La campana resonó fuertemente y eso solo indicaba buenas cosas para la mayoría de los estudiantes, la jornada académica había culminado esa tarde.
Bang Chan, o simplemente Chan para todo su círculo social, salía sin prisa alguna de la gran aula con una mano en el bolsillo de su jean negro y la otra llevando su rubia cabellera hacia atrás. Totalmente tranquilo y despreocupado como casi siempre.
—¡Oppa, Chan-oppa! —una aguda y delicada voz lo llamaba, haciendo que girara sobre sus talones y volteara a observar quien aclamaba por él.
—Uh, hola, Chaeyoung —esbozó una sonrisa de lado, haciendo que la pequeña chica se ruborizara.
—Ho-hola —acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja—. Yo..., uh, yo sólo lo llamaba para decirle que aún nos falta terminar el proyecto de investigación.
Bang evitó con todas sus fuerzas no rodar los ojos y sisear disgustado en el instante que escuchó eso.
—Por lo que debemos reunirnos —dijo algo apenada—. Es..., es para mañana.
—Lo había olvidado, Chae —fingió preocupación—. En verdad lo siento, pero no puedo hoy, tengo entrenamiento de baloncesto hasta muy tarde —chasqueó la lengua e hizo un pequeño puchero "inocente".
El rostro de la linda chica se tensó al instante. El chico que estaba frente a él, del quien llevaba enamorada desde hace varios meses, se notaba muy mal, con la mirada preocupada y desanimada. Por lo que el corazón frágil de Chaeyoung no pudo permitir que Chan se agobiara, quería lo mejor para él.
—Oh, entiendo, Chan-oppa, no se preocupe, yo terminaré lo que falta —habló dulcemente.
—¿Segura? Yo puedo faltar hoy y... —se detuvo así mismo, amaba tener buenos dotes de actor.
—No, de ninguna manera —negó rápidamente moviendo ambas manos. El rubio tan solo sonrió satisfecho—. Usted vaya y disfrute de su entrenamiento, podré hacer todo lo que falta.
—¡Oh, gracias Chaeyoung! ¡Eres la mejor! —y para culminar con aquel teatro, fue ágilmente a abrazarla y darle un casto beso en aquella delgada mejilla.
—N-no es nada —su rostro estaba aún más colorado.
—Eres un ángel. Gracias —la tomó del mentón y acomodó aquel mechón de cabello sobresalido de su rostro.
Le guiñó con coquetería, dio media vuelta para por fin salir y dirigirse a su casa.
Sí, así eran mayormente los días del rubio. No es que sea un total despistado en cuanto a los cursos se trataba, sino que no le importaba lo suficiente como para tomar al mando todos sus deberes. Después de todo, Chan provenía de una familia de gran estatus social y la universidad en la que asistía era una exclusivamente privada, así que su padre el dueño de una extensa cadena de restaurantes podía consentirlo en todo lo que este quería.
Fue por eso también que decidió estudiar Administración de Empresas, para que de alguna u otra forma pudiera ayudar a su papá, él siempre le concedería todo lo que pidiera.
Aspiró el fresco viento de aquella tarde y antes de ir al estacionamiento a sacar su motocicleta, pudo divisar a lo lejos a su mejor amigo. Sonrió por inercia y fue acercándose a él.
—¡Hey, hola Jisung!
El pelirrojo dejó a medias su conversación con un pequeño grupo, dio media vuelta y con una gran sonrisa lo abrazó abruptamente.
—No te vi por el campus. ¿Dónde andabas? —cuestionó Chan.
—Ya sabes, ser popular acá es difícil —bromeó y el rubio negó divertido—. Estuve hablando con los de otra facultad. ¡Harán una fiesta esta noche! —dijo con la voz cargada de emoción—. Mi cuerpo ya lo necesitaba, la semana de exámenes me ha tenido estresado —hizo un pequeño mohín—. Irás, ¿verdad?
—La pregunta me ofende.
Ambos rieron levemente y volvieron a retomar la conversación con los demás del grupo. Entre bromas y risas estruendosas fueron acordando la dirección y la hora exacta.
Chan decidió que estaba demorando demasiado, así que se despidió cortamente y fue a desencadenar su motocicleta Ducati 959 Panigale, pulcramente roja y brillante. Se colocó el casco y en unos cuantos segundos arrancó a una velocidad considerable.
Si bien Chan adoraba muchas cosas, una de sus favoritas era el manejar en su preciada motocicleta. Sentir como la adrenalina segregaba y recorría por sus venas, las veces en la que el gélido y frío viento golpeaba su rostro y aquel típico sonido de todo moviéndose a su alrededor y llegando a sus oídos. Le encantaba poder estar al mando de su propio camino, le fascinaba sentirse libre.
El semáforo cambió a la luz roja y Chan se detuvo ante de tocar las líneas blancas peatonales, no, no era por respeto a las señales de tránsito, sino porque en la acera donde estaban un par de personas, pudo ver a un chico, uno muy lindo en realidad.
Sonrió ladino e intentó llamarlo.
—¡Hey tú! Cariño. ¡Tú el de cabello negro y lentes grandes! —le pareció tan tierno como aquel chico pálido fruncía su nariz de botoncito mientras sus finos labios hacían un pequeño puchero mientras leía algo en su celular—. ¡Hey, pequeño! —quería que al menos que lo viera, tenía curiosidad.
Al parecer iba o venía de viaje porque tenía dos maletas en cada lado de sus pies.
El pelinegro sintió una insistente voz llamando a alguien y sentía verdaderamente que se dirigían a él. No era un tonto para no darse cuenta, ya que a su lado solo había unas
cuantas chicas y una pareja de ancianos. Resopló y siguió leyendo el mapa de su móvil, prefería eso a soportar comentarios estúpidos de un chico estúpido como de seguro era
ese que quería llamar su atención.Bang sintió sus manos picar por la leve ansiedad, quería bajar de la motocicleta e ir a jugar un rato con aquel adorable chico de anteojos, más al solo pensarlo fue interrumpido por las bocinas de los automóviles detrás de él. Maldijo internamente, la luz pasó a verde indicando su avance.
Rodó los ojos y encendió el motor, fue una lástima no haber podido aprovechar aquella oportunidad, sin embargo, se encogió de hombros y volvió a emprender su camino.
No iba a morirse por no coquetear con alguien más de su larga lista, después de todo asistiría a una fiesta y la pasaría demasiado bien, música fuerte y nuevas personas.Eso era lo que en verdad necesitaba.
ESTÁS LEYENDO
Sucker for you ☘ ChanIn
Fanfiction𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱ ❝ Soy un tonto por ti, Jeongin.❞ Bang Chan era el típico chico malo, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el reci...