; sin embargo, aquella adoración encontró su final en su séptimo cumpleaños, cuando su padre omega decidió abandonarlo en las ruinas de una manada que poco a poco iba mejorando.
El recuerdo de aquel dieciocho de febrero, en el séptimo año de su vida, lo perseguía constantemente y atormentaba su alma como si lo condenase por malas acciones que nunca hubo cometido. El rostro de su padre omega permanecía entre fotografías borrosas en su mente, al igual que el aroma que había cubierto su cuerpo durante sus años de infancia. Lo único que podía recordar de aquella noche de febrero, fue la voz entrecortada de su padre cuando le indicó que permaneciera en la plaza del pueblo hasta su regreso. Hoseok esperó, por supuesto, con un helado en la mano derecha y una ilusión infantil que lo retuvo tranquilo en aquel lugar; pero, como estaba previsto, su padre nunca llegó.
El pequeño infante recorrió todos los lugares que había visitado anteriormente, llorando, buscando a su progenitor, preguntando por él a cada persona que le cuestionaba sobre su bienestar. Pero, nunca lo halló. Las autoridades entendieron lo que había pasado y revisaron el pequeño bolso que colgaba en su cuello. La carta que hallaron en el interior les indicó sobre el abandono y mostró la dirección del supuesto padre alfa del niño.
Hoseok recordaba la visita a su padre alfa, su rechazo directo y su posterior ubicación al orfanato del pueblo. Recordaba su tristeza profunda y su prevista huida de la institución. Pero, también, recordaba la tarde en la que, harto de correr y llorar, se encontró con la caravana real de la familia Jeon. Jungkook era unos años menor a él, apenas podía caminar sobre sus pequeñas piernas, pero poseía una inteligencia sin igual.
En el desfile de la carroza real por la plaza del pueblo, las miradas de ambos alfas hallaron el momento perfecto para encontrarse y reaccionar ante el otro. Jungkook reconoció al niño como un cambiaformas deprimido y cansado, alguien que no gozaba de protección o familia que lo apoyase. Por esa razón, ignorando a sus padres, aprovechó que el paseo se detuvo por unos minutos y bajó de su carruaje. Corrió en dirección del niño, pese a los llamados de sus padres, y le tendió la mano.
El primer encuentro entre ambos fue sorpresivo, pero representó el inicio de su amistad fuerte e inquebrantable. La llegada de Hoseok al palacio y su entrenamiento posterior fueron acontecimientos que ambos recordaban con cariño, pues no existió día en el que llegaran a separarse después de ese momento.
Hoseok creció, rodeado de la soledad de su propia alma y la amistad incondicional otorgada por el joven líder de la manada Jeon. Escaló alto y se convirtió en su hombre más confiable y segundo al mando de la manada. Todo fue bien para él desde ese momento y el recuerdo de su abandono se desvaneció con el paso del tiempo. Su vida se mantuvo igual durante muchos años hasta que encontró a su pareja destinada en una manada alejada, una noche de primavera que nunca pudo olvidar.
Y traigo de regreso esta bonita historia hopev, donde podrán encontrar romance, drama, llanto, alegría y muchos momentos donde desearán golpear a Hoseok o donde desearán tenerlo de pareja.
Este es el primer libro de una saga omegaverse, donde se narraran diferentes historias por pareja (kookmin, soojun y namjin). Así que aquí podrán tener algunos pequeños momentos de las otras parejas.
Espero que les guste 💕
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Love Story ; hopev.
Fanfiction[OMEGAVERSE] [My only love #1] « Jung Hoseok, líder del ejército de la manada Jeon. Kim Taehyung, joven heredero de la familia Kim. Ambos se conocieron en la manada Kim por obra del destino. Ambos eran destinados. Sus lobos...