Capítulo 26

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Los integrantes del Cuarteto de Nos compartían habitaciones de a dos, así que era de esperarse que Roberto Musso y Topo Antuña compartieran el mismo espacio. Pese a que tenían dos camas, acababan durmiendo juntos porque querían estar cerca del otro, físicamente hablando.

Ambos señores habían olvidado por completo lo que se sentía tener a alguien más debajo de las mantas, una persona a quien abrazar en sueños.

—Mientras no me eches de la cama, no tengo problema en dormir con vos —había dicho Roberto la primera noche que iban a dormir juntos, mientras se tapaba con la manta.

—No hace falta, vos mismo te echás de la cama solo —contestó Topo y se rio.

—No es gracioso, me rompí una costilla esa vuelta —Roberto se puso rojo de la vergüenza, haciendo memoria que estuvo días sin darse cuenta que tenía una costilla rota por haberse golpeado con la mesita de noche al caerse de la cama.

—Momentos memorables de la vida de Roberto Musso —siguió riéndose Gustavo.

—... —Roberto no dijo nada, y se recostó dándole la espalda a su novio. Sabía que solamente estaba bromeando, a él le resultaba en parte simpático, sin embargo, su torpeza era una parte de él que lo abochornaba demasiado.

—Sos tierno cuando te ponés rojo, sabés —Topo lo abrazó para acercarlo más a él.

—Es un atributo que odio demasiado —dijo Roberto y se dio vuelta para encarar a Gustavo—, me sonrojo fácilmente, o estoy demasiado pálido o estoy como un tomate, no tengo término medio.

—A mí me gusta —Topo le dio un beso en la mejilla y pudo percibir la temperatura en las mejillas de Roberto—. Mientras no sea inicios de fiebre, lo voy a considerar como te dije recién.

Dicho eso, Topo le brindó varios besos en la mejilla a Roberto.

—Ey, estás exagerando... —el hombre de cabello castaño empezó a reírse por las cosquillas que le provocaba la barba del hombre de gafas grandes cuando tenía contacto con sus mejillas.

—Y siempre quiero más... —susurró Topo entre besos.

Y siempre quiero más... ¡Un insaciable! Y siempre quiero más, un depredador...

—Ya, Topo, hay que dormir que mañana tenemos otro show —Roberto volvió a acomodarse en su lugar en la cama.

—Hasta mañana —Topo le dio un último beso en la frente y se acomodó también.


***

La primera mitad de los conciertos planificados para la gira estuvieron excelentes, los fanáticos llenaban los locales donde se presentaban, cantaban las canciones a la par que ellos y se podía ver las sonrisas en sus caras por haber visto a su grupo de música favorita.

Eso reconfortaba demasiado, recordarse que tenían tantas personas que los querían era una felicidad difícil de explicar.

—Bo, ¿querés tomar alcohol? —preguntó Roberto a Topo cuando ya estaban de vuelta en su habitación correspondiente. Se lo notaba más enérgico, como si el entusiasmo del escenario siguiera presente en él.

—¿A qué se debe que querés tomar? No hay nada para festejar —inquirió Gustavo, extrañado. Su novio no era una persona que tomara demasiado, es más, sabía que se embriagaba fácilmente con unas copas de vino o que no lograba tomar tres latas de cerveza sin empezar a decir incoherencias que solamente Roberto mismo comprendía o quedarse dormido.

—No sé, el siguiente show es recién pasado mañana de tarde, hay que relajarnos un poco —explicó Roberto Musso—. No quiero nada fuerte, sabes lo que me pasa cuando me embriago jajajaja

Desvelos (Roberto Musso x Gustavo Antuña)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora