Capítulo 4

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Durante el descanso, Gustavo Antuña y Alvin Pintos se encontraron frente al bebedero que estaba en la sala.

—¿De qué me querías hablar hace un rato? —preguntó Topo a Alvin, y se llevó el vaso de agua a la boca.

—¿A vos te gusta Roberto? —interrogó Alvin sin rodeos.

Escuchar esas cuatro palabras con el nombre de Roberto Musso al final de la oración hizo que Gustavo Antuña casi se ahogara con el agua que estaba bebiendo. Tuvo que toser muy fuerte para recuperarse.

—¡¿Qué clase de pregunta es esa, Alvin?! —preguntó Topo cuando pudo hablar de nuevo.

—Una de sí o no —contestó el batero, cruzando los brazos a la altura del pecho.

Gustavo no pudo evitar sonrojarse ligeramente. No había hablado con nadie sobre eso. Desde hacía tiempo, él también había empezado a sentir un gran interés por Roberto Musso, tal vez un poco después de haber dejado a su pareja, lo cual sucedió casi al mismo tiempo que su amigo se divorció de su esposa.

—Te mentiría si dijera que no —respondió el hombre de gafas gruesas, sin mirar al más petizo.

—¡Lo sabía! —exclamó Alvin en voz baja.

—¿De qué estás hablando?

—Riki vino hace un rato y nos comentó que... Roberto gusta de vos.

—... ¿QUÉ?

—Como lo escuchaste, Topito, el hombre de tus sueños se muere por vos también jeje —confirmó Alvin, dándole una palmada amistosa a Gustavo en la espalda—. Sospechábamos desde hace rato que pasaba algo entre ustedes.

—¿Era tan notorio? —preguntó Gustavo.

—Más de parte de Roberto, tú eres mejor disimulando.

—Oh, pues, yo no me di cuenta...

—Por todos los santos, estos dos son caso serio —se dijo Alvin a sí mismo pero Topo lo escuchó.

Sinceramente, a Topo le estaba costando creer que lo que Alvin le acababa de contar era cierto. No entendía por qué era tan difícil aceptar algo así, fue como si le arrojaran un balde de agua fría en la cara.

—Si es cierto, ¿por qué él no me lo dijo? —inquirió Gustavo, aún incrédulo. Tal vez era una broma después de todo, pero descartó esa idea rápidamente porque Alvin no era alguien que bromeara con esas cosas.

—Él no sabe que nosotros genuinamente sabemos, si Riki no nos confirmaba lo que Roberto le contó el otro día, seguiría pensando que era una imaginación colectiva o algo por el estilo —le explicó Alvin y bebió un poco del agua que se sirvió también.

—Wow... —Topo sólo pudo decir eso.

—¿Está todo bien? Escuché a alguien toser —Roberto se acercó a Topo y a Alvin.

—Sí, sí, todo perfecto —se apresuró a decir Gustavo, disimulando el shock en el que estaba inmerso aún.

"Se lo está devorando con la mirada", pensó el baterista observando a Topo, y se aguantó la risa lo mejor que pudo.

—Sólo estábamos chismoseando y Topo casi se ahoga con el agua, nada fuera de lo normal —Alvin le siguió la corriente a Topo, pero notó el cambio de postura brusco de su amigo.

—... De acuerdo. —Roberto se pasó una mano por el cuello, se lo notaba exhausto y apenas eran las dos de la tarde—. Retomamos en cinco minutos, no se tarden.

Cuando el vocalista se fue, el batero y el guitarrista siguieron hablando.

—No puedo creer que Roberto guste de mí—susurró Gustavo, sin poder evitar sonreír de oreja a oreja.

Desvelos (Roberto Musso x Gustavo Antuña)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora