Capítulo 30

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— ¿La arena los hizo cercanos?

Yo volteo a ver quien me habla y veo a Historia. Ella está sentada en un banco cercano, tirando distraídamente de un hilo suelto de su camisa. 

Yo asiento. — Me salvó la vida un par de veces. –Respondo. — Sucede.

Ella sonríe débilmente. — No le pasa a todo el mundo.

¿A quién perdería? Así- a Ymir. La chica del Distrito 7 en su alianza. Armin había mencionado que lo tomó bastante fuerte, lo suficientemente fuerte como para cegar su juicio y casi me rompe los dedos.

— ¿Te gustaría poder ir? –Historia pregunta cuando no digo nada. — Ya sabes a la misión.

Yo asiento de nuevo. Sintiendo que una conversación no estaría mal aquí, me acerco a ella y me siento a su lado. Es agradable sentarse; estoy cansada. — Sí. Es estúpido que no pueda.

— ¿Estúpido?

— Sí. Hablan de lo importante que soy, pero desconfían de dejarme hacer cualquier cosa que pueda ayudar. –Sonrío irónicamente. — Apuesto a que sientes lo mismo.

Ella asiente. — Lo entiendo. –Dice Historia, su voz es sorprendentemente amarga. — Nunca me dejan hacer nada. Sé que tendré mi oportunidad más tarde, de hacer el bien, de ser alguien importante, pero es difícil no hacer nada ahora. Y si soy sincera tengo mis dudas al respecto de tomar el puesto de Rod.

— ¿En realidad?

— Sí, solo no se lo digas a nadie. –Murmura para luego sonreír. — Sobre todo a Erwin seguro enloquecería.

— ¿Por qué no quieres tomar el puesto?

— No me siento preparada, es mucha la responsabilidad, además... solo tengo 15 años, hay mucho que aún no he hecho.

Aprieto los labios. La entiendo, realmente lo hago, se que he tenido un poco más de oportunidad que ella, por lo que realmente no puedo quejarme.

— ¿Cómo te mantienes ocupado?

Ella se encoge de hombros. — Yo escribo. Es una forma más saludable de expresar mis sentimientos.

— Suelo hacerlo. –Menciono y ella voltea a verme sorprendida. — Aunque no siempre me funciona, y siento la necesidad de golpear algo.

Historia sonríe. — ¿Desearías estar ahí fuera? No solo ahora, sino... ¿todo el tiempo?

— Por supuesto que sí. –Digo inmediatamente. — Entiendo por qué no me quieren en los distritos ni nada, pero... todavía apesta. Me siento inútil aquí.

— Sí. –Ella está de acuerdo. — Inútil.

Miro a través del área de entrenamiento, observando cómo la gente toma varias estaciones. Veo el muro de escalada y siento una punzada familiar en el pecho: desearía que Levi estuviera aquí.

Historia tararea suavemente y luego dice: — Siento lo de tus dedos.

Por un segundo, no tengo idea de lo que quiere decir. Entonces, recuerdo lo que pasó en la arena. Flexiono la mano, sacudiendo la cabeza. — Esta bien. Me dolió como una perra cuando sucedió, pero lo superé en mi coma.

Ella ríe. — ¿Lo solucionaste en tu coma?

— La electrocución soluciona todos los problemas, aparentemente. Estoy bien. –Repito, sonriendo para mi misma. — Armin me dijo que pensabas que estaba apuntando a Mikasa. Es comprensible, no pasa nada.

— Sí, pero... –Ella exhala lentamente, como si las palabras que quería decir estuvieran pesando sobre su lengua. — Yo tampoco estaba pensando con claridad. –Dice finalmente Historia.

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