Sucker for you ☘ ChanIn

★» 05

—Y pues así Yandi me rechazó, la muy arrogante se fue con Jong...

Jisung dejó su relato a medio terminar ya que notó que Chan no le prestaba ni la más mínima atención. Rodó los ojos con fastidio y dirigió su mirada hacia dónde su amigo miraba perfectamente.

—¡Ah! ¿Es en serio, Chan? —intentó no exasperarse—. Ya son tres días que no dejas de ver como idiota al chico nuevo de tu facultad.

El rubio pareció no escuchar, pues sus orbes estaban analizando cada dulce detalle de las facciones de Jeongin. Las clases ese día habían culminado y el pelinegro estaba conversando animadamente con Félix fuera del establecimiento. Vio a la perfección como aquellos ojos formaban finas y algo curvadas líneas a la par que sus labios se separaban y se denotaban sus pequeños dientes y rosadas encías.

"Mierda. Su sonrisa es preciosa."

—¡Chan! — el grito de Jisung fue suficiente para sacarlo de su estado de trance.

—¿Por qué me gritas? —frunció el entrecejo.

—No lo sé, será tal vez porque no me estás escuchando y te la pasas mirando todo el tiempo al chico de anteojos —replicó con puro sarcasmo—. ¿Qué no querías pasar tiempo con tu mejor amigo?

—¿Yo mirarlo? Tss por favor, Jisung, eso no es cierto.

Han rodó los ojos.

—Sí, claro y yo soy muy bueno en Química —suspiró—. Por Dios, hace tres días que lo miras como si va a desaparecer. ¿Acaso te gusta?

—¿Gustarme? —Chan bufó indignado. ¿Por qué estaban creyendo eso? —Estás delirando. No, no. No puede gustarme.

—¿Por qué no? —Jisung decidió desafiarlo, ver la mirada titubeante y sus manos nerviosas le estaban dando una idea de todo aquello—. Ahora que lo veo... es muy lindo.

—Simplemente no —decretó tratando de verse seguro.

—Es una pena por ti entonces. Yo veré qué consigo al acercarme.

—¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Espera, Han! ¡No! —gritó tratando de no ponerse nervioso al ver como su querido mejor amigo estaba acercándose a Jeongin y Félix.

—Hey, hola... Lee Félix. ¿No es así?

El peliazul lo reconoció al instante. Era el mejor amigo de Chan y pues claro que otro chico más en la lista de los populares.

—Uh, sí —contestó un tanto inseguro.

—Un gusto, yo soy Han Jisung —extendió su mano a modo de presentación y Lee le correspondió segundos después.

El pelinaranja fingió ignorancia al ver al más pequeño, la razón por la cual su mejor amigo andaba medio descolocado esos días.

—Oh. ¿Tú eres el nuevo estudiante de la facultad de Administración?

—Sí —respondió seco y cortante.

—¿Cuál es tu nombre? —inquirió tratando de ser amable.

Chan decidió acercarse justo en ese instante, su mirada fue a parar hacia el chico pálido.

—Jeongin, Yang Jeongin —aclaró mejor.

—Un gusto, Jeongin. De seguro ya has escuchado mi nombre —abrió nuevamente su mano mostrando la palma y fue correspondido de igual forma—. Y de seguro que ya lo conoces a él también —habló indicando al rubio.

Chan se arrepintió por haber ido tras Jisung.

—Eh, sí, es amigo de Félix —asintió levemente y Chan volvió a perderse al verlo con detención.

—Wow. ¡Entonces todo es mejor! —dijo con altos ánimos—. De alguna u otra manera nos relacionamos por nuestras amistades.

—Al parecer sí, tienes razón —habló esta vez Félix sintiéndose más relajado. Aunque lo que sí le preocupaba era la rara actitud de Chan desde hace días.

—Bueno, tal vez parezca atrevido o cualquier cosa parecida, pero me encantaría que saliéramos los cuatro este sábado. ¿Qué les parece?

—¿Salir todos? —Jisung asintió efusivamente—. Yo, creo... uh, suena bien pero no lo sé. Apenas tengo una semana de estar en Seúl, no sé si sea prudente —comentó Jeongin en voz baja.

—¿No eres de Seúl?

—Vengo de Daegu.

—¡Qué lindo! —agudizó su voz—. Pero, Jeongin, claro que es una buena idea. Nosotros podemos llevarte a conocer los lugares más concurridos y estupendos por aquí.

—No quiero interferir, Jeongin, pero puedes pensarlo si gustas. Será divertido —habló el peliazul para luego sonreírle, animándolo.

—De acuerdo, me apunto.

—¡Bien! ¡Gracias a ambos! —sonrió ampliamente—. No van han arrepentirse. ¿Cierto, Chan?

—¿Uh? Sí, sí.

—¿Bang, te encuentras bien? —cuestionó Félix dudoso mientras Jisung sonreía con total burla.

El mencionado movió su cabeza un par de veces. Otra vez no escuchó para nada la conversación frente a él.

—Tal vez sería bueno que vaya a una clínica. Aunque ahora ya no tiene fiebre —dijo Jeongin observándolo atentamente, con inocencia.

—¿Tú crees? —cuestionó Han con una gran sonrisa—. ¿Será que está enfermo?

—Y luego me niega de lo que yo sí estoy seguro —Félix rodó los ojos.

Jeongin se acercó hasta estar al frente de Chan, llevó su delgada mano a la mejilla del rubio para luego colocarla sobre su frente.

—Confirmado, no tienes fiebre —habló tan suave y acompasado que Chan sintió algo extraño en su abdomen, como las estúpidas y feas mariposas de las que narraba su madre en los cuentos cursis, llenos de paz y amor tipo hippies.

No, no podía ser nada relacionado a ello. De seguro algo que comió le cayó mal. Sí, eso era. Eso quería asegurarse Bang ciegamente.

Chan hizo contacto visual con el pelinegro, más luego, casi al instante, desvío su mirada con total rapidez. La cercanía lo estaba matando lentamente, lo ponía ansioso y ni siquiera sabía por qué. El rostro chiquito de Jeongin se veía mucho mejor estando a unos centímetros de distancia. ¿Por qué estaba sintiéndose así otra vez? Sintió que pudo volver a respirar cuando Jeongin se alejó de él y se acomodó al lado de Félix.

—Ahora parece que sí tiene fiebre —Jisung comentó con ironía.

Chan quiso golpearse fuertemente con un ladrillo en la cabeza. Sus mejillas estaban levemente calientes y los tres chicos lo miraban con atención, un par con más burla que el otro.

"Tonto, tonto. Bang Chan, ese chico te está convirtiendo en un tonto", se reprochó mentalmente.