Capítulo 27

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Cuando el avión aterriza, todavía me siento entumecida, algo desenfocada.

Escucho a Mike decir algo, pero lo ignoro. Él y Jean están sacando a alguien, es Auruo, lo están bajando del avión. ¿Está muerto? Ni siquiera lo sé.

No tengo idea de dónde demonios terminó mi arco y el carcaj. La sangre en mis manos ya se ha secado y probablemente manchó mis pantalones negros, que es donde descansan mis manos ahora, en mi regazo. El ruido vuelve a aumentar cuando la gente comienza a salir del avión y otros comienzan a entrar.

Alguien me agarra los antebrazos. Está agachado frente a mi, mirándome con relajantes ojos grises. Ese bonito gris que me obliga a concentrarme, aunque sea solo por un momento. Por supuesto que es Levi, aferrándose a mi y tratando de hablar conmigo, pero no puedo escuchar nada.

Una de sus manos se mueve y ahueca un lado de mi cara. Finalmente, mis oídos parecen despejarse. — Estás en estado de shock. –Dice Levi. — Va a haber un montón de gente en un minuto. Déjame sacarte de aquí.

Así que asiento, porque ¿qué más se supone que debo hacer?

Y Levi es amable. Joder, he sabido que él es tantas cosas, y su dulzura ha sido fácilmente una de las mejores sorpresas para mi. Cuando me había besado, cuando me sostenía la cara, y ahora, cuando camina frente a mi y me guía por la rampa, luego levanta una mano hasta mi cabeza para que no me golpee mientras bajo.

Todavía hay gente, mucha gente, pero no es tanta como esperaba. Dejo que Levi me aleje, veo como se llevan a Nifa a quien sabe donde. Ella está herida, yo no estoy herida, en realidad no. No físicamente, de todos modos.

Levi me lleva por unas escaleras con una mano en la espalda, probablemente para evitar las multitudes que cree que podrían estar en los ascensores, y me lleva por un pasillo que realmente no reconozco, bueno, todos se ven iguales, pero simplemente no creo que este sea uno en el que haya estado antes.

Estoy comenzando a procesar y no estoy segura de que sea algo bueno. Mis sentidos se están aclarando y estoy empezando a recordar lo que acaba de pasar.

Levi llama a una puerta y me sorprendo cuando Hange es la que está detrás.

— ¡Ey! –Saluda de inmediato, pero su expresión se desvanece con la misma rapidez. — Mierda, ¿ustedes dos están bien? ¿Qué-

— Eliane está en estado de shock. –Dice Levi, y su mano todavía está en mi espalda (qué cosa tan extraña en la que concentrarse) mientras continúa. — Ella no está herida físicamente, además de algunos rasguños, la sangre en sus manos no es suya.

— La tengo. –Dice Hange de inmediato, y me toma suavemente de los brazos. La mano de Levi deja mi espalda y la pérdida de su toque casi me hace querer llorar, por alguna estúpida razón. — Sí, la limpiaré, eso no es problema.

Giro hacia Levi, preguntándome por qué no se queda conmigo. — ¿Por qué- dónde- tú. –Cierro los ojos con fuerza al darme cuenta que ni siquiera yo puedo entender lo que estoy preguntando, pero Levi da una respuesta de todos modos. 

— Te doy tu privacidad. –Dice apartando mi cabello y luego voltea a ver a Hange. — Voy a ir a ver a Auruo, no se veía bien. Y voy a informar a Erwin con Mike. Te encontraré después.

Es tan tranquilizador, solo escucharlo decir eso. Él estará conmigo más tarde. Yo asiento. — Está bien. –Logro decir, tratando de forzarme a usar mis palabras en lugar de solo asentir. — Te veré después.

Levi asiente. Parece que quiere decir algo más, pero no lo hace. Luego, se va, y mi pecho duele un poco más.

— Déjame tomar algunas cosas y luego iremos al baño. –Dice Hange en voz baja, su toque me deja mientras corre por su habitación. — Tengo acceso a uno privado, será agradable, lo prometo.

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