Love Story ; hopev.

37.

A las ocho de la mañana, en un lugar apartado de la manada Jeon, a dos horas de distancia, Jaeyoon acarició a su caballo, mientras esperaba por la llegada de sus hombres, quienes habían informado horas atrás sobre el éxito de su misión. Parte de su ejército había permanecido en territorios ajenos desde el comienzo de la guerra, mientras un pequeño grupo de sus hombres lo acompañaron a diferentes puntos del país, durante semanas, para la búsqueda exhaustiva de evidencia que no solo condenase a la manada Hwan de ser los causantes principales del intento de asesinato de su hermano, sino también de su deseo por empezar una guerra entre ambos bandos para beneficiarse de las consecuencias dejadas y la materia prima de la manada Kim, cuyo bien habían perseguido desde el comienzo del año.

Además de ello, había conseguido información sobre su propio intento de asesinato, días después de su huida, donde un buen sector de la Asamblea estaba involucrado de manera deshonrosa. Jaeyoon había investigado aquello durante un buen tiempo, incluso antes de que ocurriese lo de su hermano, por lo que se sintió verdaderamente satisfecho cuando todas las pruebas reposaron en sus manos de manera definitiva.

Si bien le había prometido a su hermano que estaría a su lado cuando la guerra comenzara, no pudo evitar faltar a esa promesa, debido a lo mucho que se extendieron sus investigaciones. No podía encontrar el suficiente material de las fechorías enemigas con la familia Hwan en el interior de su palacio, por lo que aprovechó demasiado bien su ausencia, debido a la visita que realizaron a la manada Kim y su apoyo en la guerra, para infiltrar a sus hombres, comprar soldados de la manada ajena, y sobornar a varios de sus políticos. Eso le dio la ventaja necesaria para conseguir información relevante sobre los últimos movimientos económicos realizados en secreto, siendo los más graves una cantidad inmensa de dinero salida del tesoro de la manada, la cual no se reportó en ningún momento y del cual no se tuvo rastro alguno; al igual que una pérdida inmensa de materia prima, como si hubiesen utilizado todo lo que tenían en un proyecto que no hizo más que fracasar, lo que dejó desabastecidos sus mercados y los obligó a comprar en grandes cantidades para solventar esa escasez. Sin embargo, cuando el capital no alcanza a la demanda, las cosas empeoran y eso ocurrió con la manada Hwan. Ellos necesitaban de materia prima, pero no tenían el dinero suficiente para cubrirlo, por lo que solo podrían conseguirlo de una manera: si los precios del material importado por la manada Kim descendían.

Evidentemente, con Seokjin manejando las finanzas, al lado de Namjoon, eso no iba a ser posible. Era poco probable que ellos cedieran a ello, cuando sus exportaciones eran muy demandadas en el exterior y habían mantenido los mismos precios desde siempre. Solo existía una manera de que decidieran bajar el valor de su materia prima y era si el tesoro real estaba demasiado comprometido para seguir poniendo altos precios. Necesitarían conseguir mayor capital y no tendrían más opción que reducir los precios para que se vendieran más cantidades de manera rápida. Y eso solo se lograría si entraban en guerra con otra manada igual de poderosa.

Jaeyoon pensó en todos los pasos que tuvieron que dar para llegar a ese momento, y supo de inmediato que el asesinato a Taehyung no solo los beneficiaría de manera personal (porque era evidente el rencor que sentían por el joven omega después de haberlos humillado públicamente y haber rechazado la mano de su heredero), sino también de manera política, pues el hecho de que el príncipe fuese asesinado en territorio de los Jeon, cuando estos mantenían oculto al "causante" de su desaparición iba a desatar una guerra inminente, sin opción de negociaciones en primera instancia.