[OMEGAVERSE] [My only love #1]
« Jung Hoseok, líder del ejército de la manada Jeon.
Kim Taehyung, joven heredero de la familia Kim.
Ambos se conocieron en la manada Kim por obra del destino.
Ambos eran destinados. Sus lobos...
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Taehyung soltó una risita cuando Jungkook retrocedió, algo temeroso, tras encontrarse con un par de plantas carnívoras en una de las esquinas del invernadero. Estaba demasiado sorprendido por aquel hallazgo, pero también sentía ligero miedo por lo que decían de ese tipo de plantas, pues eran muy peligrosas tanto para los insectos como para los cambiaformas. Para Jungkook, las plantas carnívoras eran sumamente terroríficas, por lo que en su manada no era común verlas siendo cosechadas por ningún lado, pues todos temían por ellas. Para la manada Kim, en cambio, era muy común criarlas, debido a su cualidad exótica y utilidad para deshacerse de los insectos. Por eso, no era nada raro que el invernadero real, el cual resguardaba a infinidades de plantas, tuviera en su interior a un par de estas.
―Vamos, no es tan peligroso ―dijo el omega, mientras comenzaba a reír.
― ¿No es peligroso? ―mencionó el castaño―. ¿Acaso has visto esa cosa?
La risa del azabache se intensificó y pronto se vio sujetándose del brazo del mayor, intentando cubrir su rostro sonrojado de tanto reír. Jungkook trató de no seguirlo, pero fue demasiado tarde para él cuando el omega aumentó sus carcajadas, segundos después de sujetarse de su brazo. Compartió la misma energía divertida y terminó riendo con él.
―Su reacción hace un momento fue muy graciosa ―mencionó Taehyung entre risas.
Ambos detuvieron sus pasos en medio del invernadero, tratando de calmarse y reponer la compostura perdida en el momento de diversión obtenido. Jungkook simplemente le sonrió y se apoyó en uno de los espacios libres de plantas. Al principio, se había quedado maravillado con la edificación del lugar, pues el interior era muy amplio, tenía filas y filas de plantas de diferentes procedencias, como si hubiesen viajado a todos los lugares del mundo con el único propósito de reunir todas estas en una colección extraña de plantas. Existían varios cambiaformas que se encargaban del cuidado de estas, quienes, muy amablemente, se encargaban de responder las dudas de los visitantes.
Jungkook estaba fascinando, todo el interior olía delicioso, pese a tener una combinación extraña de olores, y el ambiente era tan relajante que se sintió demasiado confiado para soltarse frente al omega, evadiendo la posición seria brindada en un inicio. Ciertamente era que, pese a los deseos de sus padres por llevar esa relación más allá de una fraternidad, el alfa había encontrado en Taehyung al perfecto acompañante de conversación, pues ambos tenían los mismos destinos y las mismas responsabilidades desde su nacimiento.
―¿Te has encargado de este invernadero todos estos años? ―cuestionó el mayor, cuando las risas cesaron y se hallaron en silencio.
―No completamente, debido a mis obligaciones, pero sí paso un poco de tiempo aquí. Este lugar era muy querido por mi madre y siento el deber de venir a vigilarlo de vez en cuando.
―Debió ser difícil para ti crecer sin tu madre ―concedió el alfa.
Taehyung asintió, mostrando una sonrisa melancólica.