Capitulo 17

158 10 0
                                    

Anteriormente...

- Taylor. ¿Nos han secuestrado?-dije.

- Si, Ela nos han secuestrado.- dijo. Entonces me dispuse a intentar quemar la cuerda que me ataba las manos y los pies.

Una vez lo conseguí, fuí a desatar a Taylor. El cual estaba menos atado pero fue más difícil deshacer su nudo. Cuando estábamos apunto de escapar por una ventana, esta se cerró con cerrojo y se bajaron las persianas.

- Como sabía que intentaríais escapar. Os tengo una sorpresa reservada a los dos. Solo os digo que preparéis un buen abrigo... Puajajajajajaj- rió malévolamente y de pronto empezó a bajar la temperatura en la sala

Intentamos escapar pero era inútil. Todas las salidas estaban cerradas.
Y la temperatura bajaba cada vez más...

- Opto por abrazarnos.- dijo él y lo miré con una cara extraña. Él se percató y rectificó.- Digo. Para darnos calor...

- Me parece buena idea.- Al instante me tenía abrazada en sus fuertes brazos. Muy cerca de él. Podía oler su loción que cuando estaba con él me gustaba tanto

Cada segundo que pasaba tenía más frío y más ganas de cerrar los ojos. Taylor se percató de eso y me contaba cosas random para que no me durmiera... o me acercaba más a él. Hasta que sacó un tema del que no quería hablar

- Ela por favor. Se que he sido el peor novio del mundo. No me voy a perdonar nunca lo que hice. Nunca debí haberte enseñado a hackear, y menos aun haberte dejado hacer esas cosas con el ordenador. Pero entiendeme, te ví lo suficientemente lista para que ayudaras a mantener a la sociedad a salvo de esos locos. Y de paso, descubrir quien mato a tus padres. Es por mi culpa que estas ahora aquí, y así. Soy un asco de persona. Pero apartarme de tí me ha servido para darme cuenta de que te las sabes ingeniar muy bien sola. De que eres fuerte y de que... sigo enamorado de tí Ela...- le miré fijamente. Estaba llorando. Estabamos llorando... ¿y ahora qué?

Giré mi cara para no mirarle a esos ojos verdosos que tiene. Sigue enamorado de mí.

- Taylor por favor. Eres parte del pasado. Pero gracias a tí descubrí muchos de los datos que la sociedad necesitaba para no estar en peligro... Aunque... no es el momento de declararte. He corrido graves peligros de muerte o muchas otras veces, de suicidio. Por favor. No reclames tu territorio. Tú y yo no podremos nunca estar juntos...- acabé mi discurso y me giré a mirarle. Estaba llorando a borbotones, mordiéndose los labios lo que me provocó un sentimiento de culpa. Le cojí de la cara y me dispuse a darle el último beso. El beso de despedida.

Él me acarició el pelo con una mano, y con la otra cogió mi cara. Nos acercábamos poco a poco hasta que se me vino una idea genial a la mente.

Me separé de el y empecé a buscar en el bolsillo de mi pantalón. Perfecto.

- Las granadas.- dije y saqué una. La encendí y la tiré a una esquina donde la pared daba a la calle.

1...2...3... ¡boom!

Explotó la granada y se hizo un gran agujero en la pared que daba salida a la calle. Salimos y cojimos una furgoneta vieja y abandonada que había por el camino. Condujimos rumbo a Villa de Vallecas.

Una vez llegamos, dejamos la furgoneta y cada uno seguimos con nuestro camino... No nos despedimos. No hizo falta, las cosas ya estaban lo suficientemente claras, en este momento sobraban las palabras. Solo quería ir a casa, y pensar... en el pasado...

Hacker| rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora