Capítulo 32

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Levi
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Han pasado dos días...

Dos días en los que no he dormido, ni he comido bien y parece que Erwin no tiene ni puta idea de lo que está haciendo. No hay un plan, ni siquiera alguna estrategia para salvar a Eliane y me estoy volviendo loco.

Loco por que no puedo seguir aquí encerrado en mi habitación, mientras Eliane está sufriendo. Estoy llegando a pensar que Erwin simplemente no quiere traerla de vuelta y me hace querer arrancarle las jodidas cejas.

Hange a venido a verme constantemente por que teme que me vaya solo hacia el capitolio, teme que haga algo estúpido y viene para asegurarse de que no lo haga.

En su lugar me recomendó que debería de escribir para sacar mi frustración. Que ella veía a Eliane hacerlo y que por eso se lo recomendó a Historia, y como al parecer a ella le funciono, piensa que a mi también.

Y aunque al principio me parecía estúpido y que no había manera de que eso funcionara, Eliane y la cuatro ojos tenían razón. Me ayudó a controlar un poco más la ansiedad y tener la mente ocupada.

— ¿Cómo te sientes? –Hange entra en mi habitación y dejo mi libreta a un lado. Veo que trae un plato de comida.

— Sí no traes noticias de ella o de que el plan de Erwin está listo entonces puedes irte.

— Levi, no puedes seguir así... Tienes que descansar. –Menciona dejando el plato de comida en la mesa y voltea a verme.

— Descansare cuando muera o cuando Eliane esté en esta misma habitación.

Hange suspira y toma el plato de comida de la mañana. — ¿Puedes por lo menos comer?

— No tengo hambre.

— ¡Dios! –Dice agitando una mano en el aire. — Si Erwin avisa que la misión de rescate de Eliane es ahora mismo estarás débil y serás solo un jodido estorbo, ¿eso quieres?

Me encojo de hombros. — Estoy bien.

— Eres igual de terco que ella. Veo porque se llevaban tan bien. –Menciona y camina hacia la puerta. — Solo come, no puedes matarte de hambre.

Hange sale de mi habitación y yo suspiro. Supongo que tiene razón, me acerco a la mesa y tomo uno de los sándwiches que Hange me trajo.

Me obligo a comerlo y en cuanto mis ojos se posan en el diario de Eliane, que esta junto al plato, se me ocurre un plan para que Erwin acelere la misión de rescate.

Le prometí a Eliane que no se lo diría a Erwin que ella podría ser la última Fritz con vida, pero debo hacerlo, si con eso consigo que él haga algo pronto entonces valdrá la pena. Un intercambio, él me trae a Eliane de vuelta y yo le doy información que podría serle útil.

Me pongo de pie, tomo el diario y un segundo sándwich, me lo como para luego salir de mi habitación. Camino ignorando a todos y entro sin siquiera llamar a la puerta.

Erwin alza las cejas y antes de que hable lo detengo. — Necesito hablar a solas contigo. Es importante.

Él voltea a ver a todos los presentes y estos asienten. Willy se pone de pie y se para frente a mi. — Ya la encontrarán. –Luego sonríe.

¿Por qué mierda está sonriendo?

— ¿A que debo tu visita? Creí que no estarías aquí hasta-

— Se lo que dije, vine para negociar. –Me siento en una silla y colocó mis pies sobre la mesa, Erwin me ve estupefacto.

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