Mar Arcano

Capítulo XII

Bong-Cha dejó sus armas al lado de un armario recargadas en la pared. Se quitó su saco y las botas y se dejó caer sobre la cama. Hasta arriba tenía una cobija abrigadora y elegante con un diseño muy particular y dinámico. Las demás eran más simples, pero también finas. La noche no era demasiado fría, así que dormiría bastante agusto. Toda la habitación tenía un agradable olor a perfume y estaba perfectamente arreglado. Sin embargo, no parecía de Jang-Seo. ¿Realmente sería de él? ¿Por qué tenía ese olor y ese arreglo tan delicado y cuidado? Jang-Seo no parecía ser alguien que se preocupara en exceso por tener sus cosas impecables. Pero, aun así, en el fondo agradeció que le hubiera dado un cuarto para ella sola.

El movimiento del mar le ayudó a quedarse dormida rápido. Una parte de la noche fue muy tranquila, de sueño profundo y reparador. Pero otra, su mente estuvo recreando los sueños anteriores del naufragio y el momento en que había caído al agua. Los recuerdos se combinaron, como si fueran situaciones similares que su mente trataba de asimilar. Eso la hizo ponerse inquieta. Se despertó agitada cuando todavía estaba oscuro. Estaba cansada de soñar tan seguido con partes de eventos que no podía recordar por completo. Se levantó y dio vueltas por la habitación, agarrándose el cabello y haciendo lo posible por calmarse. Sabía que no podría dormir en un rato, así que encendió una lámpara y se quedó pensando. Sus ojos oscuros estaban perdidos en la inmensidad de sus pensamientos. Eso hasta que escuchó pasos afuera. Discretamente y sin hacer ruido abrió un poco la puerta, pero no había nadie, todo estaba en silencio. Supuso que había sido su imaginación, así que lo ignoró. Paseó su mirada por la habitación. Reparó en algunos grabados en las paredes, eran flores, principalmente lirios. En el techo estaba pintada una constelación que parecía formar una orca. Y a los costados de la cama, había pinturas de orcas y olas marinas. Bong-Cha recordó que el símbolo de las velas del barco era también una ballena orca. Seguramente representaba algo importante para Jang-Seo, tal vez parte de su historia. Para distraerse, tomó su libreta, y alumbrando con la lámpara, copió las pinturas de las orcas, al igual que los lirios. Le gustó como quedaron, pues se parecían bastante a las originales.

Después de eso se recostó de nuevo. Le daba curiosidad saber porque tenían tanta importancia las orcas en ese barco, así que decidió que al día siguiente le preguntaría a Jang-Seo al respecto. En realidad, sabía poco de él, apenas se conocían, pero seguramente había una extensa historia detrás del buscado Colmillo Escarlata.

A la mañana siguiente, Bong-Cha subió a cubierta y se sentó en unos barriles con su libreta y un plato de comida que incluía un salmón, arroz y fruta. Eso le recordó a Astrid, y en especial a Claire, y también a Bronzeshore en general. Recordó también lo que había dicho Shouta antes de que ella partiera a Frostwake junto con Orvyn y sus hombres, "si el destino decide que vuelvas, te ayudaré a seguir desarrollando tu magia. Pero si tiene otros planes para ti, la enriquecerás y fortalecerás con el tiempo". ¿Acaso sabía que pasaría algo que le impediría regresar pronto? Sacó esos pensamientos de su cabeza, había estado pensando mucho el día anterior. Mejor se puso a dibujar el diseño de las velas en su libreta.

—¿Qué haces? —preguntó alguien cerca de ella.

Bong-Cha volteó y reparó en Zelda, la chica rubia de ojos verdes.

—Dibujando —dijo.

—¿Puedo ver? —Zelda se acercó un poco.

—Mjm —asintió Bong-Cha.

Le mostró lo que llevaba del dibujo de las velas, después le enseñó las orcas y los lirios. Posteriormente la luna con el dragón.

—El símbolo Moon —dijo Zelda al verlo.

—Ah, sí. Lo vi en un libro y me pareció interesante.

Bong-Cha terminó el dibujo de las velas y se lo mostró a Zelda después. A esta le agradó. En eso, apareció alguien tapando la luz del sol.