★» 25

80 11 9
                                    

—Y, entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Y, entonces... ¿Te parece ir al cine esta noche? —preguntó Chan, disfrutando del fresco viento de aquella tarde.

No importaba dónde podría estar, estando al lado del pelinegro todo se veía más bonito y agradable. Simplemente perfecto.

Jeongin lo miró por un par de segundos, sonriendo brevemente, para luego poner su atención cuenta en la cachorra que caminaba al frente suyo, el pelinegro tenía la correa levemente sostenida, dejando que el animalito se moviera donde quisiera.

—Me encantaría —sus ojitos brillaron de manera preciosa—, pero no puedo dejar a la cachorra tanto tiempo —hizo un inconsciente puchero—. Hemos estado saliendo varias veces durante estas últimas tres semanas, Channie.

El rubio enrojeció levemente, escondiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón y mirando sus zapatillas mientras seguían caminando. A pesar de que Jeongin le había puesto ese sobrenombre hace ya varios días, seguía alterando su corazón de manera indescriptible. Escuchar aquello salir de los hermosos belfos de Jeongin, solo lo dejaba cohibido y descolocado.

Sí. Bang sabía de sobra que había caído profundamente.

—Uh, sí, cierto —alargó la frase con algo de pereza—. La hemos descuidado un poco —esbozó una pequeña sonrisa.

Jeongin solo tendió a corresponderle con otra sonrisa, una más amplia y totalmente sincera.

—A lo mejor llevo mi laptop y descargo un par de películas que estoy seguro que te gustaran.

—Suena bien, pero nada de...

—Ciencia Ficción —interrumpió—. Eso ya lo sé —el pelinegro no pudo evitar apreciarlo con la mirada.

Las semanas habían pasado y con ellas los días en que Chan pudo congeniar de una manera casi perfecta con Jeongin.

Entablaron más conversaciones interesantes y amenas, dejando que la confianza empezara a ascender. Pasaban agradables momentos juntos en el receso, así como Chan siempre esperaba a Jeongin para llevarlo a la universidad y así mismo dejarlo en su apartamento cuando las clases culminaban.

La pequeña cachorrita se había convertido en una parte especial e importante para ambos, uniéndolos —si es que era posible— cada vez más. Compartían ciertos gustos y, si no, se ponían a platicar sobre ellos. Descubriendo que, en las ideologías diferentes de cada uno, encontraban algo interesante y atrayente.

Encajando de manera única.

Estaba más que claro todo y Chan solo esperaba el momento perfecto para decírselo a Jeongin.

—De acuerdo. Volviendo a mi apartamento te esperaré con algunos snacks —comentó el pelinegro.

—Yo traeré las sodas —culminó plenamente feliz.

Jeongin tomó entre sus manos a la cachorra.

—Entonces será mejor volver.

—Tienes razón —el rubio se acercó al más bajo. Acarició sutilmente la cabeza de la pequeña y miró fijamente a Jeongin—. Debo irme, volveré a eso de las 8:00 pm, después de todo mañana es sábado.

Sucker for you ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora