La Perla Roja continuaba su travesía por las aguas del Mar de Bronce, inestables gracias a la temporada invernal.
—Hay demasiada niebla, no puedo ver bien, ¿estamos en la dirección correcta? —Hinata se quejó.
—La brújula indica que sí —aclaró Haruto, quien se encontraba subido en un mástil.
La joven hizo un movimiento con la cabeza indicando que lo había escuchado. En eso, Jang-Seo subió a la cubierta, venía de ver cómo se encontraba su primo.
—¿Todo está en orden? —preguntó a su tripulación.
—Todo en orden, Capitán. Solo es la niebla la que nos da un poco de problema —aclaró Hinata.
Jang-Seo asintió y tomó el lugar de Ronald en el timón. Bong-Cha se encontraba recargada en la orilla mirando hacia enfrente. Sin embargo, se sobresaltó en cuando el barco se movió bruscamente de la nada. Los demás también lo habían sentido e intercambiaban miradas de inquietud.
—¿Qué fue eso? —dijo Ronald.
—Creo que algo nos golpeó —Zelda respondió inquietada.
Al instante, otra vez la nave se sacudió, más fuerte que la anterior.
—¡Hay algo abajo! —exclamó la rubia al ver una especie de cola pasar por debajo.
Una tercera vez, el barco se zarandeó y un animal largo y lleno de escamas azules salió del agua emitiendo un chillido estridente y aterrador.
—Es una serpiente de las profundidades —Hinata balbuceó.
—¿Una serpiente de las profundidades? ¿Y qué está haciendo tan lejos? —Ronald se inquietó.
—Significa que estamos cerca del Monte Warclaw, y por lo tanto de Windlot —habló el Capitán.
—¿Qué no vivían cerca de Riverstone? —Bong-Cha preguntó mirando a Jang-Seo.
—Si, pero también aquí —respondió él —¿No habías llegado hasta acá antes? —añadió extrañado de que la Capitana no conociera todas las ubicaciones de aquellos monstruos marinos.
—Si, pero del otro lado, no por donde está el Monte Warclaw.
La serpiente salió de nuevo rugiendo tan fuerte como un trueno. Jang-Seo sacó su pistola y le disparó al animal. Este rugió más fuerte.
—Carajo, necesito a Yeong-Seok —dijo el Capitán y bajó de un salto —Bong-Cha, toma el timón. Ronald, ven conmigo.
Bong-Cha asintió y se dirigió a su puesto.
—¡A sus puestos todos, no quiero un solo rasguño en esta nave! —ordenó Jang-Seo con su amigo a la saga.
Juntos bajaron a donde se encontraban las armas y tomaron dos grandes y pesadas pistolas tipo rifles. Tomaron algunas más y se las dieron a algunos de los guerreros en cuanto volvieron. Otros manejaban los cañones para disparar contra la bestia.
—¡Formación, disparen a mi señal! —exclamó el Capitán y sus guerreros no tardaron en ponerse en línea recta detrás de los cañones apuntando al animal —¡Preparen... fuego!
En cuanto este dio la orden, cañones y armas de fuego dispararon al mismo tiempo, impactando contra la serpiente, la cual se retorció y gruñó.
—¡Preparen... fuego! —Jang-Seo dio la orden de atacar una segunda vez, hiriendo más al monstruo.
Hizo la mismo una tercera vez y con esa fueron suficientes para deshacerse de la serpiente. Esta se hundió entre la sangre derramada en el agua, levantando algunas olas.
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Mar Arcano
Phiêu lưuUna jóven se despierta en una isla desierta sin recordar quien es ni cual es su pasado. Ella sola con su determinación jura descubrir cual es su historia y hacerse notar, sin embargo su travesía da un giro inesperado cuando conoce al Colmillo Escarl...