Capítulo 9

63 12 95
                                    

Mientras regreso a mi asiento, miro hacia arriba para ver a todos los demás tributos que me observan regresar. Algunos de ellos parecen afligidos, como si no pudieran creer lo que he dicho.

Una de las chicas parece visiblemente enferma. Pero hay algunos de ellos, tal vez la mitad, que me miran con algo parecido al orgullo en sus ojos. Como si hubiera dicho lo que todo el mundo había estado demasiado nervioso para decir.

Levi sonríe. Es el único que tiene algo parecido a una sonrisa o algo por el estilo, y hace que mis labios se contraigan.

Inmediatamente veo una niña correr hacia mi para abrazarme, yo me quedo de pie medio segundo para luego suspirar pesadamente.

— ¿Enloqueciste? –Murmura abrazandome con fuerza. Yo me separo de ella y me agacho para estar a su altura. — ¿Por qué hiciste eso? ¿Sabes lo que le harán a tu familia?

— Louise, yo ya no tengo familia... ellos ya se encargaron de arrebatarmela desde hace mucho y es por eso que lo hago. –Respondo apartando el cabello de su rostro. — Voy a estar bien, no te preocupes.

— Ustedes. –Habla un agente de paz. — Regresen a sus lugares.

Yo asiento y volteo ver a Louise. — Ve, te veré después.

Ella sonríe débilmente, casi a la fuerza y ambas regresamos a nuestros lugares.

Me desplomo en mi asiento, disfrutando de la libertad de mis piernas con mi nuevo atuendo.  

— Muy bien Eliane, te acabas de suicidar. –Murmura Zeke a mi lado. — Fue un gusto conocerte.

Me encojo de hombros. — Iba a morir de todos modos.

Parece que Zeke quiere decir algo más, pero los lacayos del Capitolio ya le están haciendo gestos para que se levante y se dirija hacia el escenario. 

— Él tiene razón.

Miro a mi derecha, donde el chico del Distrito 5 está sentado con los brazos cruzados y la mirada fija al frente. 

— Lo sé, soy consciente de ello. –Aseguro, volviendo mi mirada hacia donde Zeke desapareció del escenario.

Se aclara la garganta. — Eso no es lo que, eh... –Se apaga. Espero, pero no parece ser capaz de encontrar las palabras correctas.

— Sabes que, buena mierda. –Dice finalmente el chico del Distrito 5, levantando el puño. — Por lo que de verdad importa.

Lo miro por un segundo, luego me río y golpeo mi puño contra el suyo. — Gracias. –Digo a cambio. — Por lo que de verdad importa.

La entrevista de Zeke pasa rápido, no es nada digno de mención, y luego se les dice a todos los tributos que se vayan y regresen a sus propias habitaciones. Estoy agradecida de que mi vestido se haya quemado, porque es infinitamente más fácil moverme entre la multitud de tributos y seguridad.

Una mano me agarra del brazo y me giro. Es Levi. — ¿Qué? –Pregunto, y mi vista va directo a su mano en mi brazo.

Hace una pausa por un momento, luego pregunta, — ¿Lo has reconsiderado?

Frunzo el ceño — ¿Reconsiderar qué?

— Mi proposición.

¿Para ser aliados? No puedo evitarlo; me río. — ¿Quieres decir que después de ese espectáculo de mierda que acabo de montar, todavía quieres? –Pregunto con incredulidad, sin saber si es tonto o simplemente está clínicamente loco.

Levi no responde. Su mano todavía está en mi brazo, su tacto es frío contra mi piel. Volteo a ver a todos lados y veo a algunos agentes de paz que nos están observando.

Arcade Donde viven las historias. Descúbrelo ahora