Hacker| rdg

Capítulo 7

Llegamos a nuestro destino y Ruben aparcó el coche en su plaza de garaje. Durante el camino en lo único que pensé fue en lo peligroso que era estar con él. Pero necesitaba que me sacara esas sonrisas que solo el sabía sacarme, y que hasta ahora nadie me había hecho sonreír de esa manera. Me volvió a cargar en brazos hacia nuestro piso, según el "para que no me mareara y cayera". Puede llegar a ser muy sobre protector aveces. Cojió las llaves de mi casa de mi bolso. Entró y me dejó en mi habitación, con mi pijama ya puesto e incluso me arropó como una niña pequeña.

- Ruben.- dije debilmente cuando estaba en la puerta apunto de irse.

- ¿Qué?- dijo en cuanto se giró.

- Gracias.- dije con un hilo de voz. Ya que aún estaba algo pachucha.

- No es nada.-Dijo sonriendo. Vino y me dió un beso en la mejilla muy cerca de los labios.- Buenas Noches- dijo y apagó la luz.

- Buenas noches.- dije y me dormí.

EN EL SUEÑO

Estaba en una habitación. Completamente sola. Sentada en una silla, con mis manos y mis pies amordazados. Tenía un trapo en la boca el cual se sujetaba a la nuca. Seguramente para que no gritara. Lo curioso es que estaba con mi típica ropa negra, para hacer las misiones de agente secreto. Es ese momento aparecieron unos hombres musculosos y con trajes negros, como el mio. Se pusieron a mi alrededor, y luego vino una persona que no quería ver en absoluto... Lord James Bultury

- ¡Pero mira quien tenemos aquí!- dijo.- A la famosa agente del CNI 662.- dijo y me quito el trapo de la boca para que hablara. De siempre he querido matar a este señor. Es el asesino en muchos casos de los que me han asignado... Y también, el asesino de mis padres.

- ¡Que es lo que quieres de mi! Acaso no te vale que no te pise la cabeza en estos instantes.- dije y le miré desafiante.

- Jajaja. No puedes bonita. Estás atada. Puajajajaja.- Dijo y empezó a dar vueltas sobre mi.- Sabes que ahora mismo puedo dar la orden de que cada uno de estos señores atraviese tu cabeza con una bala.- dijo, volvió enfrente mía para cojerme la cara bruscamente. Para conseguir que le mire a los ojos.- Pero prefiero hacerte sufrir mediante la persona que amas.- dijo.

- Sabes que gracias a tí yo ya no amo a nadie.- dije.

- ¿No amas a Taylor?- dijo.

- ¿Que le has hecho a TAYLOR?- dije, la verdad es que estaba muy asustada por lo que este monstruo le pudiese hacer.

- Solo te diré que está encerrado y que le he pegado un tiro en la barriga. Ahora mismo se estará desangrando.- dijo aquel monstruo. Empecé a notar como mis lágrimas bajaban por mis mejillas, cada vez más rápido.

- No seras capaz... ¡NI SE TE OCURRA TOCARLE UN SOLO PELO!- Dije furiosa pero a la vez llorando.

- Creo que ya lo he hecho.- dijo y se retiró con los hombres de traje negro. Yo seguí llorando hasta que...

FIN DEL SUEÑO

Me desperté con algunas lágrimas cayendo de mis mejillas mareada y con unas ganas tremendas de vomitar. Vaya sueño más extraño. Fuí al baño y logre mi cometido, vomitar. Me sentía mejor cuando lo hacia, ya que me doy asco a mi misma. Así que me metí los dedos y lo logré una vez más, pero esta vez me recordó a los viejos tiempos, y no pude evitar derrumbarme de nuevo.

Cuando terminé me mire al espejo y no podía estar peor. Todo mi pelo estaba sudado, algo despeinado. Mis ojos tenían unas grandes ojeras y mi cara estaba roja, con lágrimas que bajaban y otras que ya habían completado su recorrido.

- ¡Das asco por eso nadie te quiere!- dije y le pegé un puñetazo al espejo. Este se rompió y me hizo una raja en la mano, lo cual causo que la sangre brotara libremente hasta tal punto que empape el suelo de aquella sustancia roja. Pero ya no me importaba nada.

Me fuí a limpiar la herida, y luego me quité la ropa para ducharme. Tarde como 20 minutos. Pero la verdad es que estaba pensativa por el sueño. ¿Todavia sigo amando a Taylor? No lo se. Y esa es una pregunta que debo de hacerme muy a menudo.