𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
❝ Soy un tonto por ti, Jeongin.❞
Bang Chan era el típico chico malo, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el reci...
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—De... ¿De qué hablas? —logró pronunciar Jeongin.
—¡De que Chan no tiene la culpa de lo que pasó! —alzó la voz el peliazul—. ¡Hyunjin, dilo ya!
—Pero primero tengo que salir —se quejó el pelinegro, no aguantaba estar unos minutos más ahí con Bang, su corazón latía demasiado rápido y los nervios estaban a flor de piel.
—Sé que puede ser incómodo, pero quiero aclararlo con ustedes juntos.
—Pero esta no es la mejor manera —respondió Chan, con voz neutra y segura. Por un momento, creyó que sería una gran oportunidad para poder conversar con el pelinegro, pero al verlo distante y totalmente incómodo, supo que quizás su presencia era desagradable para Jeongin.
—Ya cállense ambos, por favor —pidió Félix mientras recostaba su espalda en aquella puerta. Para él estaba más que claro que no los dejaría salir hasta que arreglen todo ese enrollo innecesario entre ambos.
—Jeongin, yo solo quería decirte que nada de lo que tu viste esa mañana fue a causa de Chan.
Jeongin enmudeció sorprendido y el rubio tampoco se quedó atrás. ¿En verdad Hwang iba a cumplir con lo que dijo? Rápidamente sus ojos fueron a analizar todas y cada una de las facciones del pelinegro, anhelando que este por fin pudiera creerle.
—Y si te preguntas de cómo es que lo sé. Pues es tan simple y quizás decepcionante para ti... —Hyunjin sonrió apenado, siendo únicamente observado por el peliazul que estaba a su costado—... Pero es que todo esto fue a causa mía. Nadie más que yo tuvo la culpa lo que pasó aquella vez.
—¿Qué? No te entiendo nada. Hyunjin, no estoy para tus juegos y, Félix, eso también va para ti —alzó la voz Jeongin al reprocharles por la conversación.
— No, Jeongin —dijo el rubio, evitando no entrar en pánico por la actitud de Yang—. Por favor, escucha lo que te va a decir Hyunjin, por favor —suavizó su voz ante la última frase.
El pelinegro sintió como sus manos fueron delicadamente tomadas por las de Chan, ambos mirándose fijamente. Con aquel brillo especial reluciendo el sincero amor que se tenían.
—Y lo lamento en verdad —prosiguió el castaño—. Yo fui quien le dio la idea a HyeSun para que besara a Bang. Ella está casi obsesionada con él y no se negó.
—Yo también soy consciente del cambio de Chan —la voz de Félix se hizo presente—. Y ya te lo dije aquella tarde en tu apartamento. Las personas más cercanas a él nos hemos dado cuenta. Es tan tonto cuando se trata de ti —canturreó como si lo que dijo fuera lo más obvio.
Jeongin sonrió tímidamente, haciendo de sus ojitos dos finas líneas curvadas a la vez que mostraba su bonito y tierna hoyuelo. El rubio sentía que su cuerpo no podía soportar tanta dulzura, su chico era simple y llanamente hermoso.
