Capítulo XIX

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Jang-Seo subió a la cubierta temprano en la mañana. En el camino se encontró con Cassian, quien le preguntó por su herida. Él aseguró estar bien y que no era nada de mayor gravedad. Yeong-Seok se encontraba ya despierto en la cubierta, al igual que Hinata y Haruto. Apoyándose en la orilla y sosteniéndose de las cuerdas, Jang-Seo se dirigió a la parte delantera del barco con un pétalo de flor de lirio en la mano. No había podido hacer su homenaje a su hermana la noche anterior, así que lo haría en ese momento. Puso los brazos sobre la orilla y mirando al mar, lanzó el pétalo a la luz de los primeros rayos del sol.

—¿Todavía entregas esos pétalos? —preguntó su primo, quien ya se encontraba junto a él.

—No podría dejar de hacerlo. Así puedo sentirla cerca... aunque sea unos minutos —respondió Jang-Seo.

Yeong-Seok sabía que extrañaba mucho a Jang-Mi, no había un solo día que dejara de pensar en ella. Le había dado vida y alegría al barco, su persistencia era incomparable al igual que su valentía. Él también la echaba de menos.

—¿Jang-Seo, que pasó ayer? —se atrevió a preguntar.

Su primo volteó a verlo y frunció el ceño.

—Con Bong-Cha —aclaró Yeong-Seok.

Jang-Seo se puso bastante tenso.

—Solo... me estaba ayudando con la herida. Y platicamos un poco, es todo —dijo.

—Hay algo más que está pasando —Yeong-Seok continuó —No es la primera vez que te veo tan cerca de ella.

—Bueno... ¿Cómo quieres que me cure la herida si no está cerca? —Jang-Seo entornó los ojos.

—Sabes de que te estoy hablando, Jang-Seo. La quieres —su primo lo miró con expresión seria.

Jang-Seo soltó un largo suspiro y bajó la cabeza.

—He visto la manera en que la miras, como te comportas cuando estás con ella —el otro siguió.

—Yeong-Seok...

—Desde el primer momento, permitiste que te alzara la voz, de inmediato quisiste ayudarla. Y prefieres que ella te cure las heridas en vez de que lo haga un médico.

—No todos deben ver con lo que cargo.

—¿Y ella sí?

—Me da confianza, es todo.

Yeong-Seok negó con la cabeza.

—Caíste por ella, Jang. Te enamoraste —aseguró.

Jang-Seo se llevó las manos a la cabeza.

—No pasó nada ayer —dijo.

—Sé que solo fue un acercamiento. Pero soy tu primo, te conozco, y sé que esa chica tiene un significado diferente para ti.

—Aunque así fuera, Yeong-Seok. Ella tiene otra vida. ¿Olvidas lo que le prometí antes de que nos metiéramos en esto? Le ayudaré a recuperar su reputación y regresará a lo que sea que estuviera haciendo antes de conocerme.

—No sabes si esa sigue siendo su prioridad.

—No, no lo sé, no me la paso preguntando cuanto quiere volver a su vida anterior.

—Cuando entré ayer a tu habitación, no eras el único que tenía intenciones de acercarse más.

—¿Qué?

—Es imposible que no lo hayas notado. La manera en que te toca.

—No hagas esto, Yeong-Seok, por favor.

Mar ArcanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora