La madre de Bong-Cha se acercó a Jang-Seo, quien trataba de aplicar presión sobre las heridas para que dejaran de sangrar. Lo tomó del brazo para ayudarlo a levantarse.
—Gracias... —dijo él.
—Ven, voy a curarte eso —enunció la mujer y lo llevó de vuelta a su morada.
Ahí le indicó que se sentara y trajo algunas cosas para curar las heridas.
—Lo siento, Cayden es a veces muy sobreprotector con mi hija. Parece más su guardaespaldas que artillero —habló mientras limpiaba la sangre.
—Si... ¿Pero cómo lo supo? Lo que... pasaba.
—Gritaste.
—Oh...
—Creo que ustedes dos no se llevaban bien desde antes.
—Algo así... ¡ah!
Jang-Seo se quejó al sentir una fuerte punzada de dolor en la mano.
—Tranquilo, duele, pero estará bien.
La madre de Bong-Cha le vendó las manos.
—Gracias... —dijo Jang-Seo con la cabeza baja, frotándose las manos.
—A mi hija no le gustará nada —señaló la mujer.
—No, no le diga nada, porfavor. Yo le... le diré que fue culpa mía —Jang-Seo la interrumpió.
Ella frunció el ceño, poco conforme con su apresurada respuesta. Luego suspiró.
—Jang-Seo, ¿cierto? —preguntó.
—Así es... —él asintió.
—Se quien eres, Colmillo Escarlata, he escuchado sobre ti y el terror que siembras a través de los mares —la mujer habló en un tono serio pero tranquilo —Si algo he aprendido en toda mi vida es que no se debe juzgar a alguien por su fama. Por alguna razón, mi hija te tiene en muy alta estima y confía plenamente en ti. No puedo negarte que tengo mis dudas, sin embargo es por eso que quiero pedirte algo.
—¿Pedirme algo? ¿Y qué es?
—Quiero que la protejas, Jang-Seo, cuídala, ella te necesita. Está muy vulnerable y confundida. Jamás la había visto así con nadie. Ella... tiene una personalidad fría, en especial desde que su padre falleció. Pero contigo... no lo se, es diferente —ella tomó la mano de Jang-Seo suavemente para no lastimarlo —Protégela, Jang-Seo, porfavor. ¿Puedes prometerme eso?
—Le prometo que mientras yo esté aquí, su hija estará a salvo. Si alguien intenta atentar contra ella, tendrá que matarme primero.
La mujer sonrió con una expresión nostálgica e inclinó la cabeza a manera de agradecimiento.
Después de dar por terminada la conversación, Jang-Seo se retiró a la habitación que le habían prestado, la cual también había aceptado compartir con su primo. Pasando por el pasillo oscuro, apenas iluminado por unas tenues velas, vio a través de la puerta translúcida de la habitación de Bong-Cha. Se notaba solamente su silueta desvistiéndose. Jang-Seo no pudo evitar admirar el contorno de su cuerpo. Su perfil era hermoso, igual que su delgada cintura y delicados brazos. Sus largas piernas era ágiles como las de un gato y fuertes como las de un caballo. La vio pasarse la mano por el cabello, alborotándolo un poco de una singular manera. Él bajó la mirada un poco y siguió caminando agarrándose los brazos por el frío, hasta llegar al final del pasillo. Cuidadosamente abrió la puerta para no hacer ruido. Al entrar vio a Yeong-Seok ya dormido con la espalda descubierta. Notando que tenía frío, Jang-Seo tapó bien a su primo antes de recostarse también. Al momento que se sus ojos se cerraron y su cuerpo se relajó, sintió como su primo se volvía hacia él y se aferraba a su brazo. Jang-Seo lo miró de reojo e hizo una ligera sonrisa. A continuación se giró también hacia él y cerró sus para quedarse dormido al poco rato.
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Mar Arcano
AdventureUna jóven se despierta en una isla desierta sin recordar quien es ni cual es su pasado. Ella sola con su determinación jura descubrir cual es su historia y hacerse notar, sin embargo su travesía da un giro inesperado cuando conoce al Colmillo Escarl...