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Hoseok sonrió en dirección de Jungkook cuando este tuvo problemas para cazar un jabalí

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Hoseok sonrió en dirección de Jungkook cuando este tuvo problemas para cazar un jabalí. El menor se esmeró en disparar la flecha de manera correcta, pero no pudo hacer mucho cuando el animal se percató del pequeño traspié que tuvo en la hierba y evadió el ataque directamente. Un bufido molesto salió de los labios del joven alfa antes de guardar su flecha para, después, seguir al jabalí hacia donde se había retirado.

Jung lo acompañó en todo momento, cuidándolo de cualquier peligro que lo rodease en ese corto paseo de caza. Algunos alfas de la guardia se hallaban repartidos alrededor del bosque, cautelosos de cualquier movimiento extraño o la presencia de algún enemigo del reino. El día era cálido y el bosque parecía totalmente tranquilo durante el transcurso de la mañana, por lo que decidieron usar la calma del ambiente para cazar y practicar el lanzamiento de arco y flecha.

Jungkook suspiró pesadamente cuando el jabalí se alejó otros metros de él y tiró de sus cabellos con frustración, totalmente ofuscado por la situación. Había llegado a ese lugar con el propósito de quitarse todo el estrés de los últimos días, pero había obtenido más molestia que relajación.

―Tranquilo, podrás cazarlo otro día ―indicó Hoseok a un lado suyo.

― ¿Y dejar que el tonto animal me gane?

―Eres infantil.

―Competitivo, es la palabra.

Hoseok solo sonrió en su dirección y lo siguió en todo momento.

Jungkook decidió seguir al animal una vez más y esperó a que este creyera en su falsa salvación y tranquilidad a mitad del bosque. Se quedó en su lugar, escondido tras los arbustos, a la espera de una oportunidad para el ataque que había planeado. Y cuando el jabalí pensó encontrarse en paz, dentro de su hábitat, Jungkook tensó la cuerda de su arco y deslizó la flecha en silencio. Seguido a ello, apuntó al animal con precisión y dejó ir la flecha cuando lo encontró prudente.

El animal cayó herido y Jeon encontró la oportunidad perfecta para terminar con el trabajo. Cuando terminó con ello, les pidió a los guardias que amarraran al animal salvaje y lo llevaran hacia el palacio, donde los criados estarían esperando por ellos. Los guardias acataron la orden del líder y usaron una carreta para movilizarse hasta el palacio real.

Jungkook y Hoseok se subieron a sus caballos y pasearon por la pradera durante varios minutos, mientras hablaban sobre los resultados obtenidos tras la conquista de tierras extranjeras y el abastecimiento de alimentos dentro del pueblo. También hablaron sobre la primavera que se acercaba cada vez más y el calor que empezaba a sentirse desde hacía una semana.

Los asuntos de la manada se llevaban todo el día de Jeon, al extremo de casi no tener recesos largos de sus labores. Incluso cuando había estudiado toda su vida para manejar los asuntos políticos de la manada, se sentía sumamente sobrepasado, en algunas ocasiones, por los problemas que surgían cada día y por el manejo económico que requería la manada para subsistir. El problema más reciente que obtuvieron fue la conquista a la manada vecina, cuyos líderes abandonaron el tratado de paz y declararon la guerra contra la familia Jeon.

Love Story ; hopev.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora