Capítulo 39

43 10 81
                                    

Me he sentido atraída por Levi toda la semana, desesperada por saber más a pesar de los dolores de cabeza que eso me trae, y creo que sería estúpido si no lo hiciera ahora, no cuando la oportunidad está justo frente a mi.

Llego a la puerta. Camino de un lado a otro nerviosa, me debato mentalmente si esta es una buena idea, pero a la mierda. Toco dos veces antes de sentir arrepentimiento.

Paso una mano por mi cabello acomodándolo, aliso mi ropa y respiro profundamente. Voy a estar bien. 

Pasan unos segundos. La ansiedad comienza a aumentar, pero luego escucho pasos. Estoy congelada cuando la perilla de la puerta gira y luego la puerta se abre, y parado detrás no es otro que el mismo Levi.

Sus ojos se encuentran con los míos. Sus labios se separan. Él parece atónito.

— Hola. –Digo estúpidamente y meto la mano en mi bolsillo para poder jugar con la piedrecita que tengo y así tratar de calmar mis nervios.

Levi todavía parece que alguien lo atropelló con un camión. — Hola. –Logra decir.

La última vez que lo vi, sentí que mi cabeza se iba a partir en dos y creo haberme desmayado del dolor. Pero había sido la "emoción" que necesitaba y lo que me ha llevado hasta donde estoy ahora. El dio el primer paso, es mi turno de tratar de arreglar las cosas.

Mi boca se abre, luego se cierra. — No sé qué estoy haciendo aquí. –Confieso.

— Está bien. –Dice Levi, todavía luciendo agotado.

No se qué decir a continuación. Saco el cuchillo de mi bolsillo. — Tengo tu cuchillo.

Levanta las cejas. — ¿Vas a matarme?

Yo sonrío. — Todavía estoy indecisa. –Bromeo.

La expresión de Levi no cambia, lo cual es levemente irritante. Estoy buscando respuestas, información, cualquier cosa. Literalmente cualquier cosa.

— No viniste a visitarme.

— ¿Después de la cálida bienvenida que recibí? –Levi dice secamente.

Frunzo el ceño — ¿Qué pasó con todo el "estar contigo es más fácil que estar sin ti"?

Su expresión se tensa. — Cambié de opinión.

Eso se siente como una mentira, pero no se cómo llamarlo. ¿se rindió tan fácil? No es mi culpa que el Capitolio me haya secuestrado y lavado el cerebro.

Bien intentaré una vez más establecer una conversación si esto no funciona, bien se puede ir al carajo.

— Esta es tu habitación. –Digo estúpidamente y ahora quiero golpearme, creo que debo de pensar un poco más las cosas antes de decirlas.

— Es por eso que estoy en esto, sí.

Resisto la tentación de poner los ojos en blanco. — No, quiero decir- bueno, me habían llevado a mi habitación antes, pero me detuve aquí. Por alguna razón. Pensé que esta era... ya sabes mi habitación.

El agarre de Levi en el pomo de la puerta se ha vuelto más fuerte, pero su expresión se ve tan estoica como siempre, quiero golpearlo. Suspiro y me rindo, esto no va a funcionar.

¿Siempre es así? ¿Qué mierda fue lo que se supone que me atrajo de él? De por si como me pude enamorar en primer lugar.

— Bien yo- –Me callo sin saber exactamente que decir. — Si algún día quieres hablar conmigo, ya sabes donde encontrarme. –Señalo mi habitación.

Él no dice nada, así que me doy la vuelta. Me siento como una completa idiota, ¿que es lo que esperaba? Intente matarlo, claro que no me iba a recibir con un té.

Arcade Donde viven las historias. Descúbrelo ahora