Capítulo X

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Bong-Cha se despertó al día siguiente. Hacía mucho frío, más que el día anterior. Al asomarse por la ventana se percató de que estaba nevando. Pero también se dio cuenta de otra cosa, Asdis no estaba, lo cual le pareció extraño, ya que esta se mostraba bastante tímida con cualquiera que no fuera ella. Después de cambiarse de ropa, Bong-Cha tomó sus cosas y salió de la habitación. Le sorprendió que los demás aún no se habían levantado, así que fue hacia la habitación de Orvyn y tocó la puerta.

—¡Hora de levantarse! —exclamó.

Orvyn, aún recostado entre las cobijas se llevó la mano a la cabeza.

—¡Dame un minuto! —le dijo adormilado.

—¡Corre tiempo! —contestó ella.

Pasó poco tiempo antes de que el Comandante abriera la puerta para encontrarse con ella.

—No creí que me ganarías a la hora de levantarnos —señaló.

—A veces puedo ser muy impredecible —respondió Bong-Cha —Por cierto, no encuentro a Asdis, no la has visto ¿cierto?

—No, no he salido de aquí y tampoco he escuchado ruido afuera —Orvyn negó con la cabeza.

—Hmm —Bong-Cha frunció el ceño —Iré a buscarla.

A continuación, bajó y salió del establecimiento. El viento y la nieve generaban un frío demasiado intenso. Bong-Cha se puso la bufanda y la capucha y buscó a Asdis, quien no aparecía por ningún lado. Se acercó a Bjorn y le preguntó al respecto.

—Disculpa, ¿has visto a una mujer joven pelirroja pasar por aquí?

—Mujer joven pelirroja... creo que sí, fue al astillero si no me equivoco —dijo Bjorn.

Bong-Cha asintió y fue en dirección al astillero, que se encontraba cerca del puerto. Un hombre mayor con el cabello castaño y algunas canas, la saludó y le dio la bienvenida. Se veía amable y agradable.

—¿En qué puedo ayudarle, señorita? —preguntó este con cordialidad.

—Estoy buscando a una chica joven con cabello pelirrojo. Me dicen que vino aquí —informó Bong-Cha.

—Ah si, vino aquí temprano y se llevó un barco. No dijo a donde iba o que planeaba hacer. Se ve que tiene dinero —explicó el señor.

—¿Se fue así nada más?

—Mjm.

—¿Y no vio más o menos hacia dónde?

—Lo poco que alcance a ver fue que se dirigió al sureste, probablemente a la Isla del Atardecer o a las Peñas Altas, pero tal vez cambió su rumbo más adelante.

—Ok, gracias por la información.

Bong-Cha se retiró preguntándose porque se había ido si le había dicho que le ayudaría a resolver el misterio de Ravnensland. En el camino de vuelta se encontró con Orvyn.

—¿La encontraste?

—No, me dicen que tomó un barco y se fue al sureste. Me parece extraño...

—Bueno... supongo que quería seguir su camino sola. Nosotros debemos volver ahora a Bronzeshore.

—Si... —la voz de Bong-Cha sonó distante.

—¿Qué pasa? —preguntó Orvyn al notarlo.

—No lo sé... es solo que... quería averiguar qué es lo que estaba pasando en Ravnensland...

—Todos los reinos tienes problemas, ninguno está totalmente limpio. Y Bong-Cha, no puedes siempre resolver todo.

—Yo no tengo familia, Orvyn, ella sí, y se la arrebataron. Hay algo extraño que está pasando en ese lugar. No puedo simplemente ignorarlo.

Mar ArcanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora