Capítulo 4

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(Narra 662)

Tocaron a la puerta y fuí a abrir. Me encontré a Ruben apoyado en el marco de la puerta. En cuanto lo ví intenté cerrar la puerta de un portazo, pero fue más rápido que yo y puso el pie.

- Ohh vamos... No seas así de inmadura. Solo quiero hablar las cosas.- dijo, la verdad es que su propuesta no sonaba nada mal... Pero la verdad es que nunca me he abierto a nadie. Estoy acostumbrada a matar a los delincuentes y mantener a la gente a salvo. En eso consiste mí trabajo.

- Okey, te escucho.- dije y le abrí un poco más la puerta para verle a la cara.

- ¿Te gustaría venir a cenar conmigo esta noche? Digo. Para conocernos mejor y eso.- dijo mirándome fijo.

- Va...vale... Me parece bien. ¿Quedamos a las nueve y media?- dije y noté como mis mejillas se tornaban rojas. Seguro que estaba como un tomate.

- Vale... Está bien... A las nueve y media entonces...- Dijo, pude notar que estaba nervioso. Este chico parece algo tímido.

- Esta bien... Chao.- Dije, le dí un beso en la mejilla y cerré la puerta, no sin antes ver que se puso colorado por el beso en la mejilla.

Me fuí a preparar ya que eran las siete de la tarde. Me duché y después de unos 15 minutos salí de la ducha con una toalla enrollando mi cuerpo. Me puse mi ropa interior. Seguido de esto me puse un vestido rojo de palabra de honor algo escotado, un poco más abajo de los muslos. Unos zapatos del mismo color. Unos pendientes largos de brillantes una gargantilla y un brazalete a juego. Me dejé el pelo suelto, ya que estaba ondulado y quedaba bonito así de natural. Me maquillé con base, sombra blanca de ojos, raya, rímel y pintalabios rojo carmín. Me puse algo de colorete para que el maquillaje quedara más natural. Cojí un bolso de mano y puse dentro el movil, el pintalabios, pañuelos y las llaves de casa. Tocaron al timbre. Fuí a abrir y era Ruben, Guauuu que puntual es este chico.

- Hola- dijo y me dió una rosa roja. El llevaba una camisa blanca, un pantalón negro y los zapatos del mismo color, más aparte la chaqueta de vestir negra... Iba bastante guapo.

- Ruben, no hacia falta que me regalaras nada.- dije y noté como él sonreía, lo se por que me contagió su hermosa sonrisa... Hacia tanto que no sonreía...

- Tenía el gusto de hacerlo, que menos para una chica tan hermosa.- dijo y noté como las mejillas me ardían. Dejé el obsequio de Ruben en un recipiente con agua y cerré mi casa, para ir a cenar con Ruben.

Hacker| rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora